Que ganen todos menos tú.

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Yo no he destacado ni en los deportes de cuando era ñajo. Lo que sí se me daba bien era dibujar, así que en trigonometría hacía unos vectores y unas ondas escalares de la poya en pepitoria (me las inventaba directamente) y en historia ya hacía unos mapas de las invasiones que eso del III Reich era una mudanza de sudacas al lado de mis negociaciones prusianas-estrella de la muerte.
 
De pequeño estaba apuntado a judo, lo cual fue una fuente de fracasos y traumas debido a que cada cierto tiempo había competiciones en las que salía a relucir mi falta de carácter. Reconozco que las artes marciales orientales están bien para un niño, son una forma de hacer deporte muy interesante y... no sé, es interesante, pero no permea ni un poquito de toda la sabiduría oriental en la que esas artes están sustentadas. "Váyase usted a Japón", me dirán algunos. Pues bueno.

La cuestión es que las clases las dábamos en el colegio por las tardes y me gustaba ir, era divertido. Una tarea más que tenía que realizar. Lo malo era que de vez en cuando, cada cierto tiempo, había que ir a competir, y eso ya no me gustaba tanto. debí competir a lo largo de cuatro años como mucho, con el increíble palmarés de dos victorias, algún empate y muchas derrotas. Pero eso era lo de menos, ya que lo más doloroso era que muchas veces perdía los nervios y me ponía a vomitar y daba la nota, sin poder pelear y teniendo que irme a casa avergonzado y llorando ante la ira de mi padre, que no entendía por qué su hijo era tan mierda. No es que perdiera, que perder es parte del competir, es que me ponía histérico y me iba sin entrar en liza.

Tal vez fueron los primeros ataques de ansiedad que tuve. Yo de niño ya tenía mis cosas. De buenas a primeras me ponía a llorar porque pensaba que algún día iba a dejar de ser niño y mis padres iban a morirse, o me entraba pánico porque pensaba que se me iba a aparecer un espíritu, o directamente le decía a mis padres que no tenía alicientes en mi vida a la edad de 9 años.

En fin, cuando empecé la ESO y dejé el cole se acabó el judo, lo cual me alegró bastante. Algunos compañeros siguieron yendo al gimnasio del profe, pero contaban historias de desnudez en las duchas que no me gustaban nada.

A modo de lol, una de las veces que más acojone pasé fue cuando peleé con un niño que parecía miembro de la etnia. Recuerdo cómo me miraba, nunca me he sentido tan odiado. El hijo de puta hizo lo que quiso conmigo, era jodido acero agarrándome del kimono. Ni siquiera tuve una oportunidad.
El judo, el arte marcial de los pobres.

Yo fuí tres años a clases de Judo. Por dos razones, la primera me había puesto algo chotete, y la segunda, además 3 niños me habían dejado un ojo morado y las piernas como si me hubiera enfrentado a una versión más sádica de Goyo Benito.

Mis padres decidieron que había que apuntarme a un arte marcial para aunar deporte y defensa personal. Yo obviamente dije kárate o taekwondo, mucho más molón y donde me imaginaba dando hostias por doquier, con patadas voladoras y dejando impresionadas a las niñas. Pero kárate lo daban en un gimnasio bien equipado y dedicado a ello, y la mensualidad era cara.

Así aterricé en Judo. En un colegio, no el mío, otro más cutre. El gimnasio, os lo podéis imaginar. Una sala con ventanales pero oscura, muy oscura , he visto cavernas mejor iluminadas. El equipamiento eran colchonetas de esas verdes de colegio todas juntas que hacían de tatami. Y ya.

Con esos mimbres, no supondrias que ahi iba lo más granado de la aristocracia mostoleña. Y todo eso se desataba en toda su crueldad en los vestuarios, por llamarlo de alguna manera, una cortina de esas oscuras que dividía la estancia. Por donde iba, ah el momento de cambiarse. La mezcolanza de olores era nauseabunda. Olor a pies, a pis rancio, el cual estaba serigrafiado en los calzoncillos blancos de algodón en un contorno amarillento de forma circular. Alguna vez hasta zurraspas se llegaban a vislumbrar en el culo, acompañado a un tufillo a mierda seca.

Y de ahí al tatami. Siempre igual dando espaldarazos y un manotazo que picaba un huevo en esas putas colchonetas. Luego la típica voltereta de Judo, poniendo a unos cuantos en batería para saltarlos todos juntos. Y luego las llaves. En fin una puta mierda. Algún día hacíamos un combate entre nosotros.

