ilovegintonic rebuznó:
Otra cosa que me resulta curiosa es que tras cinco mil años de presencia de la mujer en la cocina, hoy día entre los mejores cocineros del mundo no se encuentra ni una sola mujer, y ver que un restaurante de calidad es regentado por una mujer es absolutamente extraño; todos los grandes cocineros -y esto no viene de hoy- son hombres. Tanto con que la mujer se ha tirado en la cocina desde tiempo inmemorial y resulta que en cuanto un hombre se mete en ella les adelanta por varios cuerpos.
Eso tiene una explicación bastante sencilla, señor ILG. Para ser AMO de la cocina es imprescindible ser un buen degustador, y en eso, por suerte o por desgracia los hombres le damos mil vueltas a las mujeres.
Las mujeres no cocinan por degustar los platos, sino por satisfacer el hambre. El hombre, en cambio, disfruta comiendo, devorando, deglutiendo y es eso lo que lo hace mas válido como cocinero.
La cena ideal de una mujer es un sandwich de jamón y queso, o una tristérrima ensalada. Un hombre busca un plato mas elaborado, pero no porque disfrute cocinándolo, sino porque disfrutará comiéndoselo.
En cambio las mujeres triunfan mas que los hombres como cocineras de bares de menús, donde no se mira el disfrute de la comida, sino la comida como alimento, sin más.
Yo estoy hasta los cojones de llegar tarde a casa con mi mujer y que me diga eso de "abrimos una latita de algo y cenamos..."... o "hacemos un sandwich y resuelto". Pues no, se puede hacer una cena rápida y disfrutable, tan solo basta con poner un poco de empeño e imaginación. Ayer, sin ir mas lejos, preparé una ensalada de pasta, salami, cebolla pochada y salmón (con salsa nórdica) que no me llevó mas tiempo que el de cocer la pasta, y que quedó exquisita, oiga.
Lo de planchar, limpiar y demás, en mi casa se lo dejamos al servicio, por supuesto.