La práctica de "corrección quirúrgica" en los genitales de los niños íntersexuados para volverlos "normales":
En los años sesenta, los avances de la cirugía plástica combinados con la teoría "Genitales + Crianza" de la identidad de género, condujeron a los médicos a recomendar la cirugía "correctiva" en muchos tipos de infantes intersexo. La idea era hacer que los genitales se vieran cosméticamente correctos, ya de niño o de niña, y luego criar al infante en su correspondiente género, creyendo que este crecería con una normal y correspondiente identidad de género.
John Money, de la universidad Johns Hopkins, y quien gradualmente se convirtió en la figura dominante en lo relativo a "Estudios de Identidad de Género", era el principal defensor de dichos tratamientos. Siendo un convencido de la Psicología conductista, en la cual se considera a la mente del niño como un pizarrón en blanco y sin características inherentes de personalidad,
John Money teorizó que la identidad de género era exclusivamente el producto de la crianza y la socialización. El motivo para efectuar cirugías "correctivas" en los niños era resolver la "emergencia social" causada por el nacimiento de bebés intersexuados La mera existencia en la naturaleza de bebés Intersexo, rompe nuestra estricta dicotomía cultural de género: hembra -varón. De la misma manera, la existencia de estos bebés pone en entredicho profundas estructuras religiosas y legales. Tanto los padres como los médicos se encuentran bajo una enorme presión social que les exige eliminar estas variantes. John Money aportó una racionalización teórica que validaba la cirugía "correctiva", y la hizo que "sonara" científica. Ya que era más sencillo "producir" quirúrgicamente una niña que un niño, frecuentemente ocurrió que niños Intersexo XY y que tenían penes pequeños o ausentes, eran convertidos en niñas. El hecho de que tejido genital sensitivo se perdiera en el proceso no detenía a los cirujanos, ya que durante mucho tiempo nuestra sociedad no reconocía abiertamente que las mujeres fueran susceptibles de tener intensas sensaciones de tipo sexual ni la capacidad de experimentar orgasmos. Si el infante se convertía en una niña, a los médicos no les preocupaba que más tarde pudiera tener la capacidad de tener sensaciones eróticas genitales y pudiera disfrutar del acto sexual; sólo les preocupaba que pudiera funcionar para el placer de su pareja sexual. Las cirugías en los bebés Intersexo se han efectuado desde hace muchos años hasta el día de hoy, con una frecuencia de cerca de 1 por cada 2000 nacimientos. En la mayoría de los casos esta cirugía crea niñas. Sorprendentemente, ¡nunca hubo un seguimiento científico organizado de ellos para analizar los resultados de estas cirugías! Inclusive durante los primeros años en que empezaron a practicarse estas cirugías, hubo personas que urgían a tener cautela; el más notable era un joven investigador llamado Milton Diamond, ahora profesor en la universidad de Hawai. Siendo todavía un estudiante graduado, Diamond hizo un audaz cuestionamiento a las teorías de Money en un artículo de 1959 titulado "Una Evaluación Crítica de la Ontogenia de la Conducta Sexual Humana". Los razonamientos de Diamond estaban basados en sus propias observaciones de la conducta animal. Además organizó bajo este enfoque "evidencias tomadas de la biología, la fisiología, la psiquiatría, la antropología y la endocrinología, para argumentar que la identidad de género esta profundamente incrustada en el cerebro prácticamente desde la concepción". (Véase el libro
Tal Como la Naturaleza lo Hizo, p.44). No obstante, las ideas acerca de que "los seres humanos han avanzado más allá de las influencias de la evolución biológica en materia de sexualidad", y que la sexualidad y el género eran socialmente construidos, han dejado una fuerte impresión en la comunidad médica. Bajo la influencia del "profeta del Género" John Money, esta visión dominó el pensamiento psicológico durante las últimas décadas del siglo 20. Las cirugías "correctivas" fueron practicadas a los bebés Intersexo por miles durante ese periodo, y de nueva cuenta sin ningún tipo de seguimiento. Sólo al final de esta centuria sucedió que algunas horribles preguntas empezaron a surgir, ya que ocasionalmente algunos seguimientos aislados revelaron que las cosas no se habían desarrollado tal como John Money había predicho.
Como estas "correcciones" revelan que las viejas teorías de identificación de género eran erróneas:
En años recientes, muchas personas Intersexo se han encontrado unas a otras vía Internet, y han empezado a comparar sus situaciones. Como resultado, ha quedado claro para estas personas de condición intersexual que la mayor parte de las veces estas cirugías "correctivas" no resultaron como predecían las teorías de sus médicos. En lugar de esto, muchas de estas personas intersexuales terminaron con una incapacidad genital a raíz de estas cirugías. Muchos también sufrieron de crisis de identidad de género, debido a la reasignación arbitraria de que fueron objeto, porque para los médicos era "más fácil de hacer quirúrgicamente". Debido a la presión de los activistas intersexuales, especialmente los de la recién formada
ISNA, los estudios de seguimiento en aquellos niños “quirúrgicamente corregidos” finalmente han empezado.
El primer estudio, de 25 niños genéticamente XY que al nacer presentaron ausencia de pene (Síndrome "Extrofia Cloacal") y que fueron reasignados mediante cirugía y educados como niñas, reveló que todos los 25 desarrollaron identidades de género MASCULINAS. Estos chicos, a pesar de haber sido educados como niñas, todos exhibieron los rudos juegos de los niños pequeños. En su adolescencia, cada uno de ellos se rebeló, a pesar de toda evidencia, en contra de sus genitales femeninos y su educación femenina, y afirmaron que eran niños y que querían ser cambiados en tales. Algunos de ellos desesperadamente buscaron novias, al igual que lo harían otros chicos adolescentes. En lugar de revertir la identidad de género innata y cambiar a estos chicos en chicas, estas cirugías practicadas en su infancia en realidad los convirtieron ¡en el equivalente de transexuales de mujer a hombre! Desde entonces, muchos de estos chicos se han sometido a una reasignación hormonal y de género de mujer a hombre. Trágicamente, los efectos de su cirugía infantil impiden la reconstrucción de unos genitales masculinos y en muchos casos incluso les impide tener experiencias sexuales placenteras y orgasmos.