Todo ello bajo la atenta mirada de un profesor barrigudo que era cinturón negro cuarto DAN

Y llegó la competición. De la primera recuerdo que pasé un frío de cojones, salí al tatami, el árbitro dio inicio al combate en milésimas de segundo el mostrenco del rival me volteó como una marioneta, pegando un espaldarazo que cortó la respiración. El ipon más rápido de la historia. Me recuperé, me dieron una fanta y a casa.

La segunda, en pleno enero, en un gimnasio que no era frío, era gélido, tuve mi segunda oportunidad. Aquí estuve muy atento, y no me tiraron a la primera. En el combate vi que el otro intentaba barrerme con una llave y se me ocurrió que empujandolo perdería la verticalidad. LoL se apiado de mi y así gané dos combates y no sé por qué, ya que no era ninguna llave.

En semifinales me tocó un bestia y cuando le fui a empujar, me agarró de la manga y me volteó como un trapo, consiguiendo un ipon de libro. Aún así me dieron la medalla de bronce, acto inmortalizado por mi familia y donde luzco un blanco kimono con un cinturón verde y unos calcetines de rombos.

No estuve mucho más, porque seguía igual de chotete y no le veía mucha proyección a esto en una pelea.
 
Pues no se ahora mis panas, los tiempos deben estar cambiando.
En mis tiempos cuando había competición si había alguno que destacase y ganaba todo, pues ganaba todo, no pasaba nada.

En lo personal servidor siempre tuvo condiciones para todo, mas era un protoforero: vago y con cero instinto competitivo.
En la EGB como todo el mundo se apuntaba a algo, por no ser menos, yo me apunté a ajedrol, que se competía sentado.

K♂rma y el deporte intelectuás.
 
Cuando ganar es perder....

Soy, he sido y seré una nulidad deportiva, para vergüenza de mi progenitor.

Siempre he sido un lúser social, pero que compensaba con cualidades intelectuales, lo cual acentuaba más el fracaso social, en este caso bidireccional, ya que la gente me veia como un rarazo, y yo despreciaba a la gente en silencio por parecerme subnormales (más que yo).

Sobrepasé a los "colegas" en estudios, carrera y trabajo.....en teoria he ganado, pero objetivamente he perdido.

El peso de mis taras es aplastante y a la larga nada me llena ni compensa...
 
No te lo tomes tan en serio hombre, solo es tu vida...siempre te quedará billy bob...
Pero como no me lo voy a tomar enserio? Hieres mis sentimientos haciéndome quedar mal tras mi trauma del tío gordo de las barbas que me jodió los sábados por la mañana, encima me quieres hacer ver que el hijo de puta tenía razón y que mi venganza fue una fea metáfora de la sociedad actual, me pides que no me lo tome enserio?

Vengo aquí a abrir mi corazón, a contar mis miserias y cuando ves mi corazón partío hueles la sangre y te tiras a el en picado a devorarlo como un buitre. A partir de hoy cada vez que escribas te voy a ver como el tío gordo que me jodió los sábados por la mañana, nada volverá a ser lo mismo para nosotros dos.

Y Billy Bob era un hijo de puta, me castigaron por su culpa una vez porque se cargó una gallina de un vecino con la escopeta de balines y yo estaba allí, pero me enseñó a cazar y una serie de técnicas para atrapar animales que daba miedo.

El resto del curso escolar estuve en casa, siendo educado por mi madre, que lo sabe todo.

Conñó, desarrolle eso plox
 
Pero como no me lo voy a tomar enserio? Hieres mis sentimientos haciéndome quedar mal tras mi trauma del tío gordo de las barbas que me jodió los sábados por la mañana, encima me quieres hacer ver que el hijo de puta tenía razón y que mi venganza fue una fea metáfora de la sociedad actual, me pides que no me lo tome enserio?

Vengo aquí a abrir mi corazón, a contar mis miserias y cuando ves mi corazón partío hueles la sangre y te tiras a el en picado a devorarlo como un buitre. A partir de hoy cada vez que escribas te voy a ver como el tío gordo que me jodió los sábados por la mañana, nada volverá a ser lo mismo para nosotros dos.

Y Billy Bob era un hijo de puta, me castigaron por su culpa una vez porque se cargó una gallina de un vecino con la escopeta de balines y yo estaba allí, pero me enseñó a cazar y una serie de técnicas para atrapar animales que daba miedo.



Conñó, desarrolle eso plox

Búscalo y escupele en el coche, si se chiva a tus padres, ya poco podrán hacerte!
 
Yo estaba en el equipo de furbol del colegio en 7º de EGB y recuerdo que llegaba tarde a los partidos porque eran a las 12 el sábado, así que no salía de titular.

