MAD GOD
Tenebrosa, repulsiva, hipnótica... El niño que hay aún en mí, el que flipaba viendo cortos de animación en Canal +, se ha regocijado con este visionado. Una maravilla de la animación en stop motion y los efectos especiales tradicionales que, si no me equivoco, el maestro Phil Tippet ha tardado 30 años en realizar, ahí, en sus ratillos libres. Una pesadilla visual llena de monstruos, viscosidades, guerra, torturas y crueldad.
LLAMAN A LA PUERTA
Una de las buenas de Shyamalan, que me decepciona con horrores como La Joven del Agua y El Incidente. Un director de carrera irregular que aquí acierta y entretiene, quizá debido a las restricciones espaciales y de presupuesto. Practicamente todo tiene lugar en una casa rural. Los dos protagonistas y su hija adoptiva son invadidos y secuestrados por cuatro individuos que les plantean una difícil elección. De ellos depende que no se desate el apocalipsis y la humanidad (excepto ellos tres) desaparezca.
MANTÍCORA
La película más reciente de Carlos Vermut. Parca, sobria, lenta y silenciosa. Quizá demasiado. Con un par de personajes y escenarios te cuenta una historia que trata sobre un tema bastante chungo. En mi opinión, sobrevalorada. La gente la pone por las nubes y para mí es una película bien rodada pero demasiado sencilla y a veces incluso aburrida.
EL CHICO Y LA GARZA
El listón de Miyazaki está muy alto para el espectador desde Mononoke y Chihiro. Esta película es todo un espectáculo visual, muy íntima y hasta enternecedora, pero no es de las mejores del autor. Es fantástica hasta un punto absurdo y difícil de seguir y comprender del todo. No llena y a ratos aburre. Cuando empiezan a aparecer periquitos gigantes antropomórficos todo se vuelve demasiado raro. Final abrupto.
He visto un par más últimamente. Os las pongo más tarde, que no quiero agobiar con un post gigantesco.