cuellopavo
Frikazo
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Está claro que el peso pesado de levantar la fiesta ahora recae en el señor J&B y otros "amiguitos”, y hoy el mercado de los depresores quemacerebros, lo que se vende es cualquier cosa que te machaque del todo.
Pero a lo largo de la historia de la literatura, la relación entre la droga y la pluma siempre ha estado presente.
Ya se sabe que a menudo vale más un falso gozo que una tristeza cuya causa sea verdadera; y no hay nada como estar subidísimo de la blanca, pegarle caña al pulmón con un peta de polen tamaño XXL, y pensar en tus cosas: pensar en mujeres, en descapotables, en misiles nucleares y mangueras de presión.
Los paraisos artificiales siempre han sido muy poderosos. Yo creía que quería a mi novia; ahora, cuando llega mi camello, entiendo lo que es amor.
Bueno, que me he currado una selección de obras enteógenas con algunos links, reseñas y citas, por si alguien se anima a comentarlos o poner más obras o lo que sea relacionado con el tema:
Opio, divino deleite, esta es la panacea para todos los males humanos; este era el secreto de la felicidad, del que los filósofos habían discutido durante tantos siglos, por fin descubierto. La felicidad puede ahora venderse y llevarse en el bolsillo; se pueden hacer envasar éxtasis portátiles y enviar sellos de paz interior en los sobres de correo.
Pues los alucinógenos, aunque sufran el ridículo de los que por naturaleza son de nervio grosero, o así se han convertido por acción del alcohol, y no son, pues susceptibles a la influencia de tan refinado estimulante, será siempre droga favorita entre intelectuales; y me uno contra cualquier impío que ose su descrédito.
Y sinceramente espero que todo el clarete, el Oporto o el “Madeira especial” que con toda probabilidad otros se habrán bebido o tienen intención beber le provoquen tan escasos desórdenes de salud como en los que la mía provocó el opio.
"Über Coca" (Sobre la cocaína, 1884) Sigmund Freud
Serie de artículos en los que el creador del psicoanálisis se sitúa a favor del uso de la cocaína y en algunos momentos se muestra casi entusiasta en sus alabanzas. Posteriores experiencias le harán sin embargo años más tarde desdecirse de su primera opinión.
La pipa de kif(1919), de Valle Inclán
¡Adormideras! Feliz neblina, humo de opio que ama la china.
¡Coca! A tu arcana norma energética rimo estas prosas de apologética.
¡Verdes venenos! ¡Yerbas letales de Paraísos Artificiales! A todos vence la marihuana que da la ciencia del ramayana ¡Oh marihuana!, verde neumónica; Cannabis índica et babilónica. Abres el sésamo de la alegría, Cáñamo verde, kif de Turquía. Yerba del Viejo de la Montaña, el Santo Oficio te halló en España. Yerba que inicias a los faquires, llena de goces y Dies Ires. Verde esmeralda –loa el poeta Persa- tu verde vistió el profeta! (Kif –yerba verde del persa- es al achisino bhang bengalés. Charas que fuma sobre el diván entre odaliscas el gran sultán.) Se apagó el fuego de mi cachimba, y no consigo ver una letra. Mientras enciendo –tarumba y timba, tumba y taramba- ponga una &.
Osada, profunda e incómoda, esta novela cuya paternidad llegó a atribuírse a Nabókov y no sería esclarecida hasta 1994. «Novela con cocaína» es una novela imprescindible del siglo XX.
Escrito después de su primera experiencia con el LSD, "Besuch auf Godenholm" (Visita a Godenholm), su publicación coincidió con la aparición de:
Narración novelada de la aventura Ken Kessey y los Alegres Pillastres, que a mediados de los años 60 decidieron emprender un viaje en autobús psiquedélico alrededor de los USA.
