¿Qué coño os pasa con Twitter?

Häskelärk

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Es asombroso que de cada puto tema del mundo mundial parece que haya que saber que opinan un montón de gente sin identidad definida en el lodazal que es Twitter, con todas sus cuentas con nombres cañallitas, banderas de España y comunista y demás descripciones y opiniones de gañan profundo.

¿Es twitter los manuscritos del Mar Muerto o El Necronomicon? No hay ya ni un puto programa de televisión que no tengo un hastag en ese nido de retrasados que para colmo está el foro lleno de opiniones de ellos.

No he hecho caca hoy, por eso aprovecho. Os dejo ahora que tengo un Bukkake.
 
Es que hay alguien que utilice twitter para algo más que no sea porno? Estamos tontos?
 
Twitter es el ejemplo claro que la civilización se va a la mierda.

Gente que queda retratada compartiendo sus mierdas de opiniones como si fuesen dogmas.

Ahora vas al cine y tienes que conectarte deprisa a Twitter para dar tu opinión como si le importarse a alguien.

A mi me sirvió para que un par de webs contactaran conmigo para escribir sobre baloncesto. Por supuesto, gratis total.

Desde que me salí de Twitter soy infinitamente más feliz y me cabreo bastante menos.
 
¿Cómo va lo de los hactas esos?, ¿pones eso y es como si estuvieses en un hilo especifico de ese tema? Os juro por vuestras putas madres que no tengo ni puta idea de cómo va esa movida, pero vamos, es que ni le he dedicado un momento de mi vida a tratar de entender el mecanismo si quiera.
 
Jaskelark descubriendo lo que pasa en twittter en 2019.

ScratchyInfatuatedHawaiianmonkseal-size_restricted.gif
 
Twitter es una puta genialidad. Twitter y todos esos periódicos digitales de mierda que han salido.

No hay gilipollas ahora mismo que no pueda reforzar cualquier argumento suyo por mierdoso que sea.

"Lo he visto en twitter", "lo he leído en un periódico de..." dicen los muy hijos de puta.

Es la democracia de la subnormalidad, el altavoz de idiotas por excelencia. Ojalá acabe empoderando a los tontos del lugar, a los keyboard warriors esos y, cuando se atrevan a comportarse en la vida real como lo hacen frente a la pantalla del ordenador, pensando que no hay represalia posible, reciban tremenda somanta de hostias a tope de realidad y sin hashtags de por medio.

Tampoco es algo tan exclusivo de twitter. También en el foro hay anormales que te rebaten cualquier gilipollez y luego en la vida real no se atreverían a poner un pero a una argumentación bien estructurada por un slk de 1,88 o un senior putas de 110kgs.
 
Y mira que he puesto a dos subnormales premium como ejemplo, no te digo nada con personas de verdad.
 
Es asombroso que de cada puto tema del mundo mundial parece que haya que saber que opinan un montón de gente sin identidad definida en el lodazal que es Twitter, con todas sus cuentas con nombres cañallitas, banderas de España y comunista y demás descripciones y opiniones de gañan profundo.

¿Es twitter los manuscritos del Mar Muerto o El Necronomicon? No hay ya ni un puto programa de televisión que no tengo un hastag en ese nido de retrasados que para colmo está el foro lleno de opiniones de ellos.

No he hecho caca hoy, por eso aprovecho. Os dejo ahora que tengo un Bukkake.

A mi me banearon en 3 semanas. Ergo es una mierda.
 
Yo no tengo problema con Twitter, ni tengo que soltar la primera mierda que se me pasa por la cabeza de manera impulsiva para opinar por opinar. Es más, ni accedo por ascopena que tengo a las gentes. Como si le pegan fuego a Twitter. Y despues a Instagram. Pero PornHub que no me lo toquen, por favor, que lo dejen como está.
 
