Jesus Quintana
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- 6 Abr 2006
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Maltratadores psicológicos los llaman, y les echan la culpa. Se les castiga por jugar, por tratar malamente, por no cuidar a la pareja decentemente.
Y yo me pregunto, ¿qué trato decente ha de recibir una persona que tiene la dignidad por el suelo?. Porque oye, aguantar eso, será porque uno quiere, luego que no se queje. Mala gente hay en todas partes, interesados también, amargados incluso que son felices haciendo el mal. La virtud de uno aquí es saberse fuerte como para apartar a ese tipo de gentuza. Lo bueno es saber localizar a este tipo de personas y darles una patada en el culo. Detectarlo, retirarlo y seguir con tu camino, más fuerte si cabe.
Claro, Rastrero, es que no puede ser de otra forma. Yo no voy a decir que tu amigo -quizás imaginario- me da pena. No, no me da ninguna. Pena de qué? Él se lo buscó, el permaneció ahí. De pena nada, ni lástima. Ni si quiera es digno de llorar en los hombros de nadie. Estuvo ahí porque quiso y por qué quiso? Quizás es que le guste que le traten como una mierda, el querer a alguien en mi caso se gana, vamos, se gana que le quieras. Una persona que te da patadas, no es digno de recibir mi amor, por lo tanto, me voy a otra parte.
Aquí has pinchado en hueso, pero completamente además. Toda esta perorata se podría aplicar, con las mismas palabras, a la mujer maltratada que no se larga y sigue al lado del maltratador, aguantando carros y carretas. O sea que, en tu opinión, las víctimas del maltrato físico no tienen dignidad y no se merecen ninguna comprensión, ni siquiera lástima.
No entiendes, o no quieres entender, que hay gente que puede engancharse de tal forma a otra persona que es incapaz de dejarla por propia voluntad, aunque le esté maltratando física o psicológicamente. Es como el que se engancha a la droga, sabe que le está haciendo daño pero no puede dejarla.
No me malinterpretes. Tu discurso tiene su lógica, pero olvidas que en temas sentimentales la lógica no tiene cabida. Cuando estás enganchado a alguien no es tan fácil hacer lo correcto, aunque sepas qué es lo correcto.