Claro que se la ha follado, coño. Porque para ellos el acto sexual es la manifestación del amor, no como para vosotros, que sois animales de carga y folláis por instinto. No, pero yo veía a hablar de otra cosa que me hace muchísima más gracia que la ceguera de la pobre tonta esta, y es la mala folla que tienen las solteronas. Fijaos en Dakilla y la guapa (Gina Cross), están que se suben por la paredes con el novio de la pobre muchacha. Que si tiene cara de pánfilo, que si la va a dejar, que patatín, que patatán. Están tan cegadas de envidia que han puesto al descubierto sus verdaderos pensamientos de viejas a las que se les pasa el arroz y no soportan que a las niñas monas les vaya bien en el amor. Si pudiesen la sacaban los ojos, menudas dos gatas. Mientas ellas están en casa solas, con el pijama viejo, y el gato maullando, a la otra, que encima es deforme, la tienen en algodones como a una princesa, atendida y a cuerpo de reina. Que es lo que todas quieren, tener a un eunuco que les sirva.
Subconscientemente le desean el mismo mal que tienen ellas; la soledad. Como a ellas las han ido abandonando uno tras otro, le desean eso a todas, cuando se enteran de algún divorcio de alguna compañera de trabajo o amiga del insti lo celebran silenciosamente saboreando como nunca el humo del cigarrillo con la mirada perdida y una mueca de sonrisa en sus labios.
Son malas, malas, malas. A mí no me la dan.