No sólo era una cara bonita.
Los fans de Marilyn Monroe ya lo sabían, pero ahora lo corroboran con la lista de libros de cabecera de Norma Jeane. Al parecer, los clásicos rusos, Tostòi, Chejov o Dostoievski, eran de sus preferidos; además del Ulises (eso si que no me lo creo, a James Joyce solo lo lees si estás atado en una celda Siberiana de un Gulag, y te obligan, a no ser que esté en gaélico) Incluso poetas españoles como Lorca o Alberti.
También, según la casa de subastas Christie’s, que pone en venta los libros, los autores franceses (no quiero hacer bromas con el dominio del “francés” de Marilyn) Proust, Zola, Albert Camus, Alejandro Dumas, Stendhal y Colette, y Muerte en Venecia, del germano Thomas Mann; además de los contemporáneos americanos Fitzgerald, Hemingway, William Faulkner, etc. En cuanto a pintura sus gustos eran de lo más refinado, sus pintores preferidos eran Velázquez, Goya y Picasso. Bueno, no sería la mejor actriz, pero al menos tenía inquietudes; muchas actrices leen el libro de James no Joyce, sino el del Real Madrid, por si lo “cazan” para salir en la tele.
Aunque también Belén Esteban se atreve con los rusos. Si llevan anillos y pulseras de diamantes y conducen un Ferrari o un Rolls, se la chupa a todos sin ningún problema.