La verdad es que para mí estos likes son como las caricias que nunca recibí de niño, o como los besos de la adolescencia que nunca tuve. Imaginaos un perro acostumbrado a que le den patadas y palos y le levanten la mano nada más acercarse para que se aleje porque da asco o simplemente no es bienvenido, y que ahora, de repente, le acaricien en el lomo o la cabeza cada vez que se acerca a alguien. Joder, es como pasar del negro al blanco. A mí esta mierda de los likes me ha abierto un universo desconocido, os puede parecer una coña, pero en mi puta vida nunca jamás nadie me ha felicitado por nada ni se me ha respaldado en nada.