Última edición:
Twitter es lo que tu quieras que sea,de hecho la mayoría lo usa como pequeñas cámaras de eco,como una ampliación de su salón donde solo cabe lo que le gusta oír y todo lo que se desvíe de eso es una afrenta a DENUNSIAR :lol:
 
Como dice Herbie Twitter es lo que quieres que sea. Si hay personas (políticos, periodistas, actores, escritores, etc) cuya opinión te interesa los sigues, lees lo que escriben, cuando publican algo te enteras, etc, etc.

Pero también es información: pasa algo en el mundo y el primer lugar al que hay que acudir es a Twitter, porque siempre estará esa persona anónima que está en el lugar de los hechos y te lo cuenta in situ. Y en los atentados de París no te informabas por la prensa si no por la gente que cinco minutos antes había visto a un terrorista disparando. O aquel que tuiteó que en la casa de al lado se oían disparos y resulta que eran los Seals matando a Bin Laden. O el que recibió el chivatazo de una enfermera de que un tal Michael Jackson la había palmado y lo dijo dos horas antes de que lo confirmaran los médicos y apareciera en los medios.

Y para estas cosas es muy útil. Luego puedes usarlo para mil cosas más, pero a mí no me interesan.

Y también sirve para que gente más perdida que un hijo de puta el día del padre abra un hilo preguntando sobre Twitter en 2019.
 
El problema de Twitter; y de la libertad de expresión en general (una quimera en nuestro país); es que los juicios del que sabe de verdad se equiparan a las opiniones de cualquiera, sin menospreciar a ese cualquiera, lo que conlleva que, el que comprende por dónde está el camino a seguir porque lo ha visto donde fuera, queda ahogado en la zarahúnda del raca raca, del cliché y del pensamiento correcto, y como si alguien supiera lo que es un pensamiento y mucho menos, uno correcto, puesto que todo pensar, de ser mirado con lupa o maña ocular, puede calificarse de falacia, o, hasta a mala leche, desprestigiada la idea inocente por una razón torticera y manipuladora.

Tipos de razón, hay muchos, sin embargo la natural, la que posibilita una cultura, desaparece en el cemento del civilizado razonar neurótico, ese pensamiento que no ha catado el olor de los bosques ni embotellado en una marca de renombre.

Twitter es la defunción de la verdad. A partir de aquí solo queda agarrarse los machos (y ellas las hembras) y capear el temporal esquivando el peligro de vivir en una sociedad tan fiera y violenta, en la que hoza gustosa en el abono de la colectividad que ni sabe ni quiere saber, en la que exhibe una especie de ignorancia orgullosa vistiendo la callada impotencia inconsciente de ver a la vida marcharse muy lejos, y también, cómo no, la malísima ralea de algunos enfermos y vanidosos capaces de vender patrias y matrias por un, 'me gusta'.

¿Quién quiere compañeros de viaje así? Lo mejor, pensar que no existe y obrar en consecuencia, para por lo menos, vivir tranquilo.
 
Última edición:
Seguir esta cuenta salvó mi vida, desde entonces tengo algo sólido a lo que agarrarme para seguir adelante.


 
El problema de Twitter; y de la libertad de expresión en general (una quimera en nuestro país); es que los juicios del que sabe de verdad se equiparan a las opiniones de cualquiera, sin menospreciar a ese cualquiera, lo que conlleva que, el que comprende por dónde está el camino a seguir porque lo ha visto donde fuera, queda ahogado en la zarahúnda del raca raca, del cliché y del pensamiento correcto, y como si alguien supiera lo que es un pensamiento y mucho menos, uno correcto, puesto que todo pensar, de ser mirado con lupa o maña ocular, puede calificarse de falacia, o, hasta a mala leche, desprestigiada la idea inocente por una razón torticera y manipuladora.

Tipos de razón, hay muchos, sin embargo la natural, la que posibilita una cultura, desaparece en el cemento del civilizado razonar neurótico, ese pensamiento que no ha catado el olor de los bosques ni embotellado en una marca de renombre.

