Victor I
Freak
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Ya comenté mi postura hace semanas con respecto a esta caza de brujas que se ha organizado contra los funcionarios para rebajar la calentura de la crisis. Ni el disparate de las subprime ni el previsible estallido de la burbuja inmobiliaria tiene nada que ver con el sueldo de mileurista que reciben la mayoría de los funcionarios. El Estado, hasta que se estalló el último juguete neocon tenía superávit y la hucha de la Seguridad Social estaba rebosante como un cochino en la víspera de San Martín. A esta situación de colapso terminal no nos ha llevado el gasto público, sino que el gasto público ha tenido que emplearse en comprar tiritas para un sector financiero en plena hemorragia.
Por una cuestión de justicia elemental, los platos los debería pagar el que los rompe, sin más, sin ponerse a controlar si el señor de la ventanilla se toma un café o media docena. Y después, cuando el que ha provocado este desbarajuste lo recomponga, podemos hablar de que hacemos con el sector público. Lo eliminamos, lo reformamos o lo mandamos a la Luna. El Estado, por justicia social, debe prestar unos servicios mínimos de sanidad, de educación, de seguridad o de infraestructuras. Se pueden prestar mediante funcionarios o mediante contratas, pero de soltar los euros no se libra. Tener policía y colegios cuesta. Y tener administrativos, auxiliares o técnicos de gestión, y en un estado moderno son imprescindibles, también.
La inmensa mayoría de este Foro considera que la gestión privada es más barata y más eficaz. Esta en su derecho de pensar así, lo comprendo y como es su dinero es justo decidan como debe gastarse. La realidad que yo conozco es otra, he sufrido la diferencia, y he visto de que manera emplean las empresas privadas el dinero (de todos) que estas reciben para prestar un servicio público. De la misma manera que he visto como su ineficacia, su despilfarro y su mala gestión, sólo ha tenido como consecuencia la renovación automática y el aumento de la subvención.
Si el pueblo español, dueño de su dinero quiero eliminar a los trabajadores públicos, a los médicos, a los profesores, a los policías y a los auxiliares administrativos, adelante, que la voluntad popular se manifieste y así se haga. Sinceramente creo que bajaría la calidad de manera mucho más significativa de lo que se conseguiría reducir los costes.
Por una cuestión de justicia elemental, los platos los debería pagar el que los rompe, sin más, sin ponerse a controlar si el señor de la ventanilla se toma un café o media docena. Y después, cuando el que ha provocado este desbarajuste lo recomponga, podemos hablar de que hacemos con el sector público. Lo eliminamos, lo reformamos o lo mandamos a la Luna. El Estado, por justicia social, debe prestar unos servicios mínimos de sanidad, de educación, de seguridad o de infraestructuras. Se pueden prestar mediante funcionarios o mediante contratas, pero de soltar los euros no se libra. Tener policía y colegios cuesta. Y tener administrativos, auxiliares o técnicos de gestión, y en un estado moderno son imprescindibles, también.
La inmensa mayoría de este Foro considera que la gestión privada es más barata y más eficaz. Esta en su derecho de pensar así, lo comprendo y como es su dinero es justo decidan como debe gastarse. La realidad que yo conozco es otra, he sufrido la diferencia, y he visto de que manera emplean las empresas privadas el dinero (de todos) que estas reciben para prestar un servicio público. De la misma manera que he visto como su ineficacia, su despilfarro y su mala gestión, sólo ha tenido como consecuencia la renovación automática y el aumento de la subvención.
Si el pueblo español, dueño de su dinero quiero eliminar a los trabajadores públicos, a los médicos, a los profesores, a los policías y a los auxiliares administrativos, adelante, que la voluntad popular se manifieste y así se haga. Sinceramente creo que bajaría la calidad de manera mucho más significativa de lo que se conseguiría reducir los costes.