Vecinos cabrones y sus historias de horror

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Y ya que estoy voy a contar la de las prostitutas que no tuve el gusto de conocer.

De oídos he podido saber que eran dos jóvenes de muy buen ver y buena presencia. Salían muy bien vestidas y con un maletín, por lo que los vecinos siempre pensaron de ellas que eran representantes de nosequé marca de productos de mujeres muy conocida que no soy capaz de recordar.
Teniendo yo menos de un mes vino mi tío a visitarnos y se encontró en el portal con su jefe. Claro, ambos se sorprendieron de verse y la conversación fue algo así:

Jefe: Hombre tal, ¿pero qué haces por aquí? (risa nerviosa)
Tío: Pues nada, que vengo a ver a mi cuñada, que ha dado luz hace poco.
Jefe: (viendo la respuesta que sonaba a excusa) Ah, yo también vengo a ver a mi cuñada (codazo codazo).

A raíz de eso se descubrió el pastel y mis vecinos, que son gente muy discreta y respetuosa, hicieron sentirse tan cómodas y poco observadas a estas chicas que no tardaron ni dos meses en buscarse otro lugar para sus negocios.
 
Y ya que estoy voy a contar la de las prostitutas que no tuve el gusto de conocer.

De oídos he podido saber que eran dos jóvenes de muy buen ver y buena presencia. Salían muy bien vestidas y con un maletín, por lo que los vecinos siempre pensaron de ellas que eran representantes de nosequé marca de productos de mujeres muy conocida que no soy capaz de recordar.
Teniendo yo menos de un mes vino mi tío a visitarnos y se encontró en el portal con su jefe. Claro, ambos se sorprendieron de verse y la conversación fue algo así:

Jefe: Hombre tal, ¿pero qué haces por aquí? (risa nerviosa)
Tío: Pues nada, que vengo a ver a mi cuñada, que ha dado luz hace poco.
Jefe: (viendo la respuesta que sonaba a excusa) Ah, yo también vengo a ver a mi cuñada (codazo codazo).

A raíz de eso se descubrió el pastel y mis vecinos, que son gente muy discreta y respetuosa, hicieron sentirse tan cómodas y poco observadas a estas chicas que no tardaron ni dos meses en buscarse otro lugar para sus negocios.
Si segurAmente fue eso lo que las hizo largarse,y no el hecho de que las putas vayan cambiando de barrio-ciudad cada poco para buscar más clientela.

Fueron los vecinos,porque las miraban mal
 
Donde vivo hay un vecino toca cojones. Incluso intentó denunciarnos porque su mujer tuvo una enfermedad de mierda y nos quería echar la culpa a los demás por el estres que le causaba todo el mundo. Se ha hecho auto atentados (cerradura del buzón, agua en su terraza, en las puertas del trastero, ruedas desinfladas...) y ha llamado a los mossos diciendo que eran el resto de los vecinos con denuncias de por medio. Un puto loco. Lleva años intentando denunciarnos y pedir daños y perjuicios, y aunque no tenga razón, hay que contratar a un puto abogado y eso cuesta pasta. Es un lol.

Antes de contar la anécdota, comentar que yo soy un tío pacífico y nunca busco bronca, hijos de puta de los cojones.

Yo era presi de la comunidad del parking, un pringui de manual you know. Un día aparco mi coche en la plaza de párking, y me lo encuentro limpiando su puto coche, que lo hacía semanalmente, y me dice de malas maneras, casi gritando, que hay una luz fundida. Paso de su puta cara y espero al ascensor, se abre la puerta, llego a casa, meto la llave en la cerradura, abro, y me recibe mi perrete y mi mujer, no sé si por este orden, imagino que si. Los saludo, y le digo a mi señora, ahora vengo... - ¿Dónde vas? - Ahora vengo. Fui como un zombi, volví tras mis pasos y fuí a por él, sin pensar, sin titubear, no estaba ni nervioso ni tenso.

Entro al párking, me planto delante de él y se levanta.

- Que sea la última vez que me hablas así
- Que te hable como, y el perro ladrando, y esa mierda de música que escuchas y...

Lo cogi por la camiseta que llevaba y lo arrastre hasta el capó del coche. Y le dije que no volviera a hablarme así en la puta vida o lo mataba.

Lo solté, se incorporó. Por la puerta me dijo que esto no iba a quedar así, que se me iba a caer el pelo. Le dije que su puto abogado hablara con el mío, puto anormal.

A día de hoy sigue sin saludarme, pero no me ha vuelto a hablar así.

Su mujer es todavía peor, es quién maneja los hilos. Creo que no he conocido en mi vida a gente tan despreciable y tan desgraciada.
 
Me gusta eso Empty Words. Yo ayer le dije al puto pesado que pide en mi calle, que es que le detesto me pone mala, guapaaa dame 20 centimooooos, te aborda el hijo puta, y lleva un año dando la brasa, que te cruzas de calle y te sigue, pues me pilló de mal yogur y le dije oye, me estás empezando a cabrear ya, ¡déjame en paz! Y el mierdas me dijo bueno bueno vale eh...
¡A la mierda hombre!

Luego en mi piso lo peor que tengo son unos perroflautas que se dejan el ascensor abierto y me toca subir andando día sí día también, pero así hago ejercicio.
 
Donde vivo hay un vecino toca cojones. Incluso intentó denunciarnos porque su mujer tuvo una enfermedad de mierda y nos quería echar la culpa a los demás por el estres que le causaba todo el mundo. Se ha hecho auto atentados (cerradura del buzón, agua en su terraza, en las puertas del trastero, ruedas desinfladas...) y ha llamado a los mossos diciendo que eran el resto de los vecinos con denuncias de por medio. Un puto loco. Lleva años intentando denunciarnos y pedir daños y perjuicios, y aunque no tenga razón, hay que contratar a un puto abogado y eso cuesta pasta. Es un lol.

