mecagoenSatán
Freak
- Registro
- 8 Mar 2010
- Mensajes
- 5.249
- Reacciones
- 0
Os dejo con un artículo bastante hamo escrito por Fjordman, el bloguero noruego al que los progres ya están acusando de "autor intelectual" de la matanza de Oslo, a pesar de que él mismo se ha desvinculado publicamente de las acciones de Brevik:
• Do Western Authorities Care More About Hamsters Than About Europeans? | EuropeNews
¿Se preocupan más las Autoridades Occidentales por los hámsters que por los Europeos?
En enero de 2011, el Observador de la UE declaró que Francia se arriesgaba a perder un caso en el Tribunal Europeo de Justicia por su negligencia con respecto al gran hámster de Alsacia, una especie en peligro de extinción. Suecia estaba a punto de ser llevada ante los tribunales por la Comisión Europea por permitir la caza del lobo. París podría ser abofeteada con una multa de varios millones de euros por no proteger a los hámsters.
Fíjate en cómo la UE se preocupa más por los hámsters que por los pueblos nativos de todo un continente, cuna de la civilización más creativa e innovadora en la historia de la humanidad.Nosotros valemos menos que el polvo. No recuerdo haber visto un solo informe de la Unión Europea, o para el caso del Gobierno de los EE.UU., sobre la ola de violencia racista contra los blancos en las principales ciudades, causada por la inmigración masiva de pueblos extranjeros que es promovida activamente por las autoridades occidentales. Sin embargo, ahora tenemos uno sobre hámsters. ¿Significa esto que las autoridades occidentales se preocupan más por los hámsteres que por los europeos?. Probablemente, sí.
Si la UE se preocupara aunque sólo fuera la mitad de eso en preservar a los suecos, italianos, daneses, holandeses, ingleses, alemanes, franceses o polacos a como lo hacen por los animales, entonces podríamos llegar a alguna parte.
El total de la población humana sobre este planeta cuando finalizó la última Edad de Hielo, pudo haber estado en el rango de entre cuatro a seis millones de personas, menor que el de una ciudad del tamaño de Londres, París o Moscú hoy día. Otra forma de decirlo es que por cada persona que vivía en la Tierra en el 9000 A.C. aproximadamente, en la actualidad hay como mínimo mil, tal vez hasta dos mil, a principios del siglo XXI. Esto debería darnos un poco de perspectiva sobre lo mucho que nuestros números se han incrementado en el transcurso de los últimos diez mil años. Dos grandes revoluciones causaron esto.
Con la Revolución Neolítica, la agricultura comenzó más o menos independientemente en un puñado de regiones diferentes y se extendió muy lentamente a partir desde ahí durante miles de años. Entendiendo que las semillas de las plantas alimenticias podían recogerse y hacerse crecer deliberadamente fue un importante punto de inflexión en la historia, pero llevó mucho tiempo. A pesar de que los primeros agricultores pueden, irónicamente, haber gozado de menos tiempo libre y más problemas de salud que sus contemporáneos cazadores-recolectores, su número y la complejidad de sus sociedades aumentó tanto que llevó a los segundos a la extinción. Las comunidades asentadas consumidoras de productos agrícolas ya disfrutaron por aquel entonces de un triunfo global, aunque algunas comunidades aisladas de cazadores-recolectores existen todavía aquí y allá. Sin embargo, el trastorno más grande y más rápido fue la Revolución Industrial.
A diferencia de la Revolución Neolítica, la Revolución Industrial comenzó tan sólo en una única ubicación – Europa Occidental – y se extendió a partir de ahí por todo el mundo en unas pocas generaciones, no en miles de años. Considerando que el ritmo de cambio era casi imperceptible para una persona en el 6000 A.C., un hombre nacido en 1799 que viviera una vida muy larga habría sido testigo de un mundo que se había transformado totalmente . Cuando era niño, el medio más rápido para el transporte de información o gente todavía era, por lo general, a caballo o en barcos de vela, como lo había sido durante miles de años. Los viajes de larga distancia era raros e inusuales. En el momento de su muerte, las líneas de ferrocarril atravesaban los continentes, barcos de vapor llevaban mercancías voluminosas, los coches con motores de combustión interna rodaban por las calles, los primeros aviones habían volado y las ondas de radio habían sido transmitidas a través del Océano Atlántico, siguiendo los cables de telégrafo transatlánticos ya existentes. Añade un siglo o así, y tenemos que miles de millones de personas viajan anualmente mediante aviones a lugares distantes en pocas horas, estando el turismo espacial aún en su infancia. Grandes cantidades de información se transmiten diariamente a la velocidad de la luz.
