Yo en tu situación me centraría en los objetivos y criterios de evaluación en cada tema si están indicados, y cogería el que mejor me sepa, asegurándome así que me evaluaran el máximo posible. Y como te lo sabes muy bien, pues luego si quieres y te da tiempo te explayas. Porque igual el rarito no te lo sabes bien, y si, muy guay porque varías, pero igual te dejas un par de conceptos mal expuestos. De la otra manera, pues 2+2 suman cuatro, aunque el tema lo hayan visto ya mucho, y lo que amplíes igual les llama la atención. Y el tema raro, pues también tendrá sus objetivos y te puedes dejar algo clave. Y si encima el que evalúa tienes la mala suerte de que para él es un tema de sus preferidos, pues doble cagada. En una prueba escrita, supongo que mirarán si vas cumpliendo objetivos y criterios de evaluación de ese tema. De manera similar a como tú haces cuando evalúas exámenes de tus alumnos.
Por ejemplo, si te sabes muy bien el tema sobre Velázquez, después de hablar todo lo que te piden de él, estaría bien que hablaras de su relación de amigüito de juergas con Felipe IV, y cómo a cambio de estar más tiempo del que le había permitido estar en Italia para estudiar a otros pintores, (tenía permiso de tres meses y estuvo dos años por sus cojones, mientras el Rey lo reclamaba como pintor principal de la Corte) cómo éste le hizo varios cuadros de temas eróticos gratis para sus pajillas en los aposentos privados, algo que igual no aparecerá así reflejado en tu temario, si es que aparece, y con una cita bibliográfica para que vean que no es un invent, claro.
No sé si me he explicado.