Trainspotting (1993) de Irvine Welsh
El monólogo en off de Renton en el comienzo de Trainspotting lo dice todo:
"Elige la vida. Elige un empleo. Elige una carrera. Elige una familia. Elige un televisor grande que te cagas. Elige lavadoras, coches, equipos de compact disc y abrelatas eléctricos. Elige buena salud, colesterol bajo y seguro dental. Elige hipoteca a interés fijo. Elige un piso piloto. Elige a tus amigos. Elige ropa deportiva y maletas a juego. Elige pagar a plazos un traje de marca en una amplia gama de putos tejidos. Elige bricolaje y preguntarte quién coño eres los domingos por la mañana. Elige sentarte en el sofá a ver teleconcursos que embotan la mente y aplastan el espíritu mientras llenas tu boca de puta comida basura. Elige pudrirte de viejo cagándote y meándote encima en un asilo miserable, siendo una carga para los niñatos egoístas y hechos polvo que has engendrado para reemplazarte. Elige tu futuro. Elige la vida… ¿pero por qué iba yo a querer hacer algo así? Yo elegí no elegir la vida: elegí otra cosa. ¿Y las razones? No hay razones. ¿Quién necesita razones cuando tienes heroína?"
Por poner otra novela española moderna que no sea algo de Dragó:
Y la última que he leído del tema:
¡Dios es una sustancia, una droga!
Gottfried Benn
Pero a lo largo de la historia de la literatura, la relación entre la droga y la pluma siempre ha estado presente.
Ya se sabe que a menudo vale más un falso gozo que una tristeza cuya causa sea verdadera; y no hay nada como estar subidísimo de la blanca, pegarle caña al pulmón con un peta de polen tamaño XXL, y pensar en tus cosas: pensar en mujeres, en descapotables, en misiles nucleares y mangueras de presión.
Los paraisos artificiales siempre han sido muy poderosos. Yo creía que quería a mi novia; ahora, cuando llega mi camello, entiendo lo que es amor.
Bueno, que me he currado una selección de obras enteógenas con algunos links, reseñas y citas, por si alguien se anima a comentarlos o poner más obras o lo que sea relacionado con el tema:
Confesiones de un inglés comedor de opio (1822) de Thomas De Quincey
![29y5btz.jpg](https://i21.tinypic.com/29y5btz.jpg)
Opio, divino deleite, esta es la panacea para todos los males humanos; este era el secreto de la felicidad, del que los filósofos habían discutido durante tantos siglos, por fin descubierto. La felicidad puede ahora venderse y llevarse en el bolsillo; se pueden hacer envasar éxtasis portátiles y enviar sellos de paz interior en los sobres de correo.
Pues los alucinógenos, aunque sufran el ridículo de los que por naturaleza son de nervio grosero, o así se han convertido por acción del alcohol, y no son, pues susceptibles a la influencia de tan refinado estimulante, será siempre droga favorita entre intelectuales; y me uno contra cualquier impío que ose su descrédito.
Y sinceramente espero que todo el clarete, el Oporto o el “Madeira especial” que con toda probabilidad otros se habrán bebido o tienen intención beber le provoquen tan escasos desórdenes de salud como en los que la mía provocó el opio.
Los paraísos artificiales (1860) de Baudelaire
![2e69g9d.jpg](https://i24.tinypic.com/2e69g9d.jpg)
Código:
El Vino
(...) El vino es semejante al hombre: Jamás se sabrá hasta qué punto es posible estimarlo y despreciarlo, amarlo y odiarlo, ni de cuántos actos sublimes o fechorías monstruosas es capaz. No seamos entonces más crueles con él que con nosotros mismos y tratémoslo como nuestro igual.