Twitter es la defunción de la verdad. A partir de aquí solo queda agarrarse los machos (y ellas las hembras) y capear el temporal esquivando el peligro de vivir en una sociedad tan fiera y violenta, en la que hoza gustosa en el abono de la colectividad que ni sabe ni quiere saber, en la que exhibe una especie de ignorancia orgullosa vistiendo la callada impotencia inconsciente de ver a la vida marcharse muy lejos, y también, cómo no, la malísima ralea de algunos enfermos y vanidosos capaces de vender patrias y matrias por un, 'me gusta'.

¿Quién quiere compañeros de viaje así? Lo mejor, pensar que no existe y obrar en consecuencia, para por lo menos, vivir tranquilo.

Espero disfrutar con puntos de vista como el suyo en más ocasiones.
 
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Como dice Herbie Twitter es lo que quieres que sea. Si hay personas (políticos, periodistas, actores, escritores, etc) cuya opinión te interesa los sigues, lees lo que escriben, cuando publican algo te enteras, etc, etc.

Pero también es información: pasa algo en el mundo y el primer lugar al que hay que acudir es a Twitter, porque siempre estará esa persona anónima que está en el lugar de los hechos y te lo cuenta in situ. Y en los atentados de París no te informabas por la prensa si no por la gente que cinco minutos antes había visto a un terrorista disparando. O aquel que tuiteó que en la casa de al lado se oían disparos y resulta que eran los Seals matando a Bin Laden. O el que recibió el chivatazo de una enfermera de que un tal Michael Jackson la había palmado y lo dijo dos horas antes de que lo confirmaran los médicos y apareciera en los medios.

Y para estas cosas es muy útil. Luego puedes usarlo para mil cosas más, pero a mí no me interesan.

Y también sirve para que gente más perdida que un hijo de puta el día del padre abra un hilo preguntando sobre Twitter en 2019.
También nos informo de los taxistas marroquíes que hacían carreras gratis en BCN.
 
El problema de Twitter; y de la libertad de expresión en general (una quimera en nuestro país); es que los juicios del que sabe de verdad se equiparan a las opiniones de cualquiera, sin menospreciar a ese cualquiera, lo que conlleva que, el que comprende por dónde está el camino a seguir porque lo ha visto donde fuera, queda ahogado en la zarahúnda del raca raca, del cliché y del pensamiento correcto, y como si alguien supiera lo que es un pensamiento y mucho menos, uno correcto, puesto que todo pensar, de ser mirado con lupa o maña ocular, puede calificarse de falacia, o, hasta a mala leche, desprestigiada la idea inocente por una razón torticera y manipuladora.

Tipos de razón, hay muchos, sin embargo la natural, la que posibilita una cultura, desaparece en el cemento del civilizado razonar neurótico, ese pensamiento que no ha catado el olor de los bosques ni embotellado en una marca de renombre.

Twitter es la defunción de la verdad. A partir de aquí solo queda agarrarse los machos (y ellas las hembras) y capear el temporal esquivando el peligro de vivir en una sociedad tan fiera y violenta, en la que hoza gustosa en el abono de la colectividad que ni sabe ni quiere saber, en la que exhibe una especie de ignorancia orgullosa vistiendo la callada impotencia inconsciente de ver a la vida marcharse muy lejos, y también, cómo no, la malísima ralea de algunos enfermos y vanidosos capaces de vender patrias y matrias por un, 'me gusta'.

¿Quién quiere compañeros de viaje así? Lo mejor, pensar que no existe y obrar en consecuencia, para por lo menos, vivir tranquilo.
Es como lo que dijo Umberto Eco:

"Las redes sociales le dan el derecho de hablar a legiones de idiotas que primero hablaban solo en el bar después de un vaso de vino, sin dañar a la comunidad. Ellos eran silenciados rápidamente y ahora tienen el mismo derecho a hablar que un premio Nobel. Es la invasión de los idiotas".
 
Seguir esta cuenta salvó mi vida, desde entonces tengo algo sólido a lo que agarrarme para seguir adelante.


Esa y esta,hay que estar informado :lol:
 
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