Mira, viejo, que tú eres otro sin sangre. Te voy a decir una cosa, verás, atiende. Cuando el perro del vecino viene hacia ti ladrando como un condenado, lo único que puedes hacer es quedarte quieto y espera a que esté al alcance de una buena patá en tó el hocico. Ya verás como no vuelve a ladrante más. Si huyes como una maricona estás perdido porque te va a correr, ese día y el resto de días.
En los documentales de la2 he visto lo mismo en el Serengueti, cuando un león se arranca a por un búfalo y este no se mueve ni huye y se queda quieto esperando para darle la corná, el león antes de llegar se para, y se retira acojonado. Sabedor de que el factor terror no ha funcionado y que el búfalo le pude destripar de una embestida.
Pues con los moros igual, (y los gitanos), si cuando van a por uno no solo no huyes, sino que les haces cara, salen corriendo como mariconas. Esto está demostrado empíricamente y por años y años de historia bélica y de territorios conquistados.