A veces me parece que oigo decir al vino (que habla, con su alma, con esa voz de los espíritus que sólo los espíritus oyen): "Hombre, bienamado mío, quiero alzar hacia ti, a despecho de mi cárcel vítrea y de mis cerrojos de corcho, un canto lleno de fraternidad, un canto colmado de dicha, de luz y de esperanza. Yo no soy ingrato; bien sé que te debo la vida. Sé lo que el dármela te ha costado de labor y de, sol sobre la espalda. Tú me has dado la vida, y yo te recompensaré. Y te pagaré ampliamente mi deuda, pues experimento una dicha extraordinaria cuando caigo en un garguero sediento, después del trabajo. El pecho de un buen hombre es una morada que me complace más que las melancólicas e insensibles bodegas. Es una alegre tumba donde realizo con entusiasmo mi destino. Hago en el estómago del trabajador un gran tole-tole, y desde allí por escaleras invisibles, subo hasta su cerebro, donde ejecuto mi danza suprema.
El Haschisch
(...) La segunda fase se anuncia con una sensación de frescor en las extremidades, y con una gran debilidad; uno siente, como se dice vulgarmente, que tiene las manos de trapo, la cabeza pesada y una estupefacción general en todo el ser. Los ojos se agrandan, se sienten como tironeados en todos sentidos por un éxtasis implacable. La cara se llena de palidez, se vuelve marmórea y verdosa. Los labios se retraen, se recogen y parecen querer meterse para adentro. Roncos y profundos suspiros se exhalan del pecho, como si nuestra, naturaleza anterior no pudiera soportar el peso de esta nueva naturaleza. Los sentidos adquieren una finura y una agudeza extraordinarias. Los ojos penetran el infinito. El oído percibe los sonidos más imperceptibles en medio de los ruidos más violentos.
Y las alucinaciones comienzan. Los objetos exteriores adquieren apariencias monstruosas. Se nos revelan bajo formas desconocidas hasta entonces, luego se deforman, se transforman, y finalmente entran en nuestro ser o bien nosotros entramos en ellos. Los equívocos más singulares, las trasposiciones de ideas más inexplicables, se producen y se desarrollan. Los sonidos adquieren color, los colores adquieren música. Las notas musicales son números, y vosotros resolvéis con espantable rapidez prodigiosos cálculos aritméticos a medida que la música penetra vuestro oído. Estas sentado y fumas; pero crees estar sentado en tu pipa y que es tu pipa la que te fuma; y es tu propio ser el que se desvanece bajo la forma de nubes azuladas.
Te encuentras allí muy bien, salvo que te preocupa y te inquieta una cosa: ¿Cómo haces para salir de la pipa? Esta fantasía dura una eternidad. Un intervalo de lucidez nos permite con gran esfuerzo mirar el reloj. La eternidad ha durado un minuto.
(...) El vino exalta la voluntad; el haschisch la aniquila. El vino es un apoyo físico; el haschisch es un arma para el suicidio. El vino hace bueno y sociable; el haschisch aísla. El uno es laborioso, por así decirlo; el otro, esencialmente perezoso. ¿Para qué trabajar, en efecto, laborar, escribir, fabricar lo que sea, cuando se puede obtener el paraíso de un solo golpe? En fin, el vino es para el pueblo que trabaja y que merece beberlo. El haschisch pertenece a la categoría de los goces solitarios; está hecho para los miserables ociosos. El vino es útil, produce resultados fructíferos. El haschisch es peligroso e inútil.
(...) Terminaré este artículo con algunas hermosas palabras que no son mías, sino de un notable filósofo poco conocido, Barbereau, teórico musical 94 y profesor del Conservatorio. Yo estaba cerca de él en una reunión donde algunas personas habían tomado el bienaventurado veneno, y me dijo entonces con acento de desprecio indecible: "No comprendo por qué el hombre racional y espiritual se sirve de medios artificiales para llegar a la beatitud poética, puesto que el entusiasmo y la voluntad bastan para elevar lo a una existencia supernatural. Los grandes poetas, los filósofos, los profetas, son seres que, por el puro y libre ejercicio de la voluntad, consiguen llegar a un estado en el que son a la vez causa y efecto, sujeto y objeto, hipnotizador y sonánibulo."
