Da igual que intentes explicárselo porque no lo entenderá.
Lo máximo que conseguirás es que reflexione y que te conceda momentáneamente la razón, ese ente construído sobre los poderosos cimientos de la lógica que en sus cabezas se convierten en frágiles e inestables arenas movedizas y al que vapulean con tanta asiduidad como veces cambian sus errantes estados de ánimo, para acto seguido quitártela dos líneas después en el mismo post: "pero es que no le creoo, gñéééé". Partiendo de tus premisas llegará a la conclusión de que lo que dices es coherente e incluso puede que se de cuenta de que encaja con lo que conoce de él y que le resulte verosímil. Pero como no casará con sus sentimientos preferirá creer en las fantasías que justifiquen cómo se encuentre en ese momento y para ello no dudará en arremeter contra el pobre desgraciado que está a su lado y cuyo único delito puede que únicamente sea fantasear con la relación de proximidad de una quizás ni siquiera conocida.
Son incapaces de entender el deseo masculino. Cuando desean a un hombre no desean realmente a una persona o unos instantes memorables con los que pelársela hasta su lecho de muerte o siquiera la posibilidad remota de que hipotéticamente ocurrieran, sino lo que podrían obtener al lado de ese hombre. En su candor infinito creen que cuando un tío se la pela con una marrana de la internec lo que quieren REALMENTE es follársela, abandonarlas, sustituirlas por esa otra y reemplazar su cara por la de la nueva en las fotos del facebook porque eso es lo que ellas, en su concepción monolítica, unidimensional, plana y aburrida de las relaciones sexuales, harían. Cuando digan que comprenden que un tío se la machaque poderosamente con otras, mentirán. A lo sumo lo que harán es racionalizarlo, comprender que eso sea y deba ser así, como pueden "comprender" también que nos guste oler nuestros propios pedos o que las viejas repitan las cosas cuarenta veces. Lo catalogarán como uno más de esas inevitables características biológicas que tenemos los seres con más de 300 ng/dL de testosterona libre en suero, sólo para luego pensar "pero qué puto asco", y archivarlo en la carpeta de las cosas que así son porque desde siempre así han sido.
No lo entenderán. No asimilarán que puedas FANTASEAR con meter tu pene en los orificios más recónditos de auténticas subnormales a las que ni mirarías y cuyos orificios te darían aprensión física en la vida real, no comprenderán que espíes fotos de tu vecina durante años sin ni siquiera mantener un contacto físico más allá de saludarla si casualmente coincidís en el ascensor. Acostumbradas como están a tener cero dificultades en un mundo que para nosotros es una spartan race, para ellas el simple hecho de imaginar sexo con una desconocida es síntoma inequívoco de querer practicarlo y no sólo eso sino el primero de los múltiples pasos encaminados hacia una consumación efectiva, simplemente porque cuando ellas quieren acostarse con alguien, en un altísimo porcentaje de casos, puedes dar por hecho que es como si ya se hubieran acostado.
No hay solución. Ya ha demostrado que aunque ninguna de sus fantasías sea verdad, no se detendrá hasta que resulte tan insoportable que a ese pobre desgraciado no le quede otra que pensar que puestos a pagar el precio ojalá lo hubiera hecho.