Luego el entrenador me decía que me tenía que dejar los huevecitos en el campo, imagínense lo vago que era, que cuando jugaba contra otro que era muy hiperactivo y atlético pensaba... "joder con el notas éste se cree que está en el mundial".

De más peque gané la medalla de oro en las olimpiadas de mi pueblo y vestido con jeans, éramos 4 en mi categoría.

Luego ya de mayor en el instituto y en la hunibersidac sí que me gustaba dejarlo todo en el campo y disfrutaba dando buenas ostias dentro de lo que cabe y abusando de mi físico atlético incluso jugando con tipos de 22 años cuando yo ya tenía 34.
 
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La polémica de kalkulón y bailare sobre tu tumba no la acabo de comprender, es un sálvame foril, verdad?
 
Cuarto de primaria. Enésimo cambio de colegio, inadaptación social por mi parte. No le caía bien a nadie, así que pasaba los recreos solo. Mi infinito amor por mis padres hacía que me dedicara a estudiar mucho cada tarde, para sacar las mejores notas y hacer que no sufrieran tanto viendo mis crecientes dificultades para relacionarme con mis semejantes.

Había un examen de informática el próximo día. En la cocina me puse a estudiar, y para que no fuese tan aburrido, cantaba y bailaba al compás de los apuntes sobre el PC, teclado, periféricos y todo eso. Mis padres decían que me calmara, que si me sabía la lección de sobra que fuese a jugar. Pero no tenía con quién jugar, así que seguía cantando y bailando con los versos que me había inventado.

Llega el día señalado. Entramos en clase, el profesor nos entrega las hojas con el cuestionario, y nos dice que saquemos otra para responder. Yo no tenía hoja, sólo el cuaderno. Se lo dije al profesor, y me respondió que no pasaba nada, que contestara en el cuaderno y luego se lo diese. Acabé el examen en cinco minutos, pues las respuestas me las sabía de memoria.

Llega el recreo, y, mientras iba comiendo por ahí un bollo, vi a la compañera más guapa de mi clase llorando a moco tendido, saliendo de dirección. En mi interior, saltaron alarmas. Algo pasaba, y no era nada bueno. Todavía peor: estaba seguro de que tenía que ver conmigo, aunque no tenía ni idea de por qué. Pero tenía que ver conmigo.

Mis sospechas se fundamentaron cuando, al volver a clase, la directora me dijo que fuera a jugar con los niños de preescolar un rato, que luego volvería y se reanudaría la clase. La profesora, visiblemente nerviosa, me dijo que era una sorpresa para mí, que no pasaba nada... Pero yo estaba ceñudo, ya sabía que algo extraño pasaba conmigo.

Al volver:

-Pepito, ven aquí. Hemos estado hablando con tus compañeros, y nos dicen que piensan que te has copiado en el examen de informática.

Y me pasó algo que jamás en mis diez años de vida me había ocurrido: mi corazón empezó a latir con furia, la sangre subió cagando leches a mi cabeza, sentí un calor impresionante en todo el rostro, mis ojos parecían salir de sus órbitas, y dirigí la mirada directamente hacia la compañera que, rato antes, había estado llorando a moco tendido. Sentí que rayos, relámpagos y centellas salían de mis pupilas hacia ella. Apreté mis labios con fuerza. Ella bajó la cabeza, intentó esconderse bajo la mesa de la manera más disimulada que pudo...

-Es mentira, no me copié.

-Vale, Pepito, pues vamos a hacer una cosa... Aquí tienes la hoja del examen. Vuelve a hacerlo, escribiendo las respuestas en ese mismo papel.

-No hay problema- respondí con decisión y altivez. Cogí el papel, y me dirigí con paso firme al pupitre. La directora se fue, la profesora estaba mesándose los cabellos avergonzadísima. Acabé el examen en menos tiempo aún, con las respuestas exactamente iguales que en el primer intento. La profesora, al recibirlo, sonrió y casi se echó a reír a carcajadas con perplejidad. Se levantó y se fue a mirar por la ventana, a saber en qué pensaría. Yo me fui a mi sitio, que era al lado de la zorra ya no en ciernes. No le dije nada, pero ella se escondía detrás de su libro, estaba completamente arrinconada contra la pared, podía oír sus latidos con intensidad. Y eso que yo pasaba olímpicamente de ella. Qué poderoso es el sentimiento de culpa.

En el coche de mis padres.

-¿Qué tal el día de hoy?

-Me dijeron que me había copiado. Tuve que hacer el examen dos veces.

-W... T... F.