Yo pienso exactamente lo mismo.
"Über Coca" (Sobre la cocaína, 1884) Sigmund Freud
![v3zvcj.gif](https://i22.tinypic.com/v3zvcj.gif)
La pipa de kif(1919), de Valle Inclán
![fvcwba.jpg](https://i22.tinypic.com/fvcwba.jpg)
¡Coca! A tu arcana norma energética rimo estas prosas de apologética.
¡Verdes venenos! ¡Yerbas letales de Paraísos Artificiales! A todos vence la marihuana que da la ciencia del ramayana ¡Oh marihuana!, verde neumónica; Cannabis índica et babilónica. Abres el sésamo de la alegría, Cáñamo verde, kif de Turquía. Yerba del Viejo de la Montaña, el Santo Oficio te halló en España. Yerba que inicias a los faquires, llena de goces y Dies Ires. Verde esmeralda –loa el poeta Persa- tu verde vistió el profeta! (Kif –yerba verde del persa- es al achisino bhang bengalés. Charas que fuma sobre el diván entre odaliscas el gran sultán.) Se apagó el fuego de mi cachimba, y no consigo ver una letra. Mientras enciendo –tarumba y timba, tumba y taramba- ponga una &.
Morfina (1927), de Bulgakov
"Morfina", el relato con el que culmina este ciclo, también nació a partir de un hecho real: la adicción del autor a la morfina, con la que logró romper hacia 1919. ![biwm0g.gif](https://i20.tinypic.com/biwm0g.gif)
Osada, profunda e incómoda, esta novela cuya paternidad llegó a atribuírse a Nabókov y no sería esclarecida hasta 1994. «Novela con cocaína» es una novela imprescindible del siglo XX.
El hombre del brazo de oro (1949) de Nelson Algren
Después de pasar una temporada en la cárcel, un hombre vuelve a su casa en Chicago decidido a dejar atrás su adicción a la heroína y al juego. ![xdb5w2.jpg](https://i21.tinypic.com/xdb5w2.jpg)
Escrito después de su primera experiencia con el LSD, "Besuch auf Godenholm" (Visita a Godenholm), su publicación coincidió con la aparición de:
Yonki (1953) de William S. Burroughs
Prefacio:![2yv02rm.gif](https://i20.tinypic.com/2yv02rm.gif)
Código:
[...] "Trabajé de detective privado, de fumigador de insectos, de camarero. Trabajé en fábricas y oficinas. Coqueteé con la delincuencia. Pero mis ciento cincuenta dólares mensuales siempre llegaban puntualmente. No tenía necesidad de dinero. Me parecía una extravagancia romántica poner en juego mi libertad mediante actos delictivos que eran meramente simbólicos. Fue entonces y en esas circunstancias cuando entré en contacto con la droga y me convertí en adicto; fue entonces cuando delinquí de modo consciente, al tener auténtica necesidad de dinero, algo que nunca me había ocurrido antes.
Ésta es la pregunta que se plantea con más frecuencia: ¿qué hace que alguien se convierta en drogadicto?
La respuesta es que, normalmente, nadie se propone convertirse en drogadicto. Nadie se despierta una mañana y decide serlo. Por lo menos es necesario pincharse dos veces al día durante tres meses para adquirir el hábito. Y no se experimenta realmente lo que es el síndrome de abstinencia hasta después de varios períodos de adicción separados por épocas de abstinencia. Tardé casi seis meses en adquiri mi primer hábito y, a pesar de ello, cuando lo dejé los síntomas del síndrome de abstinencia fueron leves. No creo exagerado afirmar que para convertirse en adicto se necesita cerca de un año y varios cientos de pinchazos.
