Bea_astur rebuznó:
En el aspecto fisico que tenga algo especial no hace falta que sea guapo.Y en lo demás que no sea celoso,que no sea egoista,que sea sincero y que le guste trabajar,también que me tenga detalles como llamarme cada dia,en fin,tenerme contemplada ah y que me tenga contenta en la cama.
Venga foreras!
Weiz rebuznó:
Siento especial debilidad por los hiperactivos, los que son inteligentemente locos, los alegres, los empáticos, los que han sufrido, los sensibles.
Me da profundo asco los que carecen de dignidad, de orgullo, de ego, de fuerza, de curiosidad, de personalidad.
Físicamente, pues a nadie le amarga un dulce, me suelen atraer altos, los ojos claros y una sonrisa de malkavian.
Realmente estoy describiendo al chico que me ha robado el coraçao.
Este hilo está muerto de antemano. Por mi parte primera y única participación.
Que no sea celoso y que no sea egoísta, pero a continuación que me tenga contemplada. Es, con mínimas variantes el dichoso guión que me he encontrado casi siempre: no seas celoso o lo has de ser lo justo, cuando a mí me apetezca, para sentirme contemplada y ya modularé yo a capricho mi egoísmo.
Lo del gusto por trabajar seguro que si es alto ejecutivo mejor que mejor. Conozco algún zapatero remendón a quien le encanta poner medias suelas pero probablemente ése no tenga mucho éxito si es sincero y va con la verdad por delante acerca de su trabajo, nivel de ingresos y puesto en la escala social.
Estoy hasta ahí de oír historias sobre el atractivo de los alegres, los alocados e hiperactivos. Ese tipo de chicos al principio rompe y luego se devalúa hasta cotizar a cuatro chavos en cuanto llega el momento de las grandes responsabilidades con crédito bancario de por medio. Cuánta fantasía barata circula a cuenta de estos asuntos.
Los sensibles y los que han sufrido tampoco cuentan para planes de futuro. Al comienzo interesan mucho, al dárseles por supuesta (no sin razón muchas veces) cierta carga interior, un bagaje que parece prometer interés y plenitud. Ahora bien, cuando llegan mal dadas éstos tampoco valen, suelen ser a quienes precisamente se les reprocha que no tienen orgullo ni ego ni fuerza.
En cuanto al orgullo, el ego, la fuerza y la dignidad, qué quiere usted qué le diga, ya tuve que oír en su día algún discursito "ad hoc" y emparentaba el asunto más con tener que pisar la cabeza a alguien para trepar peldaños que con cualquier otra cosa. Tal vez por este particular inspire a veces profundo asco, cosa que no me inquieta ni lo más mínimo.