Buenos días familia.
Aunque "buenos días" no sea la fórmula justa para empezar este mensaje. Por supuesto no son buenos estos días del terror y de la locura humana. Pero me gustaría compartir con vosotros mi gran pena, así como mi rabia, en particular con todos los que, entre nosotros, son de Barcelona o viven allí o tienen familia y/o amigos en esta ciudad, símbolo de la libertad, de la democracia y de la alegría.
No dudo tampoco que, después de un corto periodo de luto, Barcelona volverá a vivir como siempre, subiendo más aún la bandera de la libertad. Porque somos más fuerte que la barbaridad.
Un fuerte abrazo a todos y sobre todo a los que tienen en Barcelona una parte de su corazón.