Naturalmente, hay quien hace otras preguntas: ¿por qué empieza alguien a usar estupefacientes? ¿Por qué sigue usándolos hasta convertirse en adicto? Uno se hace adicto a los narcóticos porque carece de motivaciones fuertes que lo lleven en cualquier otra dirección. La droga llena un vacío. Yo empecé por pura curiosidad. Luego empecé a pincharme cada vez que me apetecía. Terminé colgado. La mayor parte de los adictos con los que he hablado tuvieron una experiencia semejante. No empezaron a consumir drogas por ninguna razón en concreto. Quien nunca haya sido adicto, no puede hacerse la idea de lo que significa necesitar droga con la tremenda intensidad de quien está enganchado. Nadie decide convertirse en yonqui. Una mañana se levanta sintiéndose muy mal y se da cuenta de que lo es.
Jamás he lamentado mi experiencia con las drogas. Creo que gracias a haberlas usado de modo intermitente en la actualidad mi salud es mejor de lo que sería si nunca las hubiera probado. Cuando uno deja de crecer, empieza a morir. Un adicto nunca deja de crecer. Muchos adictos se abstienen de las drogas periódicamente, lo que implica que el organismo expulsa las sustancias nocivas al contraerse, y las células que dependen de la droga son reemplazadas. Una persona que consume drogas está en estado continuo de contracción y crecimiento en su ciclo diario de necesitar pincharse para poder sentir la satisfacción de haberse pinchado.
Muchos adictos parecen más jóvenes de lo que son. Recientemente, se han realizado experimentos científicos con un gusano al que obligaban a contraerse suprimiéndole la alimentación. Al contraerse periódicamente, el gusano estaba en crecimiento continuo, de modo que se vida era prolongada indefinidamente. Si un yonqui pudiera mantenerse de modo permanente en el estado en que se siente cada vez que deja la droga, quizá podría vivir hasta una edad increíblemente longeva.
La droga es una ecuación celular que enseña a quien la usa hechos de validez general. Yo he aprendido muchísimo gracias a su uso: he visto medir la vida por las gotas de solución de morfina que hay en un cuentagotas. He experimentado la angustiosa privación que provoca el síndrome de abstinencia, y el placer del alivio cuando las células sedientas de droga beben de la aguja. Quizá todo el placer sea alivio. He aprendido el estoicismo celular que la droga enseña al que la usa. He visto una celda llena de yonquis enfermos, silenciosos e inmóviles, en aislada miseria. Sabían que era inútil quejarse o moverse. Sabían que, en el fondo, nadie puede ayudar a nadie. Nadie tiene una clave o un secreto que pueda comunicar a los demás.
He aprendido la ecuación de la droga. La droga no es, como el alcohol o la hierba, un medio para incrementar el disfrute de la vida. La droga no proporciona alegría ni bienestar. Es una manera de vivir."
Las puertas de la percepción (1954) de Aldous Huxley
Junto al ensayo complementario Cielo e infierno, describe sus experiencias alucinógenas producto de la toma de mezcalina. El título proviene de una cita de William Blake: "Si las puertas de la percepción fueran abiertas el hombre percibiría todas las cosas tal como son, infinitas" ![2pzirnl.jpg](https://i23.tinypic.com/2pzirnl.jpg)
Narración novelada de la aventura Ken Kessey y los Alegres Pillastres, que a mediados de los años 60 decidieron emprender un viaje en autobús psiquedélico alrededor de los USA.
Código:
"Y por fin, un día que su tiempo en la tierra ha terminado y siente el toque de la muerte en el hombro izquierdo, su espíritu, que siempre está listo, vuela al sitio de su predilección y allí el guerrero baila ante su muerte.
"Cada guerrero tiene una forma específica, una determinada postura de poder, que desarrolla a lo largo de su vida. Es una especie de danza. Un movimiento que él hace bajo la influencia de su poder personal."