Le montaron un cirio a la directora, amenazando con querellarse y no sé qué hostias. Me sacaron de allí ipso facto, al profesor de informática le despidieron, y el resto del curso escolar estuve en casa, siendo educado por mi madre, que lo sabe todo.

Y así fue mi vida hasta hoy.
Grande, macho.
Me ha recordado a una cosa que me pasó a mi, con la salvedad que la zancadilla me la puso una madre. Resulta que habíamos quedado 4 personas en casa de Raúl, mi mejor amigo, para hacer un trabajo. Unos 12 años tendríamos. Yo ese año había notado un cambio en Raúl. Cuando nos fueron a cambiar de sitio en clase el profe nos había puesto juntos y Raúl había declinado ese sitio a mi lado, rompiendo mi corazón.
Total, que estábamos en casa del tipo este haciendo un trabajo sobre los romanos y los griegos. Yo llevé unos mapas de puta madre sobre la expansión griega y romana y, como mi madre me había enseñado desde pequeño a utilizar la maquina de escribir, yo pase entero el trabajo a limpio.
Total, que llevamos el trabajo y Raúl insiste en llevarlo él al profesor. Dice que ha hecho una portada en casa, muy colorida y bonita, y que mejor que la sustituyamos por la portada seria que hice yo. A ninguno de los otros 3 integrantes del grupo nos importa la portada así que le doy el trabajo y él sustituye la portada y se lo lleva.
Pasan los días y llegan las notas, las está diciendo el profesor en voz alta, llega a mi nombre y me dice que un 0 y que me quede después de clase. Llegan los otros integrantes de mi grupo y todos muy buena nota. Yo, ojiplático y al borde del llanto, no entiendo una mierda. Al final de clase me quedo y me dice el profesor que tengo un 0 porque no he participado en ningún trabajo. Me tranquilizo y digo que ah bueno, que es todo un error, que susto. Que oiga mire, sí que participé, en el grupo de Raúl, el de los griegos y romanos. Ya, ya, me responde, pero Raúl dice que tú no participaste, que no hiciste nada.
Fue como el capítulo ese de los Simpson. Noté cómo se me rompía el puto corazón, traicionado. Me puse triste, ni siquiera me dió un acceso de ira como solía darme. Me pongo a llorar como un mierda. Que si que he estado en el grupo, que yo mismo llevé esos mapas adjuntos, que yo me pase hasta las tantas pasando el trabajo a máquina. Ni siquiera hace un careo con el otro subnormal. Simplemente me dijo que me quedaba con el 0 y que para otra vez me aplicase más.
Al llegar a casa se lo cuento a mi madre y mi madre, más listac y con más mala hostia que servidor, se persona en casa del chico este a saldar cuentas. La madre con aire falsamente sorprendido dice que oh vaya, a su hijo se le debió olvidar meter mi nombre en la portada. Yo digo que él le dijo en persona al profesor que yo no había hecho el trabajo y la madre que al día siguiente hablaba con el profesor y tema zanjado.
Total, que al día siguiente, menos dolido pensando que podía ser verdad lo que dijo la madre, pregunto a Raúl y éste me dice que todo había sido obra de su mamac, que ella le había hecho la portada y que ella había decidido no meterme en el trabajo.
Si ya esto supuso un golpe, peor me supo que los otros integrantes se inhibieran del asunto porque no era problema suyo.
Por cierto que el profo dijo que por gilipollas o por mentirosos, nos quedábamos todos los integrantes del grupo con un 0.
Mi madre sostiene que yo había empezado a hacer sombra a Raúl en cuanto a notas se refiere y la madre se había echado al monte. Teoría falsa, porque sólo le hacía sombra en sociales, en lo demás ni me acercaba a ese empollón. Me inclino a pensar que la madre albergaba la esperanza de que fuese yo sólo a su casa a pedir explicaciones y la madre aprovechase para desvirgarme y hacerme unas lentejas.
Y así fue, amigos, como ninguno aprendió absolutamente ninguna lecció de todo esto.
 
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Vengo aquí a abrir mi corazón, a contar mis miserias y cuando ves mi corazón partío hueles la sangre y te tiras a el en picado a devorarlo como un buitre. A partir de hoy cada vez que escribas te voy a ver como el tío gordo que me jodió los sábados por la mañana, nada volverá a ser lo mismo para nosotros dos...

