Dia 1: El Shock. Supongo que al saberlo uno cae en un estado harto depresivo. Es probable que el primer dia sea de bajón, mirando a la nada. Lágrimas mientras ves un anuncio de galletas Oreo en la tele y tal.
Dia 2: Síndrome del abuelete. Caminas por la calle lamentando todo lo que se va a perder, cada niño pequeño te parece una tragedia, cada obra de harte es sublime, comes una bratwurst y te parece deliciosa. Chocheas, miras al cielo, abrazas un árbol.
Dia 3: Incomprensión. No has dormido en toda la noche, te has estado comiendo el tarro. Sabes que quedan pocos dias, repasas tu vida, piensas en hacer algo.
Vas a ver a tu familia, los abrazas, les dices que los quieres mucho, ellos se desojonan de tí y te llaman marica.
Llamas por teléfono a amigos, les dices que ha sido un honor conocerlos, te llaman tarado.
Llamas a alguna ex-novia que se lo merezca, le dices que guardas un buen recuerdo suyo, ella se descojona de tí, te llama fraca y te dice que su actual novio folla como un Dios, tiene un trabajo de pasta y su coche vale mas que tu vida.
Dia 4: Furia. Tu entorno te cabrea, no merecen ver el glorioso apocalipsis. Ves a ese policia chulo de barrio que siempre te ha parecido despreciable. Le metes una certera punción en el cuello desde su espalda, ya tienes su arma.
Vas al trabajo y empiezas a cargarte a esos hijos de puta en plan comando, golpeas y huyes. Con la confusión llegan mas policías, sigues con el plan, matas al que se quede solo y consigues mas armas, GTA style.
Dia 5: AMO. Has marcado una visible cicatriz en esta ciudad condenada. Las fuerzas de seguridad, tan torpes, lentas e ineficaces como siempre, aún no acaban de aterrizar, la sobreinformación mediática cubre tu rastro bajo mas y mas confusión y relatos disparatados. La incompetente policía busca a un musulmán maltratador rubio, cojo, con un parche, un pitbull y un cinturón explosivo.
Regalas un par de cócteles molotov a locales latinos que siempre te dieron asco, es navidad, podrías cargarte media ciudad antes de que la gente empiece a pensar en algo que no sea futbol y prensa rosa.
Dia 6: Secso. Robas un par de cajas registradoras y te metes en el burdel de lujo mas prohibitivo. Consumes 14 horas sin dejar de follar con tias de todas las razas del mundo, eyaculas sobre vello púbico de todo color, no te satisface en absoluto. Buscas nombres y direcciones de tias que has conocido o celebridades, entras en sus casas y las violas culminando la acción con una eyaculación de plomo entre los ojos.
Te bañas en aceite de bebé mientras toda una planta de televisores de media markt pone cientos de películas porno en sus pantallas y 16 putas encocadas hasta las cejas follan hasta sangrar. Te duele la polla de tanto meter.
Dia 7: Climax. Gasolina por doquier, prendes fuego a toda institución bienpensante, ministros, policía, feminazis, curas. El ejército te sitía pensando que la cosa va a acabar, peor estás donde quieres, en el edificio mas alto de la ciudad, dispuesto a ver cómo el cielo se torna rojo y peta el mundo.
Justo cuando un psicólogo imbécil se acerca tembloroso por la azotea, dispuesto a hablarte de pollas, complejos, Freud y suputamadre, llega el apocalipsis y todo el mundo se arrepiente de no haber seguido tu ejemplo.