Pues yo me iba a hacer no uno, sino dos, y no tengo amigos, así que vuestra teoría de "la presión de los iguales" se va al garete.
Da igual que tengas o no amigos. Se trata del sentido gregario, de imitar lo que hacen los demás, del "culo veo, culo quiero" porque sí, sin que aporte nada, porque no aporta nada.
Misógino Empedernido rebuznó:
Me has hecho buscar en el diccionario (DRAE) esa palabrita, y he comprobado que te la has inventado, tratando de españolizarla a partir del inglés (tampoco está piercing). Supongo que es buena idea. Ánimo, envía la propuesta a la Academia a ver si hay suerte.

Aunque supongo que decir colgante podría valer también.
PENTECOST rebuznó:
¿Pero de qué estamos hablando?¿de belleza o de excitación sexual? porque lo uno no tiene que ver con lo otro, por lo menos para mí.
En efecto, aunque está relacionado no es lo mismo. El problema es excitarse con un objeto metálico y no las curvas, etc., de una tía.
PENTECOST rebuznó:
Este asunto del piercing lo abordo desde el punto de vista sexual, de la excitación, del morbo, de las sensaciones que nos produce ver una mujer con un piercing en la lengua, por ejemplo.
Sensaciones que me produce: Miedo a que me roce, me arañe o me haga algo malo. Y sobre todo, la sensación de tener delante a una mamarracha. A mí me gusta tener delante a alguien con un mínimo de categoría. No hace falta que sume virtudes, sino simplemente que
no reste al bagaje mínimo de sentido común que se le presupone que tiene. Aquí se aplica ese dicho de que la perfección se consigue no añadiendo lo que falta, sino quitando lo que sobra. Y lo que sobra está claro qué es.