Un delirio
high tech psicotronico como pocos, que sirvio para que la guapa Julie Christie financiase la gasolina de su coche durante las crisis petroliferas de finales de los 70, asi como para terminar de arreglar su boca, la cual muestra una preciosa sonrisa britanica en su parte inferior que contrasta con las fundas y dientes blanqueados de la superior durante todo el metraje. Morralla videoclubera de la buena, vaya.
El argumento es simple: un roboc de altas prestaciones (tan potente como un 286 y tan poco aparatoso como puede ser cualquier superordenador Cray) que gusta de hablar en 3ª persona cuando se refiere a el toma conciencia de si mismo, dando a entender esto al espectador soltando unos soliloquios
new age que dan por buena casi cualquier patochada alocutada por Jodorowsky. En esto que tambien se viene arriba y le dan ganas de truñirse a Julie Christie, no solo por su donaire, sino porque quiere tener descendencia cuasihumana, y en vez de comportarse como un cansadamas al uso opta por asumir la conducta de lo que podria ser un Jaime Ostos cibernetico. Y claro, de aqui en adelante, con eso de que tiene control absoluto sobre cualquier cacharro del hogar que cuente con tuercas, somete a la pobre Julie a un festival de sustacos y perrerias tremendas, pero siempre guardando las formas y usando el
por favor y demas formulas de cortesia segun procedan. Al final consigue su objetivo y dejan la puerta abierta a una continuacion en Betamax que jamas llego a aparecer, gracias a Dios.
La pelicula, para ser honestos, es una mierda. Y de las gordas. No digo que a un
geek le pueda interesar por aquello de sentirse identificado con un informatico que sale en un rol muy arquetipico (el de victima con gafas), o incluso a Bill Gates, al que le presupongo un gran aprecio por Proteus, el roboc protagonista (por el paralelismo entre sus tacticas de ligue para con Julie y las maniobras monopolisticas de dicho señor), pero para el espectador medio sera una bazofia, cuando no una aberracion por evitar con burdos encuadres el mostras las tetillas de Julie o no permitir momentos de relajo con la inclusion de un contrapunto comico en forma de roboc bueno, algo asi como un Johnny 5 que le quite hierro a lo que hace el ordenador satiro.
Rescatando lo bueno, un momento en el cual la figura de Julie narcotizada sobre una silla de ruedas robotica me recordo a una figura tan popular y querida por todos como era la madre de el Rey de España, que en paz descanse,
los discos floppy del tamaño de una alfombra de salon y ciertos insertos asi como holograficos y de fractales que a buen seguro tuvo presentes Gaspar Noe al concebir algunas imagenes de Enter the Void, pero vamos, que la hora y media perdida no la recuperare jamas.
Que alguien me tilde la critica para colgarla en FA, plis