Para que hagamos un poco de autrocritica, no todos nuestros problemas residen en los demas, muchas veces hay que saber tambien reconocer los propios errores y aprender de ellos.
Mas o menos, este el sentimiento generalizado de una mujer cuando sale de marcha pero claro ellas tampoco hacen nada para remediarlo, simplemente esperan, nunca se deciden.
...
Cantos de sirenas, si te gustan... adelante.
Mucho mejor que la autocrítica es llegar a conocerse uno mismo decentemente bien, al igual que lo (y los) que te rodean. Te diré lo que veo ahí en un fugaz análisis, procurando que prevalezca el <em>factor perspectiva</em> que el inevitable factor <em>I-am-maaaaan!!!</em>, aunque no lo garantizo...
nenita cafetera rebuznó:
Pues sí, a veces me dan ganas de salir a la calle a manifestarme, pancarta en mano, por mi derecho a ser gratamente sorprendida por un hombre o, al menos, dejar de ser la víctima de todos esos hombres que no sólo no me sorprenden positivamente, sino que me hacen plantearme seriamente un cambio inminente de acera o el enclaustramiento definitivo en un convento en las montañas.
Escribe bien, con soltura y claridad. Lo sabe. Se lo han dicho muchas veces. Abrió su blog al mundo. Está entonando el canto de sirena, y tú has picado..., mi pequeño Ulises ceporrín.
Se siente superior. Terminará en un triste 69 con alguna boyera que, eso sí, que se parezca a ella físicamente horrores (¡oh casualidad!), porque ella no puede lameteárselo a sí misma...
¿Qué cojones quiere la nena? Una lectura de una tesis doctoral así como para ella..., ¿en el parque? ¿en su pub tranqui preferido?
Que baje el listón, si quiere..., y si no, pues que lo asuma con frialdad, si tan madura es para unas cosas, que también lo sea para saber que su especímen puede tardar en aparecer, y no que se dedica a llorar como una puta sirena en el ciberespacio.
Además, el problema de fondo, me temo, es que a esa tipa nadie le ha echado un buen polvo desde hace... demasiado tiempo.
nenita cafetera rebuznó:
A veces pienso que alguien debería advertir a los hombres que salen el fin de semana <color=red>con la única intención de ligar</color> que acercarse a mí cuando estoy <color=red>felizmente entretenida tomando una copa con unas amigas</color> es un deporte de riesgo y poco aconsejable si no eres capaz de preguntar <color=red>algo original</color>, responder con un poco de gracia <color=red>o si no estás lo increíblemente bueno</color> como para que todo lo que digas o hagas me resulte genial.
Cómo se delata la niña. De verdad..., ¿en qué crees que es especial esta zorrita?
O sea..., a ver si lo entiendo: <em> qué vulgares somos que salimos a ligar, mientras la diva está en el olimpo, casualmente un sábado noche...., pero no en su casa para no molestar..., sino en un pub de copas, reunida con las demás pequeñas diosillas mirando al personal por encima del bien y del mal..., cómo osan molestar y echarnos sus apestosos alientos..., qué sucios por pretender ligar.., pero claro... si el tío está cañón entonces
me resulta genial , ya no hace falta tesis doctoral. </em>
Es el típo de tía que... justamente, más asco me da.
nenita cafetera rebuznó:
Por alguna <color=red>extraña razón</color> los tíos normales de conversación interesante no se te acercan por la noche ni te dan conversación desinteresada. Éstos, si es que realmente existen, rara vez se dan a conocer sin más.
Claro, claro... Los tíos <em>normales de conversación interesante </em>, como dice, como todo el mundo sabe, tienen por costumbre salir los sábados por la noche a tertulear sobre el sentido de la vida, el Cosmos, y demás. Pero por alguna extraña razón, no se detienen en ella, sino que pasan de largo...