"Si el guerrero moribundo tiene poder limitado, su danza es corta; si su poder es grandioso, su danza es magnífica. Pero ya sea su poder pequeño o magnifico, la muerte debe pararse a presenciar su última parada sobre la tierra. La muerte no puede llevarse al guerrero que cuenta por última vez la labor de su vida, hasta que haya acabado su danza."
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"Y así bailarás ante tu muerte, aquí, en la cima de este cerro, al acabar el día. Y en tu última danza dirás de tu lucha, de las batallas que has ganado y de las que has perdido; dirás de tus alegrías y desconciertos al encontrarte con el poder personal. Tu danza hablará de los secretos y las maravillas que has atesorado. Y tu muerte se sentará aquí a observarte.
"El sol poniente brillará sobre ti sin quemar, como lo hizo hoy. El viento será suave y dulce y tu cerro temblará. Al llegar al final de tu danza mirarás el sol, porque nunca volverás a verlo ni despierto ni soñando, y entonces tu muerte apuntará hacia el sur. Hacia la inmensidad."
"-¡Eso es pura idotez!-exclamó-. la muerte es la única consejera sabia q tenemos. Cada vez que sientas, cómo siempre lo haces, que todo está saliendo mal y que estás a punto de ser aniquilado, vuélvete hacia tu muerte y pregúntale si es cierto. Tu muerte te dirá que te equivocas; que nada importa en realidad más q su toque. Tu muerte te dirá: "Todavía no te he tocado."
"El hombre, el ser mágico que es nuestro destino alcanzar, ya no es mágico. Es un pedazo de carne. No hay más sueños para el hombre sino los sueños de un animal que está siendo criado para volverse un pedazo de carne: trillado, convencional, imbécil"
Miedo y asco en las vegas (1971) de Hunter S. Thompson
Viaje (literal y figuradamente) de un reportero y su abogado que visitan Las Vegas para llevar la crónica de una carrera motociclística a través del desierto ![28vr8yv.jpg](https://i22.tinypic.com/28vr8yv.jpg)
Una mirada a la oscuridad (1977) de Philip K Dick
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Código:
Fred es un policía que se hace pasar por drogadicto y vive sus días inmerso en comunidades de gente que busca una droga muy especial llamada la sustancia D. De tanto en tanto se presenta ante sus colegas para darles información. Como agente encubierto, permanece atrapado en una doble realidad, en la que en determinado momento se desdibuja y todo se vuelve incierto.
Una mirada a la oscuridad es una novela donde la paranoia alcanza su punto mas alto: el de cuestionarse acerca de la propia identidad y del rol que juegan las personas que tenemos alrededor.
De fuerte contenido autobiográfico, el libro cuenta los años más complejos de Philip Dick, donde fue sometido a varios tratamientos de rehabilitación y donde más le costaba aferrarse a una idea concreta del mundo real.
Diario de un rebelde (The Basketball Diaries, 1978) de Jim Carrol
La autobiografía de Jim Carroll da pie a un acelerado paseo por el malditismo. ![2djcvhl.jpg](https://i20.tinypic.com/2djcvhl.jpg)
Ciego de nieve (1981) de Robert Sabbag
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Código:
El freak de la anfeta era un héroe cultural, el último vaquero temerario… condenado a desaparecer sin remisión. Le envolvía un aire de muerte.
Un buen hábito de mezedrina es el gran premio electromotriz del uso suicida de las drogas: inyectada, la amfetamina te pone a galopar las entrañas y te sube a las nubes. Es el desafío final a la capacidad de resistencia, es morir con las botas puestas a la americana, los órganos vitales bombean al límite, las sinapsis se incendian: pasas la línea roja.
En la casa de los muertos de la química moderna, en que los barbitúricos son la cámara de gas, la amfetamina es la silla eléctrica: una descarga electromagnética de alto voltaje y las luces vacilan. Se funden los plomos.
