D
Dra. Love
Guest
Queridos pacientes, tras un relativamente largo retiro, durante el cual seguro me habréis echado mucho de menos, la Doctora Love vuelve a vuestro lodazal para plantear una duda jamás expuesta en esta mierda de subforo. Y si alguna vez fue tratado este tema, ninguno lo recordamos así que da lo mismo.
La cuestión es la siguiente: algunos de vosotros pondréis música para ayuntar con vuestras señoras o caballeros. Otros seréis capaces de follar como conejos aunque el vecino de arriba supere los cuatro millones de decibelios con el taladro. Otros, como yo, preferimos un silencio sepulcral para deleitarnos con los sonidos propios del acto sexual, oséase: ARFFF, CHOF CHOF, MMMM, PRREETT (esto representa una ventosidad vaginal), SIIII, OOOHHH, etc.
Dentro de lo que es la banda sonora propia del acto sexual, me gustaría centrarme en lo que vienen a ser los sonidos emitidos por los seres humanos (o animales) con los que compartís el sagrado momento de la cópula. Es decir ¿les gusta a los foreros que sus amigas griten como si Ted Bundy les estuviera haciendo cosquillas? ¿Prefieren algo más moderado, como unos comedidos gritos de elegante actriz porno? ¿Se conforman con unos jadeos de gustirrinín? ¿O les pone brutos una compañera de cama silenciosa como una Geisha? Para las foreras, ¿os habéis encontrado con algún macho ibérico que brama como un ciervo en plena cópula? ¿Os pone? ¿Le meteríais un calcetín en la boca a ese que no para de insultaros durante el acto, creyéndose un Nacho Vidal de la vida?
Hablad todos aquellos que sigáis vivos por aquí, y contadnos qué os parece esa mierda de los gritos, los gemidos, las palabras y, cómo no, si sois de los ilusos que al acabar preguntáis si nos ha gustado, creyendo que vamos a responder con sinceridad.
La cuestión es la siguiente: algunos de vosotros pondréis música para ayuntar con vuestras señoras o caballeros. Otros seréis capaces de follar como conejos aunque el vecino de arriba supere los cuatro millones de decibelios con el taladro. Otros, como yo, preferimos un silencio sepulcral para deleitarnos con los sonidos propios del acto sexual, oséase: ARFFF, CHOF CHOF, MMMM, PRREETT (esto representa una ventosidad vaginal), SIIII, OOOHHH, etc.
Dentro de lo que es la banda sonora propia del acto sexual, me gustaría centrarme en lo que vienen a ser los sonidos emitidos por los seres humanos (o animales) con los que compartís el sagrado momento de la cópula. Es decir ¿les gusta a los foreros que sus amigas griten como si Ted Bundy les estuviera haciendo cosquillas? ¿Prefieren algo más moderado, como unos comedidos gritos de elegante actriz porno? ¿Se conforman con unos jadeos de gustirrinín? ¿O les pone brutos una compañera de cama silenciosa como una Geisha? Para las foreras, ¿os habéis encontrado con algún macho ibérico que brama como un ciervo en plena cópula? ¿Os pone? ¿Le meteríais un calcetín en la boca a ese que no para de insultaros durante el acto, creyéndose un Nacho Vidal de la vida?
Hablad todos aquellos que sigáis vivos por aquí, y contadnos qué os parece esa mierda de los gritos, los gemidos, las palabras y, cómo no, si sois de los ilusos que al acabar preguntáis si nos ha gustado, creyendo que vamos a responder con sinceridad.

-, nada más. Digo lo que no lo digo por chulería porque en realidad no es algo que me guste. De hecho me disgusta. Un cierto nivel de gemidos e incluso algún grito aislado me parece bien. Incluso los gemidos fuertes me resultan agradables, pero es que estoy hablando de unos gritos de alucinar. Estoy harto de decirle que no chille tanto. Me corta el rollo con tanto chillido. Me corta el rollo pensando en que al día siguiente me van a decir algo. Me corta el rollo tener que estar al loro de taparle la boca, de chistarle. Me pone negro. Se lo he dicho mil veces, aunque bien es cierto que de un tiempo a esta parte se corta mucho más y ya adquiere niveles de persona normal y no de sirena de bomberos, aunque a veces aún sigue chillando más de la cuenta. Espero que se modere, porque de verdad, no es agradable. Y todo esto sin contar la sordera que me puede acabar provocando. Si viviera en una casa en el campo, vale, pero resulta que no. 