PORQUE APESTA A PEDORRA MORTECINA QUE NO VA A QUERER NADA MÁS QUE MATAR EL RATO y ellos lo huelen, además sospechan que es lesbiana. Son una puta panda de lesbianas aconfesas.
El tío normal, el currito de toda la semana, el sábado no tiene derecho a ir toda hostia por la autopista del circuito de pubs, discos y demás para ver si <em>logra</em> con esfuerzo y/o con suerte..., pillar algo y hasta pueda dormir, quizás, sólo quizás..., acompañado esa noche, porque hace días que nota que aquello no es vivir, y al menos eso le hará volver a sentir que sigue siendo, a pesar de todo..., un hombre.
Pero claro..., quizás debió de pedirle disculpas a esta niña de papá, para luego seguir con su carrusel entre copa y copa. Si es listo, se le acercará a tantearla un ratín, y se olerá lo que se cuece. Malo... Si tiene algo más de callo en la cara, le intentará colar el intercambio de teléfonos, bla bla..., pero claro, para esta perrita será un vulgar que intenta ligar, qué asco!.
Si por contra es más listo aún, o más experto, todo esto se lo habrá ahorrado pues su buen olfato le habrá dicho que ahí no hay carne.
golfilla lesbo-cafetera rebuznó:
Obviamente una no pretende ni aspira ya a encontrarse a ningún tío increíble en un pub a las tres de la mañana, pero eso no es razón suficiente como para que cualquiera se crea con derecho a merecer mi más sincero respeto sólo por haber tenido la gentileza de dirigirse a mí con la original pregunta del “estudias o trabajas” cuando <color=red>una tiene ya una edad.</color> Porque yo, si me lo propongo, puedo ser una tía simpática y puedo hacer reír al más sieso, pero necesito un poco de motivación, y eso no se consigue riéndome las gracias que ni siquiera lo son o dándome la razón como si fuera tonta. Tampoco se consigue mi respeto “cagándose” encima, y por eso, si uno no es capaz de hablarme de forma natural sin tartamudear o si es incapaz de aguantarme más de medio segundo la mirada, considero que debería dedicarse a otra, que para eso hay millones de mujeres* más impresionables que yo o con muchas más ganas de que alguien les regale el oído.
Obviamente...
Será que la han calado ya, y saben que tiene las piernas cruzadas en ángulo de 20º, además que con su mirada divina estará diciendo que no, que no estás a su nivel.
Por otra parte, si te dice que no le vales realmente.., ¿para qué ir a lamerle el haba? ¿Para entretenerla la noche? ¡¡Anda y que la follen!! Eso es lo que necesita...
Sobre su supuesta edad madura... Vale, me lo creo. Y ese es uno de los problemas. Pasan los años. Se está cayendo del burro. ¿Se pone nerviosa? Ese es el problema..., estar en un pub <em>felizmente y genial con unas amigas</em> viendo pasar el tiempo. Cuando en realidad, ya hace tiempo que debería de haber madurado de verdad, y haberse comprometido con algún tipo de corte normalito, haberse hartado a follar, haber creado una familia, bla bla bla...
Este tipo de tías a cierta edad comienzan a desvariar, en el sentido de que están con los piés entre en suelo y el Olimpo.
nenita cafetera rebuznó:
Y que nadie se confunda, que no es un problema mío porque soy espectacular e intimido a los hombres con mi belleza deslumbrante. Ojalá, pero no. El problema es que los hombres que se me acercan en un pub a las tres de la mañana son los hombres que se le acercan a todas las mujeres que haga falta hasta que pique una. Son los hombres que han optado, a la hora de ligar, por la cantidad frente a la calidad de sus acercamientos y son aquellos que cuando ven que tú no sonríes con carita de embobada ante un piropo, reculan y se van a por la siguiente, que el tiempo apremia si uno tiene que conseguir algo antes de que amanezca.
