ilovegintonic rebuznó:
Esto es radicalmente mentira. No tengo pinta de eso. Nadie lo diría.
Pero lo soy.
Y hace muy bien, qué coño.
Conozco a más de uno que se pasa la vida derrochando en invitaciones con una cohorte de "amigos" bailándole alrededor a ver si pilla algo y da puto asco. Tener dinero no implica ir tirándolo ni tener que hacerse cargo de los consumos ajenos.
En cuanto a la empresa, ciertamente es así, recuerdo en la empresa de construcción que facturabamos cada més veinte o veinticinco millones, pero de beneficio quedaba un sueldo y poco más, porque el resto de beneficios iban a la propia empresa de vuelta.
Lo que cuenta es la cuenta de pérdidas y ganancias, después de impuestos claro, y aun así está el tema de cuantos beneficios repartir y cuantos reinvertir en la empresa.
Lo bueno es que eres tu propio jefe, lo malo es que, por norma general, estás las putas 24 horas pensando en el puto trabajo, y te comes tú todos los marrones y asumes todos los riesgos. No es tan bonito como parece. Y para eso hay que valer, que hay gente que acaba fatal de los nervios porque según qué empresa no pueden soportar la atención y responsabilidad que conlleva.
kalkulon rebuznó:
Literalmente, si.
Pero bueno, hay que hacer de tripas corazón.
Pensad que lo malo no es trabajar, sino trabajar en un mal ambiente laboral, que tengas que estar mirando el reloj cada media hora deseando salir del curro. Si hay buen ambiente y estás a gusto en el trabajo, trabajar puede ser hasta mejor que estar ocioso en casa sin nada que hacer, según el caso.
La mejor época de mi vida, y no os lo vais a creer, pero es la puta verdad, fue cuando la cosa se puso mal y tuve que trabajar de peon de albañil, y antes de eso cuando tuve que dar portes con un camioncito pequeño cargando y descargando sacos de cemento y materiales de obra variado.
El ambiente no era malo, trabajabas como un cabrón pero hasta sentaba bien, estaba fuerte y la testosterona y endorfinas fluían que daba gusto. Llegaba a casa reventado de currar y sucio tras DIEZ horas de trabajo. Me daba una larga ducha, me hacía la cena mientras veía una peli, preparaba todo para el día siguiente y a la cama. Y el fin de semana para mis aficiones. Y todo por 900 euros al mes.
Pues bien, era feliz. La gente subestima las bondades del trabajo duro, si uno está físicamente capacitado para hacerlo y no le pesa.
Era un trabajo de mierda pero me hacía sentir vivo, y como digo, sobre todo, había un buen ambiente laboral. Era un gusto llegar, dar los buenos días y despedirse afectuosamente de los compañeros, y pasar el día hablando banalidades, pero a gusto.
Tengo un amiguete (conocido más bien) que el tío no trabaja porque básicamente no le hace falta. Es millonario por herencia y los negocios se los llevan otros. Y no sabe qué hacer con su vida. Vive amargado, triste, desolado, nada lo satisface. Se gasta 5000 euros en un fin de semana en una juerga monumental y ni siquiera consigue pasárselo bien. Me da pena el chaval porque puede comprarse lo que le de la gana, pero no lo disfruta, no sabe hacerlo.
Lo que quiero decir es que todo es relativo en esta vida. Por supuesto ya me gustaría a mi tener dinero en el banco para quitarme de currar y vivir mejor que bien el resto de mi vida, pero que a fin de cuentas, todos vamos a vivir y vamos a morir, y
lo que sientas mientras pasas por la vida va a depender de lo que pienses y ocurra dentro de tu cabeza, más que de los bienes materiales que tengas.
Es imprescindible un mínimo de dinero para poder vivir y cubrir tus necesidades básicas y algún que otro capricho, pero por encima de eso, ser feliz dependerá de ti, no de los millones que tengas en el banco.