Una Bellísima Persona rebuznó:
Normalmente te pasas por el forro todas estas cosas que a mí sí suelen desvelarme. Tú eras más de descojonarte de todo o directamente no postear, pero me alegro de que te mojes algo porque a veces me siento solo aquí entre tanto anormal profundo.
Pues no te desveles, hombre, cuando la cosa no tiene arreglo le mejor es tomárselo a cachondeo, a mí ya me es imposible tomarme en serio a gente como Von Trier, el Bela Tarr ese y demás zumbaos.
Por cierto, yo también soy del club de fans de Elias Koteas y de Jenkins, en el olimpo para siempre por ser el padre de familia de A dos metros bajo tierra.
Crepúsculo (2008 )
En una reunión familiar de estas típicas navideñas se decidió por mayoría de los presentes ver esta película, que en su momento no me llamó nada de nada la atención por lo que entendía yo un tratamiento "o sea de la muerte" del tema vampírico. Bien, puestos en faena pensé que bueno, que estaría al menos entretenidilla y para pasar el rato pues vale, venga.
Estaba ampliamente equivocado. Qué horror de película. Pero no en el sentido de que de miedo, sino que es mala de narices. Pero con ganas, eh. Desde el principio todo es tan forzado y artificial que espanta, y cuando empiezan a sucederse los diálogos y las situaciones a cual más estúpida ya uno empieza a sentir vergüenza ajena y a no entender a qué diablos viene el fenómeno de masas que ha causado esta historia tan espantosa. Recuerdo hace meses cuando ví con mis sobrinas High School Musical, que no me aburrió tanto ni por asomo, en la que entendía perfectamente qué le veían los chicos, a pesar de no gustarme personalmente. Aquí no, aquí no hay nada más que una chorrada tras otra, un diálogo sonrojante tras otro, una situación absurda que supera la anterior.
No es plan de contar escenas aquí, pero valga como ejemplo del surrealismo tontorrón de la cinta el momento en que, sin venir a cuento de nada, el protagonista le dice a la chica que se suelte el pelo (literalmente, eh, que se quite la coleta, vamos)... porque sí.
Especialmente deleznable son los actores. No esperaba nada del reparto, pero es que la chica, Kristen Stewart, que me había interesado en las dos o tres películas en que la había visto, aquí está realmente patética, espantosa, con unos contínuos gestos como si estuviera oliendo pedos todo el rato y completamente despistada. Y claro, llegado cierto momento en que se pone bizca (¡en serio!) uno ya es que no puede parar de partirse el pecho con semejante despropósito fílmico.
Un 2, y porque es Navidad.