La Tejedora y el Glamour
Con mis siguientes cavilaciones logro dos cosas: no abrir un hilo pésimo y subir uno excelente.
LA TEJEDORA Y EL GLAMOUR
Como en casi todo lo que escribo, me limito a recopilar ideas interesantes pero ajenas. Hace tiempo leí en un libro pésimo que trataba sobre dos conceptos que siempre me interesaron, antagónicos y que envuelven todo: la Tejedora y el Glamour.
La Tejedora es lo gris y lo anodino, lo racional y lo metódico: una fila de contribuyentes esperando su turno en un negociado, el recibo de la hipoteca, Van Gaal... ésos son algunos de sus exponentes y ahí despliega todo su esplendor. Es una araña que teje y teje sin cesar un hilo férreo, que a todo atenaza.
No es el Glamour lo que todo el mundo cree, sino lo insólito e irracional, lo grotesco y fantástico: encontrarse un impreso firmado a nombre de
Cagliostro, conde de Saint-Germain , una botella de absenta, sacar un conejo de la chistera. En definitiva, el Glamour es una ninfa que corretea alegre y alocadamente.
Cuando el mundo era joven, era el Glamour quien campaba a sus anchas. Siempre se han peleado, y poco a poco retrocedió. Obviamente, hoy la Tejedora es quien domina el mundo, la ninfa retrocede aunque ello no signfique que haya menguado su poder, cuado surge éste brota incontenible, sólo que a simple vista solo se advierte la presencia de un bando.
El combate es sordo, pero ninguna de las partes da su brazo a torcer por muy debilitada que esté: como una imagen vale más que mil palabras, el vuelo dela paloma entre las humeantes chimeneas del final de “Blade Runner”.
No obstante, en ocasiones, alguien sufientemente perspicaz puede encotrar Glamour incluso en el sitio más insospechado, allí donde la tela es más endeble... Hay incluso quien lo manipula, normalmente a gente así la llamamos “magos” o “locos”, pero nunca de manera impune, el precio a pagar siempre es alto.
Si alguien ha visto “Brazil”, se hará una idea de todo lo anterior.