Victor I rebuznó:
Y ahora resulta que los HOMBRES no tenemos entre las piernas una condena, un tirano, una recua de angustias, una esclavitud erizada, una sufrimiento enhiesto y febril, una hórrida verticalidad de infinitas apetencias. No, ahora no, lo que yo crería que era una polla, es un catedrático, un poeta muy sentido, un esteta melindroso que no coge los cubiertos si la pieza que ve en el plato no le aporta "algo mas". Resulta que el rabo, piensa, siente, pondera y elige, que esa bestia ingobernable es ahora un cachorro mimosón que se pone exigente y criticón, que se aparta si la hembra no le llena. Bien, vamos bien.
Disculpe ustec.
En mis tiempos (allá en los 80-90), a la que no estaba supermaciza se la ignoraba. Las normalitas de la clase quedaban condenadas al ostracismo mientras las buenorras atraían las miradas. Y las feas, esas eran desterradas a Mordor y ni cristo se acercaba a ellas, sopena de ser señalados con el dedo y sufrir el mismo destino.
Porque tenemos una polla que quiere guerra, pero también se guía por un instinto primario que las prefiere guapas a feas, jovenes a viejas y sonrientes a mal encaradas. Asociamos belleza a salud, a engendrar cachorros más fuertes.
Ahora ustec defiende un sistema feminazi que se basa en dos piedras de molino con las que nos quieren hacer comulgar:
1. Nosotras decidimos quienes son las guapas. Pues no, señoras mías, no me gustan las andróginas ni las anoréxicas. Salvo las de ropa interior, las modelos de pasarela me dan
asco. Y en el extremo contrario de las gordas, ni con un puntero laser.
2. Falsa sensación de escasez. Follate a la que sea y sientete atado a su vagina. Y una mierda, soy yo el que elige, y tías hay a montones. Es mejor matarse a pajas que acabar con una que no te gusta.
Y si no, en el caso de las putas sí que hay preselección masculina. Aunque sólo sea por precio, implicación o porque tal lumi hace unas mamadas de vicio.
Ah, mi aportación.
Antonia dell'Atte (o como se escriba), Kate Moss, Sara Carbonero y alguna que otra famosa más, me dan tirria. Tengo amigas, compañeras de trabajo y conocidas que están mucho más buenas.
A ver si entendemos de una puta vez que los hombres no nos comportamos como fans histéricas de Justin Bieber. La asociación de éxito con atractivo pertenece a la mente femenina. Punto.