Robert Canta rebuznó:
Slowhand es como esos ateos de pastel que con un Diosnoexiste y tres iconos de la risa desmitifican un misterio que duraba ya demasiados siglos.
Tú, en cambio, eres como esos creyentes cuyo argumento oscila entre el "porque sí" y "porque si tanta gente cree, será por algo", siguiendo tu analogía.
mister4 rebuznó:
Dime lo que crees que está mal de Kafka y te lo rebatiré. Crítica y serás contestado, convencido y redimido.
Llevo dos años dando la murga con el mito errante de Kafka y me seguís pidiendo argumentos, cuando en estos dos años, nadie ha dedicado 5 minutos de su tiempo a explicarme el porqué LOS LIBROS de Kafka son tan egregios, sublimes y poderosos. Aún así, volveré a la carga.
Creo que Kafka es un escritor decente, sin más. Ni es el genio demiurgo de la mejor literatura europea de la época moderna, ni es un saltimbanqui de las letras. Para mí, como escritor, es un cinco, un seis quizás en El proceso, pero no pasa de ahí.
¿Y por qué? Pues en primer lugar por su estética. Sus libros, más que historias, son un diario de la putrefacción que Kafka tenía dentro de sí, y él mismo lo reconoce en sus cartas con eso de "yo soy mis libros, mis novelas son yo, etcétera"; es decir, que Kafka no tiene nada que decir, no tiene material con el que trazar algo que te produzca sensaciones encontradas, simplemente crea un baúl en el cual introduce toda la mierda y mugre que tiene dentro de sí, plasmando así un auténtico y siniestro mercado del terror.
Otro motivo por el que no disfruto leyendo a Kafka es por su pésimo desarrollo narrativo. Todos los comienzos son sublimes pero se van diluyendo poco a poco en una bruma que acaba por hastiarme; al final, y esto enlaza con el primer punto, todo se reduce al sufrimiento que Kafka tiene dentro de sí y que moldea y da forma a través del libro. No ahonda en nada, no se sumerge en las entrañas de sus personajes porque no tiene nada que decir al respecto más que de sí mismo.
¿Otro motivo? Porque sus libros son confusos, turbados e imperceptibles. Historias inacabadas, escasez en los detalles, personajes incompletos, y ese modo de manejar a los personajes buscando la confusión del lector y el dejarle en ascuas en todo momento. ¿Qué cojones era Gregor Samsa? ¿Un escarabajo? ¿Un bicho bola? ¿Un artrópodo? Kafka es el escritor perfecto si no buscas respuesta en sus obras, porque no te las da, sólo deja que te diluyas a través del camino. Si tomamos la obra de Kafka como un laberinto cerrado del cual no hay puerta de salida, o como una escalera de Penrose, es un escritor fabuloso, genial, pero sinceramente, a mí todo eso me aburre y me exaspera.
Piedros a mí again.