Todos sabemos lo comodo que es pajearse en la cama o metidos en el cuarto de baño, pero a veces nuestros bajos instintos nos hacen arriesgarnos en tales tareas cerdiles. Supongo que todo el mundo conoce algun caso tipico de gente que se ha pajeado en clase o en algun probador del Corte ingles y eso. Bueno, ahora voy a contar mi experiencia.
Yo debia tener unos 15 o 16 años. Mi vieja tenia una amiga ya madurita y entradita en kilos pero que a mi me daba un morbo de la ostia. A menudo me pajeaba pensando cerderias con ella. Una tarde las acompañe a un almacen de ropa de estos donde la venden al peso, como si vendiesen pescado o patatas. Ellas empezaron a mirar las gangas para marujas mientras yo andaba por ahi a mi bola. El caso es que al cabo de un rato la tia empezo a mirar ropa interior, que estaba expuesta en esos cubos donde se amontonan los trapos. Yo me puse muy cachondo y me vinieron a la mente unos pensamientos cerdos que sabia que no podria reprimir. Asi que a la vuelta, mientras la tia conducia el coche y hablaba con mi vieja del precio de los tomates, eche la mano al pantalon (afortunadamente era verano y eran unas simples bermudas sin cremallera, lo que facilito la cosa), empece a pajearme justo detras de su asiento. Era algo complicado, porque mientras que le daba al asunto tenia que disimular y no hacer ningun ruido para que no se diesen cuenta. Fue una cosa muy rapida, pero muy cachonda, el hecho de pajearme a pocos centimetros de la tia, mezclado con el peligro de que me pillaran. Ni que decir tiene que me quede como dios despues de hacerlo.
Otro dia contare otra experiencia morbosa con esta buena señora.
Ahora contad vosotros alguna experiencia de pajilla arriesgada. No se, ¿En el ascensor tal vez?
Yo debia tener unos 15 o 16 años. Mi vieja tenia una amiga ya madurita y entradita en kilos pero que a mi me daba un morbo de la ostia. A menudo me pajeaba pensando cerderias con ella. Una tarde las acompañe a un almacen de ropa de estos donde la venden al peso, como si vendiesen pescado o patatas. Ellas empezaron a mirar las gangas para marujas mientras yo andaba por ahi a mi bola. El caso es que al cabo de un rato la tia empezo a mirar ropa interior, que estaba expuesta en esos cubos donde se amontonan los trapos. Yo me puse muy cachondo y me vinieron a la mente unos pensamientos cerdos que sabia que no podria reprimir. Asi que a la vuelta, mientras la tia conducia el coche y hablaba con mi vieja del precio de los tomates, eche la mano al pantalon (afortunadamente era verano y eran unas simples bermudas sin cremallera, lo que facilito la cosa), empece a pajearme justo detras de su asiento. Era algo complicado, porque mientras que le daba al asunto tenia que disimular y no hacer ningun ruido para que no se diesen cuenta. Fue una cosa muy rapida, pero muy cachonda, el hecho de pajearme a pocos centimetros de la tia, mezclado con el peligro de que me pillaran. Ni que decir tiene que me quede como dios despues de hacerlo.
Otro dia contare otra experiencia morbosa con esta buena señora.
Ahora contad vosotros alguna experiencia de pajilla arriesgada. No se, ¿En el ascensor tal vez?