El fallo que ve la gente en el arte moderno es que es algo demasiado intelectual. Por eso la respuesta de alguien que no quiere meter la pata: "es que no lo entiendo", en vez de decir si algo le gusta o no le gusta. Hasta que no han escuchado al experto, o han leído comentarios o críticas, no se atreven a juzgar. Está claro que la historia del arte es tan extensa y se ha complicado tanto, especialmente en los dos últimos siglos, que hace falta tiempo y voluntad para pilotar mínimamente, pero a mucha gente le parece que hay un exceso de palabrería y poca chicha. Y en el mercado hay un componente puramente especulativo, que hace que se paguen millonadas por obras que a mucha gente (habría que ver qué piensan de verdad los compradores) les deja fríos.
Es precisamente esa la causa por la que he abierto el hilo, porque pese al cierre hermético del mundo del arte ante la crítica cuñada, hay en ésta un momento de verdad. Yo diría que la crítica mundana hecha desde fuera al interior del arte acierta en una amplia mayoría de ocasiones. Las obras de arte muchas veces son la tomadura de pelo que aparentan ser, la pomposidad vacía, la sobreintelectualización. En ninguna época ha existido una abundancia de buenas obras de arte, lo que ha primado siempre ha sido la mediocridad porque hacer una obra de arte verdaderamente notoria es algo muy complicado, a mi me sigue pareciendo un milagro. Lo que ocurre es que sólo cuando se tiene la suficiente tolerancia, apertura y por supuesto el bagaje intelectual que abre a su entendimiento uno es capaz de percibir la obra de arte realmente relevante.
El divorcio entre el arte y el gran público es una mezcla de factores en donde que por una parte se compara el arte contemporáneo con toda la historia del arte anterior, es decir, con la decantación de las obras que han pasado a inscribirse en los libros de historia del arte con el aura mitificadora que ello otrorga; por otra parte las tendencias del arte actual son especialmente ásperas para el público profano que encuentra mucha más elocuencia y mérito en la técnica de un retrato bien pintado o una escultura virtuosamente modelada.
Es muy probable que prácticamente todo el arte contemporáneo que hayas visto sea, efectivamente, una basura. Como hubiera sido muy mediocre (aunque más complaciente con el público profano) todo el arte visto durante una vida en el siglo XIX que no hubiera visitado los centros donde se estaba gestando la vanguardia.
Un poquito exagerado esto. Una cosa es que no haga falta que un artista sea un virtuoso, a cambio de que piense mucho, y otra que haya "artistas" que no sepan dibujar nada de nada. Eso sería lo mismo que decir que un compositor no hace falta que sepa tocar medianamente bien ningún instrumento, o que un director de cine no sea capaz de hacer fotos decentes. En cuanto a lo de la producción intelectual, qué distingue entonces a un artista de un filósofo, o de un escritor?
Ciertamente es muy equiparable la prodcción artística con la producción de un filósofo. Su actividad está mediada por el lenguaje, determinando por su manejo su capacidad de expresión. El lenguaje es una técnica al igual que es técnica el dibujo, la escultura o el sentido espacial que te permite componer disponiendo diferentes objetos por el suelo. Pero esa no es la esencia, la esencia en ambos casos se inscribe en el pensamiento.
A mi por ejemplo me gusta mucho Velázquez. Seguramente aprecie más a Velázquez y lo entienda mejor que aquellos que para criticar lo que se hace hoy ponen la maestría de Velázquez como ejemplo. Lo que verdaderamente me provoca admiración de Velázquez es un trabajo intelectual, son una serie de ideas articuladas plásticamente que si bien sólo pueden ser dichas de la manera que fueron dichas, es decir, imbrincadas en unas destrezas técnicas muy determinadas, no constituyen en su técnica su esencia.