En mi ciclo de cine particular, "
Películas que son más viejas que mis padres", acabo de ver dos y no he tenido más remedio que tocarme un poquito:
Recuerda, de Hitchcock, con la Bergman y el Peck. Pues muy entretenida. Uno empieza a verlo y es un poco gñé, pero cuando el doctor Ballantine empieza a tener malos rollos con lo del tenedor, el blanco, la cama, etc, empieza a ponerse interesante. A ver, hay alguna cosa cogida de los pelos, como el análisis del sueño (chanantérrima escena del Dalí, oigan), o la manera de recordar los hechos, pero claro, se sustituye por cosas como la siempre be.llísima y solvente Bergman, TODA la escena de la navaja (prodigiosa) y el plano de la pistola. Peck en su línea de irregularidad, aquí pasando más bien desapercibido.
Le pongo un
7'5. Porque después he visto una maravilla:
Vacaciones en Roma. La Hepburn es una princesa que, en viaje a Roma, decide escaparse y vivir un día como una persona normal, disfrutando de la vida y de la ciudad. A ver. Qué maravilla. Todo es sublime. La Hepburn preciosa, guapísima, frágil, tierna, conmovedora, dulce, adorable, exquisita, hace un papel memorable, oscilando entre la fuerza y la debilidad contínuamente, entre la felicidad más absoluta y la desesperación, entre la inocencia de una chiquilla que descubre un mundo nuevo y la rigidez protocolaria que le impone su cargo. Una vez más, he caído a sus pies, así que no puedo ser muy objetivo.Gregory Peck me cae mal, porque aquí intenta aprovecharse de ella. Por otra parte, la película tiene momentos hilarantes, como todas las putadas al fotógrafo, las reacciones costumbristas de los romanos, el baile en el barco, y momentos que ya forman parte de mi memoria cinéfila, como lo de la mano, la travesía en Vespa, la Hepburn comiéndose un helado en las escaleras y paseando por el Coliseo, Peck paseándose con una sandía. Una maravilla. Echo de menos más películas como esta.
Le pongo un
9'5. O un
10, qué coño. Y unas fotos de la Hepburn.