Antes de contar la anécdota, comentar que yo soy un tío pacífico y nunca busco bronca, hijos de puta de los cojones.

Yo era presi de la comunidad del parking, un pringui de manual you know. Un día aparco mi coche en la plaza de párking, y me lo encuentro limpiando su puto coche, que lo hacía semanalmente, y me dice de malas maneras, casi gritando, que hay una luz fundida. Paso de su puta cara y espero al ascensor, se abre la puerta, llego a casa, meto la llave en la cerradura, abro, y me recibe mi perrete y mi mujer, no sé si por este orden, imagino que si. Los saludo, y le digo a mi señora, ahora vengo... - ¿Dónde vas? - Ahora vengo. Fui como un zombi, volví tras mis pasos y fuí a por él, sin pensar, sin titubear, no estaba ni nervioso ni tenso.

Entro al párking, me planto delante de él y se levanta.

- Que sea la última vez que me hablas así
- Que te hable como, y el perro ladrando, y esa mierda de música que escuchas y...

Lo cogi por la camiseta que llevaba y lo arrastre hasta el capó del coche. Y le dije que no volviera a hablarme así en la puta vida o lo mataba.

Lo solté, se incorporó. Por la puerta me dijo que esto no iba a quedar así, que se me iba a caer el pelo. Le dije que su puto abogado hablara con el mío, puto anormal.

A día de hoy sigue sin saludarme, pero no me ha vuelto a hablar así.

Su mujer es todavía peor, es quién maneja los hilos. Creo que no he conocido en mi vida a gente tan despreciable y tan desgraciada.


Espera, espera. O sea que alguien le putea las cerraduras, los buzones, la mujer esta con ansiedad, y la respuesta es acusarles de estar como una puta cabra y que como se aburren se dedican a hacer el gilipollas y perder el tiempo con estas cosas. Te avisa el hombre que hay una luz fundida, a lo mejor no te lo dice con tono amigable porque lo tenéis hasta el nardo, y vas y lo pillas del cuello y amenazas con matarlo.
Joder que puta locura de vecindario. Le metía fuego al bloque a las 3 de la madrugada.
 
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Vivo en un barrio tranquilo, apartado del centro pero sin ser la escombrera humana que sí son otros que se hallan por la periferia.
Los vecinos me rodean suele ser parejas jóvenes de gente decente, familias medio normales y solo hay una cafetería que cierra a las diez de la noche así que en principio no parece que haya mucho riesgo de problemas, pero...los putos perros.
A todos le ha dado por tener perros, algunos hasta dos o tres.
El descanso se ha vuelto misión imposible. Por la tarde el concierto de ladridos es para volverse loco y por la noche algún anormal se deja al perrito tipo York shire en el balcón a que dé por culo con sus ladriditos agudos hasta bien entrada la madrugada. Los otros perros de mierda lo oyen desde los patios y empiezan a ladrar a su vez.
A mi vecina la pude convencer de que al menos a mediodía no dejara a su perro dálmata subnormal ladrando sin parar. Más que nada porque me puse a gritar vena en cuello que estaba hasta los huevos de putos perros y que iba a empezar a matarlos, empezando por el suyo.
Ya apenas se le escucha alguna vez a partir de las siete de la tarde.
A ver si llega alguna epidemia tipo peste equina y tengan que sacar a pasear/cagar a sus putas madres.
 
Vivo en un barrio tranquilo, apartado del centro pero sin ser la escombrera humana que sí son otros que se hallan por la periferia.
Los vecinos me rodean suele ser parejas jóvenes de gente decente, familias medio normales y solo hay una cafetería que cierra a las diez de la noche así que en principio no parece que haya mucho riesgo de problemas, pero...los putos perros.
A todos le ha dado por tener perros, algunos hasta dos o tres.
El descanso se ha vuelto misión imposible. Por la tarde el concierto de ladridos es para volverse loco y por la noche algún anormal se deja al perrito tipo York shire en el balcón a que dé por culo con sus ladriditos agudos hasta bien entrada la madrugada. Los otros perros de mierda lo oyen desde los patios y empiezan a ladrar a su vez.
A mi vecina la pude convencer de que al menos a mediodía no dejara a su perro dálmata subnormal ladrando sin parar. Más que nada porque me puse a gritar vena en cuello que estaba hasta los huevos de putos perros y que iba a empezar a matarlos, empezando por el suyo.
Ya apenas se le escucha alguna vez a partir de las siete de la tarde.
A ver si llega alguna epidemia tipo peste equina y tengan que sacar a pasear/cagar a sus putas madres.

A veces es que el perro ladra solo cuando los dueños no están y no se dan cuenta del porculo que dan, aunque alguna pista deben tener, pero la mayoría de veces es que los dueños de perros molestos son ímbeciles que no tienen consideración.

Y por mucho que a uno le gusten los perros, acaba tan loco que en esos momentos les machacaria el craneo con un martillo y luego me arrepentiría.
 
A mí me gustan los animales. Los he tenido desde siempre, perros también. Pero precisamente porque sé lo que conlleva y hay que aguantar no se me ocurre tener uno si no puedo educarlo y tenerlo en condiciones para que no moleste con ruidos y mierdas en sentido literal. Que hay que ver la de mierda y peste que suelta un perro como para tener varios en tu propia casa y molestando a los demás.
Y lo malo es eso, los dueños... que saben todo lo anterior y se la suda.
Había uno que sacaba al perrito, cruzaba la calle y lo ponía a mear en la rueda del coche que pillara enfrente. Lo suficiente para coger la escopeta del doce y volatilizar al bicho y que el mongolo del dueño pille algún perdigón también.
 
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