Asta
Freak
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- 26 Nov 2003
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Estoy agobiada porque he decidido modificar mi aspecto físico
y no me decanto...es que no me decanto, eh?.
El temita está en que no quiero ponerme un piercing porque
me da grima, además hay unas bolitas con una base imantada
que dan el pego y así evitas agujerearte la piel.
Lo malo es que si te lo pones en lengua o labio y son de
mala calidad, se te va una pasta en reponerlos cuando
hay garbanzos o guisantes para comer.
Casi opto por hacerme un tatunaje. Casi...porque he
descubierto que con rotuladores Carioca me salen unos
dibujos muy aparentes y además puedo modificarlos
una vez al mes, coincidiendo con el "Dia de la Ducha"
(es que soy bastante guarra, la verdad). Echando
además pegamín en purpurina de colores, he
conseguido resultados sorprendentemente fachion.
Pero tuve una revelación y decidí entonces, echá
palante ques una..., introducirme objetos bajo la piel.
He visto casos maravillosos en los que puedes incluso
adquirir la apariencia de un saurio precioso.
Comencé por el pie izquierdo. Mi intención primigenia
era implantarme, en la planta de dicho pie, un relicario
con pelos de Santo Tomás, imitando a un huevo frito,
que es una cosa vistosa y original. Pero el resultado
no me satisfizo en demasía.
Posteriormente, procurando arreglar el desaguisado
pensé que sería buena idea emular (aunque de
forma podal) a Eduardo Manostijeras y, ni corta ni
perezosa, opté por introducirme unas bonitas y
niqueladas tijeras en la pezuña. Pero el resultado
tampoco me satisfizo en demasía y, además, ningún
ortopeda reputado quería hacerme zapatos a medida
con tacón cubano. La gente es que es bastante
gilipollas, la verdad.
Asi que, viendo que no me queda nada mejor, creo
que voy a romper con la pana implantandome
mediante microcirugía, sendos pedipalpos en las
comisuras de mi boca, cambio que a buen seguro
los hombres apreciarán al darme un morreo. Creo.
El problema que someto a vuestra consideración es,
Dios mediante:
¿Me los coloco blancos, que combinan con casi todo?
¿O color carne para camuflarlos mejor?
Ahora mismo te bajaba los pantalones y te comía la polla a dos tiempos por vuestras opiniones y comentarios.
P.D
Abusando ya de vuestra amabilidad ¿Me podrías
también decir cuantos centímetros - o milímetros -
de punta de polla (enhiesta, se entiende) os
sobresalen cuando la meteis en un canutillo
vacío de papel higiénico?. Es para una tesis
doctoral, no por nada...
y no me decanto...es que no me decanto, eh?.
El temita está en que no quiero ponerme un piercing porque
me da grima, además hay unas bolitas con una base imantada
que dan el pego y así evitas agujerearte la piel.
Lo malo es que si te lo pones en lengua o labio y son de
mala calidad, se te va una pasta en reponerlos cuando
hay garbanzos o guisantes para comer.
Casi opto por hacerme un tatunaje. Casi...porque he
descubierto que con rotuladores Carioca me salen unos
dibujos muy aparentes y además puedo modificarlos
una vez al mes, coincidiendo con el "Dia de la Ducha"
(es que soy bastante guarra, la verdad). Echando
además pegamín en purpurina de colores, he
conseguido resultados sorprendentemente fachion.
Pero tuve una revelación y decidí entonces, echá
palante ques una..., introducirme objetos bajo la piel.
He visto casos maravillosos en los que puedes incluso
adquirir la apariencia de un saurio precioso.
Comencé por el pie izquierdo. Mi intención primigenia
era implantarme, en la planta de dicho pie, un relicario
con pelos de Santo Tomás, imitando a un huevo frito,
que es una cosa vistosa y original. Pero el resultado
no me satisfizo en demasía.
Posteriormente, procurando arreglar el desaguisado
pensé que sería buena idea emular (aunque de
forma podal) a Eduardo Manostijeras y, ni corta ni
perezosa, opté por introducirme unas bonitas y
niqueladas tijeras en la pezuña. Pero el resultado
tampoco me satisfizo en demasía y, además, ningún
ortopeda reputado quería hacerme zapatos a medida
con tacón cubano. La gente es que es bastante
gilipollas, la verdad.
Asi que, viendo que no me queda nada mejor, creo
que voy a romper con la pana implantandome
mediante microcirugía, sendos pedipalpos en las
comisuras de mi boca, cambio que a buen seguro
los hombres apreciarán al darme un morreo. Creo.
El problema que someto a vuestra consideración es,
Dios mediante:
¿Me los coloco blancos, que combinan con casi todo?
¿O color carne para camuflarlos mejor?
Ahora mismo te bajaba los pantalones y te comía la polla a dos tiempos por vuestras opiniones y comentarios.
P.D
Abusando ya de vuestra amabilidad ¿Me podrías
también decir cuantos centímetros - o milímetros -
de punta de polla (enhiesta, se entiende) os
sobresalen cuando la meteis en un canutillo
vacío de papel higiénico?. Es para una tesis
doctoral, no por nada...
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