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- 8 May 2006
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Película que parece destinada a las programaciones dobles que existían en los cines de barrio en los ya lejanos años 60 y 70, programaciones copadas por películas de cine negro de serie b, de espías, de aventuras, bélicas de retaguardia, pre-explotations y similares, donde el público, esencialmente y atendiendo a su franja de edad o tipo de acompañante, iba con motivaciones bien distintas: a comer pipas y a impresionarse (público infantil), a disfrutar y trasegar unos copazos (público joven), a no enterarse de nada menos de la talla de copa de su acompañante (público masculino heterosexual emparejado a falta de mejores lugares donde ayuntar), a emular a los antiguos griegos (público homosexual) y a echar la siesta e intentar ver algo de carne (público jubilado).
Pese al género, se nota la mano de Chabrol al filmar y, sobre todo, editar. Una película que comienza con un plano subjetivo de una pistola buscando su objetivo humano es poco probable que sea aburrida y, por ende, mala, máxime si, como en esta ocasión, es sólo el pistoletazo de salida a 80 minutos de crescendo en forma de acción disparata y editada de manera rápida, fragmentada y harto acertada. Aquí hay un argumento que bebe tanto del cómic como de la serie B (espionaje, zonas tropicales, golpes de estado, compra venta ilícita de uranio, maquillaje color tiza para el malo, usurpación de identidades, referencias soterradas al nazismo, tomas submarinas... hasta un rush final en el Zoo!!), pero que no se queda en el homenaje, sino que integra toda referencia para formar un producto con entidad propia, extremadamente dinámico y que no teme a resultar bufo en ocasiones. Y pese a estar rodado en Marbella (interiores en un estudio de Barcelona) y haber desaprovechado la oportunidad de contar con ese titán del ocio que era Don Jaime de Mora y Aragón, actor del mé(meto)todo, sabe sacar partido en cada uno de los planos de por aquel entones semiyermo paraje, no dejando plano sin elemento de lujo contenido dentro de él, ya sea un yate que tiembla Neptuno o un deportivo de cuando los coches no eran espantomóbiles. Planos coloristas, con un gran sentido de la composición (sobre todo en las escenas de acción, por la fragmentación anteriormente citada) y que muestran que detrás de esto magnífico producto de entretenimiento hay un señor con conocimiento e interés por el Cine.
Y el título. Joder, que macarrada: El Tigre Se Perfuma con Dinamita. Con dos cojones.
6 Gatetes de Rapidshare