No sé muy bien por qué, pero llevo bastante tiempo sin aparecer por aquí, así que voy a hacer un repaso rápido sobre lo que he leído, obviando un poco aquello que me ha interesado menos y centrándome únicamente en lo que más me ha gustado. Así, a modo de recomendaciones, tal vez a alguien le resulte útil mi ignorancia literaria. A ver:
Me he vuelto un borgesmaníaco, he leído y releído el Ficciones y se ha convertido en uno de mis tres o cuatro libros favoritos. También gigante el Historia universal de la infamia, y he descubierto que El Aleph lo tenía injustamente poco valorado. He leído la, se podría decir, inabarcable Guerra y Paz de Tolstoi, un fresco histórico gigantesco, a ratos un tanto tedioso por las inacabables descripciones de batallas, movimientos de tropas, y alguna que otra controversia histórica que se detalla, pero en su gran mayoría magnífica como retrato de personajes y sobre todo como retrato vital del propio Tolstoi, como reflejo de su, me atrevería a decir, alma.
También he leído a Poe, tanto sus esenciales relatos cortos como esa suerte de desvarío místico que es Eureka; colmo de la locura, de la inteligencia y de la imaginación al mismo tiempo. Y he leído Drácula, clásico de sombra acrecentada por la cultura pop pero que sin embargo no decepciona; la mecánica epistolar le resta a veces un poco de ritmo, pero el catálogo de personajes es interesantísimo, sobre todo por ese Van Helsing de sapiencia rayana en locura, y de ciencia rayana en superstición.
La Náusea de Sartre se me ha hecho un poco cuesta arriba sobre todo en su parte inicial, que suelo interpretar casi como una criba de lectores por su decisión de obviar la empatía y simplemente hacer de diario de experiencias del protagonista. A partir de ahí interesantísimo, sobre todo las reflexiones de la parte central sobre la memoria y la muerte. He leído Dublineses de Joyce como preparación espiritual para intentar algún día Ulises y la verdad es que me ha gustado mucho, sobre todo el profundísimo Los Muertos del final; tal vez, y obviando a Borges, el relato corto que más me haya impactado.
Orlando de Virginia Woolf también ha caído, y me ha recordado bastante a El Doble de Dostoievski en el sentido de que es una ficción con un fuerte componente realista en el que se intercala un hecho mágico o sobrenatural, y sobre el que gira el resto del libro. Lo más interesante es sin duda el retrato del universo interior del protagonista, de una sensibilidad suprema.
Y ya por hoy.