Cuanto mayor sea el número de personas que manejen la coca antes de llegar a ti, más veces estará cortada. Todo el mundo aporta su cuota antes de venderla… El buen vendedor de coca elige el corte según la clientela.
Y lo que sabe muy bien todo vendedor de coca es que hay muy poca gente que sepa algo de cocaína, y menos aún que la haya tomado pura laguna vez. Cada uno tiene expectativas distintas.
La norma de calidad de un usuario se basa en lo que ha esnifado la última vez. Si uno quiere anfeta, un buen vendedor se la da; si busca el "congelamiento" le da novocaína. Los hay que piensan que los grumos son indicio de pureza: el vendedor humedece la coca. El que maneja cantidad, el que compra y vende kilos, corta el producto con bórax, porque es sumamente pesado…
Código:
Escrita a sus 19 años, y muchos antes de la exitosa y polémica American Psycho (1991), esta novela de excesos, es emblemática de aquella generación X nacida en la década del ochenta.
Si bien el consumo de drogas no es el tema central, actúa como mecanismo de funcionamiento del estilo de vida de sus personajes.
La historia relata la llegada a Los Angeles de un joven llamado Clay, luego del receso escolar de invierno. Tanto él como sus amigos son hijos de millonarios, miembros de familias disfuncionales que no tienen idea qué hacer con sus vidas.
Clay se pregunta si vale la pena una relación en serio con Blair, pero nunca nada queda claro. Su mejor amigo Julián, se ve forzado a trabajar de taxi boy para poder pagar la cantidad de cocaína que necesita. Las fiestas, la droga, el alcohol, las bromas crueles, el sexo casual, todo sucede de manera frenética, con el vértigo de la gente que se conoce de repente, se sienten amigos de toda la vida y luego nunca más vuelven a verse.
Menos que cero alude a un inmenso vacío, que el ocio bajo el sol de California se potencia hasta lo insoportable. La droga siempre esta ahí, al alcance de la mano, como el combustible de una generación que no va ha ninguna parte.
Historia general de las drogas (1989) de Antonio Escotado
Manual sobre estimulantes, drogas de paz y sustancias visionarias, con tres apartados para cada planta / sustancia: breve recuento histórico, dosificaciones y empleos, descripción de la experiencia. ![2a8rc03.jpg](https://i20.tinypic.com/2a8rc03.jpg)
Trainspotting (1993) de Irvine Welsh
![2mq3jbl.jpg](https://i22.tinypic.com/2mq3jbl.jpg)
"Elige la vida. Elige un empleo. Elige una carrera. Elige una familia. Elige un televisor grande que te cagas. Elige lavadoras, coches, equipos de compact disc y abrelatas eléctricos. Elige buena salud, colesterol bajo y seguro dental. Elige hipoteca a interés fijo. Elige un piso piloto. Elige a tus amigos. Elige ropa deportiva y maletas a juego. Elige pagar a plazos un traje de marca en una amplia gama de putos tejidos. Elige bricolaje y preguntarte quién coño eres los domingos por la mañana. Elige sentarte en el sofá a ver teleconcursos que embotan la mente y aplastan el espíritu mientras llenas tu boca de puta comida basura. Elige pudrirte de viejo cagándote y meándote encima en un asilo miserable, siendo una carga para los niñatos egoístas y hechos polvo que has engendrado para reemplazarte. Elige tu futuro. Elige la vida… ¿pero por qué iba yo a querer hacer algo así? Yo elegí no elegir la vida: elegí otra cosa. ¿Y las razones? No hay razones. ¿Quién necesita razones cuando tienes heroína?"
Por poner otra novela española moderna que no sea algo de Dragó:
Historias del Kronen (1994) de José ángel Mañas
Jóvenes, sexo, drogas y muerte en las calles de Madrid ![hv82rs.jpg](https://i21.tinypic.com/hv82rs.jpg)
Y la última que he leído del tema:
¡Dios es una sustancia, una droga!
Gottfried Benn