Anodino
Veterano
- Registro
- 20 May 2006
- Mensajes
- 1.163
- Reacciones
- 958
Percibo señales que no sé interpretar. Imposible penetrar en la mente humana
Allá donde vaya cruzo miradas y curiosas señales gestuales con mujeres que, al parecer, no sé interpretar. La que mira, hace que no mira. La que no mira, estuvo mirando. Si miras y correspondes, un giro de cabeza te dice que estás equivocado.
En multitud de post de este foro he encontrado alusiones y referencias al importante hecho de la mirada, del contacto visual y de otras señales gestuales subliminales que preceden e inician el cortejo. Y pocos coinciden en sus síntomas y soluciones. Ando perdido.
Caso A. La entrada al bar.
Entro al bar de costumbre, porque el horario nocturno me pide desatrancarme las ideas del coco antes de irme a la cama. Al fondo, dos mujeres que no conversan, sólo posan acodadas ante la copa con un cigarro humenante en la mano, me siguen con la mirada como si participara en una pasarela. Ni un pestañeo, parecen maniquíes. ¿La mirada del "anda ese; es que no hay nada mejor esta noche"?
Caso B. La mujer acompañada.
Estando de cañas con una buena amiga, de buena conversación y físico poco pudiente, veo entrar una parejita de repijos. Engominado él, apretadita ella. Con el rabo del ojo, sin desatender mi conversación, observo a la pareja. Piden y consumen casi sin intermediar palabra. A él parece bastarle con las viandas y la compañía de mujer florero; ella parece más aburrida que una ostra. Me mira. La miro. Nos miramos. Y con su noviete de espaldas, nos remiramos. ¿Mirada de estaría contigo porque me gustas y pareces más divertido pero estoy con éste porque estás más cachas y tiene dinero?
Caso C. Disimuling.
En un fastfood comiendo solos; esperando a que el muñequito rojo cambie; mirando la contraportada de un DVd que no pienso comprar; haciendo cola en la panadería... ¿qué coño miran?. El último caso lo tuve ayer mismo. Aparco frente a la casa de los amigos que estoy visitando. Una señorita de muy buen ver sale del portal y se detiene. Está claro que la vienen a buscar. Observa sin disimulos cada uno de mis gestos, cómo saco la maleta, cómo doblo hacia dentro los retrovisores y cómo aviso de que he llegado. Cruzamos miradas. Le sonrío. Abridme, por favor. Y la miro otra vez. Ella parece absorta en su espera, mirada al frente perdida, sin pestañeo. Ñeee, la cancela se abre y entro con mi trolley haciendo ruido acompasado. Uno, dos, tres pasos... y justo antes de que el cancel se cierre me giro bruscamente. Y allí está ella, con la cabeza girada y su mirada clavada en mí. ¿Ahora me mira el culo?
Caso D. Sí pero no.
Discoteca asfixiante a más no poder, o cursillo de renovación para figurantes en el trabajo, cruce de miraditas incesante. Una, dos, tres... hasta que dejo de contarlas. Si la miro fijamente, esbozando lentamente una sonrisa, ella acaba por apartar la mirada. Hace como que le da más importancia a lo que está haciendo. O le da vueltas y vueltas a los folios o juega con la pajita del combinado. Y cuando finalmente me acerco, con la excusa idiota preparada en la boca, me suelta un no, ya nos vamos o tengo mucho qué hacer. ¿La mirada del aburrimiento?
Ante estos y otros casos semejantes que todos conocemos, sólo me atrevo a sacar tres conclusiones:
1. A lo mejor en vez de feo resulta que soy increíblemente atractivo y mi belleza masculina las cohíbe.
2. Tal vez intentan explicarse mi calvicie a mi edad, a la vez que mi alopecia les plantea mil dilemas.
3. Ni puta idea.
Dudas para el foro:
- ¿Cuántas miraditas hacen falta para darse por aludido?
- ¿Qué significado tiene la miradita en contextos habituales?
- ¿Qué significa la mirada fija?
- ¿Significa algo no sonreír mientras te miran?
