Pues sí, grandes verdades, como de costumbre en tí.
Rarito rebuznó:
Bellisimo, no te puede gustar Oldboy hombre. ¿No es demasiado oscura...como Lynch? No abusa del sufrimiento...como Von Trier? :1
Dr. Quatermass rebuznó:
Ahonda en el dolor, en la negatividad y todas esas cosas, pero bah, sé que a tí no te incomodan esos aspectos. Además, la catadura moral es discutible, básicamente es la aplicación de "ojo por ojo".
A ver, queridos... Si de momento aun conservo un buen concepto de la película es porque al final (que no sé si entendí muy bien), el amor prevalece aunque sea en forma de anestesia que oculte la terrible realidad (hermosísima escena final en la nieve). Realidad que intuyo, al margen de las emociones personales de Park, como un reflejo de la hipérbole característica del Kabuki, una representación trágica exacerbada de la cotidianeidad... Algo cultural, en cualquier caso, y perfectamente integrado en la percepción china, japo o coreana a base de siglos y siglos. Algo puramente formal, un vehículo para contar algo. Nada que ver con los laberintos malsanos y gratuitos de Lynch, sin salida, sin remisión, sin sentido (el mal rollo es el fin en sí mismo), pretenciosos y delatores de diversas patologías, a cada cual menos tratable. Esnobismo mórbido totalmente prescindible. Mientras que en Park trasluce el ansia de superación por todos lados, el afán inmenso de traspasar el devastador dolor como sea, construyendo desde la fibra más íntima un guerrero emocional capaz de derrotar al gigante de la torre, alegoría de todo el sufrimiento que el devenir vital nos imponga, de la implacabilidad del Karma. Eso le da una dimensión de epopeya que Von Crier no soportaría, él prefiere seguir llenando el pañuelo de lágrimas y mocos, no es ni la mitad de hombre que Park.
No me molesta la oscuridad, me molesta su gratuidad y la rendición ante ella. Y por supuesto su uso estético como comodín cuando no hay nada más que contar. El aprovechamiento del sufrimiento como recurso narrativo es exagerado hoy en día, y equiparar dolor y realidad es un tópico erróneo que vende mucho, pero que se aleja del equilibrio natural entre opuestos.