Evidentemente... el tiempo apremia, como dice, y ella encima no es, para nada, espectacular, como ella misma reconoce. ¿Pero de qué cojones van éstas?
nenita sado-cafetera rebuznó:
Por eso, cuando se me hinchan las narices, y <color=red>probablemente con el que menos lo merece</color>, saco a relucir esa mala leche que me caracterizaba y de la que poco hago gala últimamente. Entonces es cuando me crezco y <color=red>mi escasa estatura</color> deja de ser reflejo de mi persona y cuando esa verborrea que en otras ocasiones se me queda corta fluye a borbotones de mi boca y me recreo con la facilidad que de repente tengo para caricaturizar <color=red>al tonto del bote que osó acercarse a mí </color>sin más recursos que un par de frases típicas y aburridas.
Ciertamente, ahí acierta porque no niego que la niña es inteligente, se ensaña <em>con el que menos lo merece</em>, menos mal que tiene pinceladas de realidad y cordura.
Su <em>escasa estatura</em>, es bajita. Y se cree con el derecho a todos se fijen en ella, y que le entre el mejor de la noche, del garito, del Universo... ¿Por qué irse con una tía embobada de estas, endiosada porque sea de buena familia y tenga un blog, un sábado noche? ¡Qué digo irse...! ¿Por qué intentarlo siquiera, si es harto probable que se ría de ti como ella también reconoce? A nadie le gusta sentirse humillado por una pedorra desde su poltrona de pub, si la tía tiene algún problema mental, que pruebe con la terapia natural... que se deje follar de vez en cuando, para variar. Volverá a su ciclo hormonal estable, y su cuerpo se lo agradecerá.
cafetera rebuznó:
Entonces no puedo evitar recordar los buenos tiempos. Cuando yo disfrutaba del derecho que hoy reivindico. Cuando en un pub a las tres de la mañana te podías encontrar a un hombre interesante que consiguiese dejarte embobada con cuatro frases y que fuera capaz, por ejemplo, de rematar la jugada como lo hizo un ex conmigo la noche que lo conocí:
<em>Recordar los buenos tiempos</em>..., como dice, es síntoma de que sigue teniendo el listón muy alto, pues <em>sus buenos tiempos</em> se lo marcaron.
Los tiempos son cambiantes, los habrá mejores y peores, pero no siempre ha de coincidir que los buenos sean por sistema los pasados. Eso es síntoma... primero de vejez (y no en sentido físico, sino anímico), y segundo de vocación nostálgica, romántica, novelesca..., etc. que esto no es que sea malo intrínsecamente, pero es que ayuda a entender cómo alguien puede despegar sus pies del suelo, estar levitando..., y no se ha enterado. Eso es lo grave. Que no lo ve.
Además, tendemos a distorsionar los tiempos pasados según se asientan en la memoria y el tiempo pasa por ella. Los mecanismos mentales pueden llegar a ser de una complejidad y sutileza increíbles. Pero vamos..., que aquí yo me decantaría porque sus buenos tiempos fueron, que era una quinceañera, tenía a más peña de la que podía digerir detrás de ella, se dejaba invitar a copas sin dudarlo, lo veía todo muy chachi piruli, llegaba a casa sintiéndose la reina del cotarro, no habían parado de alagarla, invitarla, asediarla... ella entonces lo vería como actos corteses, pues el alcohol, las hormonas, la primera juventud... ya sabemos lo que tienen...
Tiene un puto mito de recuerdo en la cabeza.
Para negar lo anterior a así misma, y convencerse de una farsa, nos da la prueba del delito..., como diciendo..., que no, que no estoy loca..., mira qué nivel que esto me sucedió
una vez:
princesita cafetera rebuznó:
- Preferiría seguir discutiendo contigo que irme a la cama con esa rubia que, casualmente, es mi novia.
- Demuéstramelo. – contesté temblorosa.
Y me lo demostró.
Aquí confluyen, en este acto, toda la esencia vital de una mujer. El análisis, para otro día,
hamijoooooooooooooooos.