- ¿Es lo mismo que te miren de pie en el pub, de pie en la barra o entre el meollo de amigas?
Allá donde vaya cruzo miradas y curiosas señales gestuales con mujeres que, al parecer, no sé interpretar. La que mira, hace que no mira. La que no mira, estuvo mirando. Si miras y correspondes, un giro de cabeza te dice que estás equivocado.
En multitud de post de este foro he encontrado alusiones y referencias al importante hecho de la mirada, del contacto visual y de otras señales gestuales subliminales que preceden e inician el cortejo. Y pocos coinciden en sus síntomas y soluciones. Ando perdido.
Caso A. La entrada al bar.
Entro al bar de costumbre, porque el horario nocturno me pide desatrancarme las ideas del coco antes de irme a la cama. Al fondo, dos mujeres que no conversan, sólo posan acodadas ante la copa con un cigarro humenante en la mano, me siguen con la mirada como si participara en una pasarela. Ni un pestañeo, parecen maniquíes. ¿La mirada del "anda ese; es que no hay nada mejor esta noche"?
Caso B. La mujer acompañada.
Estando de cañas con una buena amiga, de buena conversación y físico poco pudiente, veo entrar una parejita de repijos. Engominado él, apretadita ella. Con el rabo del ojo, sin desatender mi conversación, observo a la pareja. Piden y consumen casi sin intermediar palabra. A él parece bastarle con las viandas y la compañía de mujer florero; ella parece más aburrida que una ostra. Me mira. La miro. Nos miramos. Y con su noviete de espaldas, nos remiramos. ¿Mirada de estaría contigo porque me gustas y pareces más divertido pero estoy con éste porque estás más cachas y tiene dinero?
Caso C. Disimuling.
En un fastfood comiendo solos; esperando a que el muñequito rojo cambie; mirando la contraportada de un DVd que no pienso comprar; haciendo cola en la panadería... ¿qué coño miran?. El último caso lo tuve ayer mismo. Aparco frente a la casa de los amigos que estoy visitando. Una señorita de muy buen ver sale del portal y se detiene. Está claro que la vienen a buscar. Observa sin disimulos cada uno de mis gestos, cómo saco la maleta, cómo doblo hacia dentro los retrovisores y cómo aviso de que he llegado. Cruzamos miradas. Le sonrío. Abridme, por favor. Y la miro otra vez. Ella parece absorta en su espera, mirada al frente perdida, sin pestañeo. Ñeee, la cancela se abre y entro con mi trolley haciendo ruido acompasado. Uno, dos, tres pasos... y justo antes de que el cancel se cierre me giro bruscamente. Y allí está ella, con la cabeza girada y su mirada clavada en mí. ¿Ahora me mira el culo?
Caso D. Sí pero no.
Discoteca asfixiante a más no poder, o cursillo de renovación para figurantes en el trabajo, cruce de miraditas incesante. Una, dos, tres... hasta que dejo de contarlas. Si la miro fijamente, esbozando lentamente una sonrisa, ella acaba por apartar la mirada. Hace como que le da más importancia a lo que está haciendo. O le da vueltas y vueltas a los folios o juega con la pajita del combinado. Y cuando finalmente me acerco, con la excusa idiota preparada en la boca, me suelta un no, ya nos vamos o tengo mucho qué hacer. ¿La mirada del aburrimiento?
Ante estos y otros casos semejantes que todos conocemos, sólo me atrevo a sacar tres conclusiones:
1. A lo mejor en vez de feo resulta que soy increíblemente atractivo y mi belleza masculina las cohíbe.
2. Tal vez intentan explicarse mi calvicie a mi edad, a la vez que mi alopecia les plantea mil dilemas.
3. Ni puta idea.
Dudas para el foro:
- ¿Cuántas miraditas hacen falta para darse por aludido?
- ¿Qué significado tiene la miradita en contextos habituales?
- ¿Qué significa la mirada fija?
- ¿Significa algo no sonreír mientras te miran?
- ¿Es lo mismo que te miren de pie en el pub, de pie en la barra o entre el meollo de amigas?