Aún podemos luchar por este amor, don't give up on me



Conñó, desarrolle eso plox

Eso no lo escribí yo
 
Grande, macho.
Me ha recordado a una cosa que me pasó a mi, con la salvedad que la zancadilla me la puso una madre. Resulta que habíamos quedado 4 personas en casa de Raúl, mi mejor amigo, para hacer un trabajo. Unos 12 años tendríamos. Yo ese año había notado un cambio en Raúl. Cuando nos fueron a cambiar de sitio en clase el profe nos había puesto juntos y Raúl había declinado ese sitio a mi lado, rompiendo mi corazón.
Total, que estábamos en casa del tipo este haciendo un trabajo sobre los romanos y los griegos. Yo llevé unos mapas de puta madre sobre la expansión griega y romana y, como mi madre me había enseñado desde pequeño a utilizar la maquina de escribir, yo pase entero el trabajo a limpio.
Total, que llevamos el trabajo y Raúl insiste en llevarlo él al profesor. Dice que ha hecho una portada en casa, muy colorida y bonita, y que mejor que la sustituyamos por la portada seria que hice yo. A ninguno de los otros 3 integrantes del grupo nos importa la portada así que le doy el trabajo y él sustituye la portada y se lo lleva.
Pasan los días y llegan las notas, las está diciendo el profesor en voz alta, llega a mi nombre y me dice que un 0 y que me quede después de clase. Llegan los otros integrantes de mi grupo y todos muy buena nota. Yo, ojiplático y al borde del llanto, no entiendo una mierda. Al final de clase me quedo y me dice el profesor que tengo un 0 porque no he participado en ningún trabajo. Me tranquilizo y digo que ah bueno, que es todo un error, que susto. Que oiga mire, sí que participé, en el grupo de Raúl, el de los griegos y romanos. Ya, ya, me responde, pero Raúl dice que tú no participaste, que no hiciste nada.
Fue como el capítulo ese de los Simpson. Noté cómo se me rompía el puto corazón, traicionado. Me puse triste, ni siquiera me dió un acceso de ira como solía darme. Me pongo a llorar como un mierda. Que si que he estado en el grupo, que yo mismo llevé esos mapas adjuntos, que yo me pase hasta las tantas pasando el trabajo a máquina. Ni siquiera hace un careo con el otro subnormal. Simplemente me dijo que me quedaba con el 0 y que para otra vez me aplicase más.
Al llegar a casa se lo cuento a mi madre y mi madre, más listac y con más mala hostia que servidor, se persona en casa del chico este a saldar cuentas. La madre con aire falsamente sorprendido dice que oh vaya, a su hijo se le debió olvidar meter mi nombre en la portada. Yo digo que él le dijo en persona al profesor que yo no había hecho el trabajo y la madre que al día siguiente hablaba con el profesor y tema zanjado.
Total, que al día siguiente, menos dolido pensando que podía ser verdad lo que dijo la madre, pregunto a Raúl y éste me dice que todo había sido obra de su mamac, que ella le había hecho la portada y que ella había decidido no meterme en el trabajo.
Si ya esto supuso un golpe, peor me supo que los otros integrantes se inhibieran del asunto porque no era problema suyo.
Por cierto que el profo dijo que por gilipollas o por mentirosos, nos quedábamos todos los integrantes del grupo con un 0.
Mi madre sostiene que yo había empezado a hacer sombra a Raúl en cuanto a notas se refiere y la madre se había echado al monte. Teoría falsa, porque sólo le hacía sombra en sociales, en lo demás ni me acercaba a ese empollón. Me inclino a pensar que la madre albergaba la esperanza de que fuese yo sólo a su casa a pedir explicaciones y la madre aprovechase para desvirgarme y hacerme unas lentejas.
Y así fue, amigos, como ninguno aprendió absolutamente ninguna lecció de todo esto.

Esa lección ha sido de lo más valioso para tu vida laboral, seguro. El tema de apropiarse méritos es una constante en entornos competitivos.

Lo de la madre, te tenías que haber vengado con los 18 cumplidos, ahora ya estará para el desguace.
 
Pues no se ahora mis panas, los tiempos deben estar cambiando.
En mis tiempos cuando había competición si había alguno que destacase y ganaba todo, pues ganaba todo, no pasaba nada.

En lo personal servidor siempre tuvo condiciones para todo, mas era un protoforero: vago y con cero instinto competitivo.
En la EGB como todo el mundo se apuntaba a algo, por no ser menos, yo me apunté a ajedrol, que se competía sentado.

K♂rma y el deporte intelectuás.
Correcto, y sólo había categoría masculina y femenina.

Ahora dura más la entrega de premios que la carrera, y todo debido a la cantidad de categorías que hay. Por no hablar de que hay medalla a los finisher. Termino bastante devaluado últimamente
 
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