Sí. A mí me flipa cómo gente resudá de la discoteque llega a casa y se mete de cabeza en la piltra. O después de trabajar todo el puto día, ídem de lienzo.
Yo, por muy perjudicado que llegase me metía en la ducha y saboreaba el contraste alcohol/agua que se da en esas circunstancias.
Yo no me voy a la cama sin haber pasado por la ducha. Al llegar del trabajo (15: 20), ducha, y antes de sobar , ducha. Y en verano, gracias a mis kilotones, de tres duchas al día no bajo. Me gusta sentir que no tengo capa lipídica en la epidermis.
Ahora, Curro, tampoco me diga que los de la city son la rehostia de guarros y los hijos del arado un dechado de higiene: yo ya he visto una chica del rural venir a parir y que no se lavaba desde que se quedó preñada

... y, como norma general, el olor que despiden buena parte (cada vez menos, por suerte), de los ancianos del medio rural, es para pensarse seriamente hacerse accionista de ambipur, de lo que gastamos en según qué habitaciones.
Y eso en categoría de olores; después tenemos uñas con capas y capas de MIERDA, ombligos que hay que poner a ablandar con vaselina, espacios interdigitales acorazados de cotra...
Sí, muy higiénicos los Marciales.