Esto representa las mayores revoluciones en las comunicaciones en toda la historia, todas ellas logradas en el curso de un par de vidas humanas.
En realidad no existía nada parecido a una “historia mundial” antes de la expansión europea global de los últimos siglos. Para bien o para mal, los pueblos europeos han creado una civilización tecnológica integrada y verdaderamente global por primera vez, y desarrollado una cultura internacional de ciencia organizada, donde no existía ninguna antes. Eso es un logro extraordinario.
Uno podría pensar que su proporción con respecto a la población mundial podría aumentar después de un éxito tan enorme. Durante un tiempo, lo hizo. Desde la revolución científica y más o menos hasta la Primera Guerra Mundial – o el Gran Fratricidio Europea que es como debería llamarse en realidad – ésta creció, y entonces cayó en picado durante el siglo XX. En 2011, la cuota europea de la población mundial es menor de lo que lo haya sido alguna vez en la historia, e incluso si contamos sus descendientes en el extranjero, está muy por debajo de lo que era antes de que los europeos crearan esta globalización, y la tasa continúa cayendo rápidamente. El porcentaje de europeos en todo el mundo se está acercando al de los blancos en Sudáfrica. Esto ha ocurrido en parte porque su propio número se ha estancado – todas las naciones europeas, exceptuando a los albaneses musulmanes tienen actualmente tasas de natalidad por debajo del nivel de reemplazo, algunas de ellas muy por debajo – pero sobre todo porque la población estalló en otras partes del mundo. Al parecer, los europeos crearon un mundo del cual, en última instancia, no se han beneficiado.
Una persona nacida en Suecia en 1970, un país que no tiene historia colonial fuera de Europa, habría comenzado la escuela en una nación que todavía era aproximadamente el 100% homogénea étnicamente. Si continúan las tendencias actuales, será una minoría en su tierra natal cuando llegue a viejo. Él no sólo tiene que soportar esto o ser socialmente vilipendiado y tal vez despedido de su trabajo o algo peor, sino que encima tiene que financiar su propia colonización y celebrarlo públicamente como un gran y positivo avance. Aquí no ha habido una invasión armada a gran escala, ni ninguna plaga mortal ha devastado a la población nativa, a no ser, claro, que consideres al multiculturalismo como una plaga; y tal vez deberías hacerlo.
Los occidentales blancos han dado a otros pueblos, incluyendo a las tribus abiertamente hostiles, las herramientas necesarias para multiplicarse más allá de su capacidad original, el transporte necesario para viajar a nuestros países, la legislación sobre derechos humanos necesaria para establecerse aquí y los estados de bienestar necesarios para que nos exploten.
Mi opinión personal es que esta situación es tan poco natural que no puede continuar durante mucho más tiempo, ni lo hará. Por un lado, el mundo occidental simplemente ya no posee la capacidad física para financiar toda esta locura, incluso aunque quisiera. Tengo la firme sospecha de que el actual orden político internacional creado por Occidente, va a implosionar pronto, y de que puede llevarse por delante muchas de las redes que han sido creadas por éste con él. Lo más probable es que la población mundial estará muy lejos de los 10-12 mil millones de personas que muchos demógrafos predicen para el año 2100. El simple hecho es que el planeta no puede soportar tales cantidades. Gran parte de África apenas puede alimentarse a sí misma hoy día y se derrumbará sin una continua ayuda externa. La cantidad de seres humanos ha sido inflada artificialmente a raíz de la civilización tecnológica creada por los europeos, y podría caer en picado en los próximos cien años debido a las guerras, las epidemias, los desastres naturales y el colapso ecológico.
Personalmente, puedo vivir con la idea de que China sea la economía más grande del mundo. No puedo y no aceptaré, sin embargo, no tener ni una sola gran ciudad occidental, donde mi hija pueda ir sin ser verbalmente, físicamente y tal vez sexualmente acosada debido al color de su piel, ojos y pelo. Simplemente no tenemos otra opción que establecer, o reestablecer, países que sean exclusiva o mayoritariamente para personas de origen europeo. Es el mayor desafío al que nos enfrentaremos en los próximos cien años. O hacemos eso, o pereceremos.
• Do Western Authorities Care More About Hamsters Than About Europeans? | EuropeNews