guarripeich
Aborto de Forero
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- 3 Oct 2009
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- 5
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- 0
Nombre de la profesional: VERÓNICA
Teléfono de contacto: 628866022
Lugar del encuentro: Un pequeño y coqueto apartamento de la calle Ayala de Madrid.
Salida de Metro más próxima: Serrano.
Aspecto físico de la chica: Mujer guapa, de cabello largo y rubio, ojos claros con muy buen tipo, bonito culo (nalgas muy duras), hermosas tetas y una piel muy suave.
Link de su página web: [URL="https://www.veronicayala.es/"]www.veronicayala.es[/URL]
Links de los anuncios que he visto de ella:
[URL]https://www.linternaroja.com/es/es/Madrid/Modelos/1823[/URL]
[URL]https://www.anunciox.com/persondetails.asp?personid=1793[/URL]
Tiempo contratado: 1 hora. 130 Euros. Parece ser que Verónica también tiene un servicio de 30 minutos por 80 Euros en el que también hace griego y francés natural. En tiempos de penurias económicas o cuando uno tiene prisa, es de agradecer dicha opción, creo yo.
Fotos que he visto y me gustan de Verónica:
RELATO DE MI EXPERIENCIA:
Llamé a Verónica para citarme, además de confirmar sus tarifas y servicios. Le comenté que desearía concertar una cita de 1 hora y me dijo que de acuerdo, pero que hasta dentro de 1 hora no estaría disponible, porque había quedado en 20 minutos con otro cliente.
Estaba impaciente por verla, porque había leído aquí en el foro tantos comentarios positivos de vosotros hablando de Verónica, que ardía en deseos de catarla.
A la hora y diez minutos ya estaba yo en un bar que hay enfrente de su edificio de apartamentos de la calle Ayala, tomándome un pelotazo para relajarme un poquito ante la excitante aventura de conocer a una chica nueva, cosa esta que siempre me pone a mil debo deciros.
Le llamé por teléfono, me dio el número de su apartamento y me dijo que subiera en 15 minutos.
El edificio tiene un tío en la recepción, pero pasé tranquilamente y el hombre no dijo nada. Me da que incluso si hubiera preguntado por el piso de la chica, seguramente me lo habría dicho sin problemas creo yo.
Se abrió la puerta, entré y apareció detrás de ella esta preciosidad de mujer, mostrando una sonrisa encantadora, muy arreglada y sexy, con un vestido de mallas rojo (creo) y hablando conmigo como si me conociera de toda la vida.
Yo que soy muy lanzado, pese a no conocerla intenté besarla y ella no me puso reparos. Nos dimos un beso profundo y muy rico que consiguió se me levantara la polla inmediatamente, porque además yo apretaba sus nalgas al mismo tiempo y eso, mis queridos compañeros puteros, era demasiado excitante como para intentar controlarse uno, porque la tía tiene unas cachas duras como piedras.
Destapé sus hermosas tetas, y me lancé disfrutarlas. Las chupaba y lamía con deleite, notando como se iban endureciendo los pezones de manera progresiva, una vez cansado de ello, me deslicé hacia abajo besando su vientre, y arrodillado separé el tanguita para empezar a comerle su coñito.
Así estuve un par de minutos con mi boca y lengua perdidas dentro de su interior, y en eso que Verónica me dijo casi en un susurro: “para bebé” “ven, ven aquí”
Me cogió de la mano, se sentó ella en el sofá separando al máximo sus piernas y abriéndose su coño con sus manos, coño que ya notaba los efectos de mis caricias porque se veía hinchado y ligeramente húmedo. Entonces Verónica me dirigió una mirada llena de provocación, con esos intensos ojos claros, mientras me decía: sigue aquí anda!
Me volví a poner de rodillas, chupando, lamiendo y bebiendo todo lo que salía de tan rica hendidura, mientras Vero no paraba de retorcerse de placer. Estaban mis labios y boca empapados con sus fluidos que sabían riquísimos, mientras con mi mano libre (la derecha) aprovechaba para menearme la polla, que tenía casi a punto de explotar del gusto que todo eso me provocaba.
Verónica me pidió parar, se levantó mirándome fijamente a los ojos con cara de gusto, me cogió de la mano y pasamos a la ducha. Iba yo camino a ella empalmado de manera brutal con Vero tirando de mi polla, mientras nos partíamos de risa por la escena tan curiosa que representábamos: Una mujer llevando a un tío a ducharse asido de la polla. ¡Ja, ja, ja!
Amablemente, entre comentarios graciosos y picardías de Vero, me duché con su inestimable ayuda, no desaprovechando yo la ocasión para palpar esas 2 preciosas tetas que tiene o tocar su increíble culo.
Me dejó sólo secándome, y decidió esperarme Verónica de rodillas en la cama, ya prácticamente desnuda.
Yo me subí, puse a su altura también de rodillas, le abracé con fuerza y empecé a cebarme con sus gordos pezones mientras de vez en cuando subía hasta su cuello para besarlo y hacía lo mismo después con su boca, mientras ella me cogía de los huevos suavemente y luego acariciaba mi polla de manera muy hábil, consiguiendo que nuevamente llegase hasta el máximo de su dureza.
Entonces Vero me tumbó boca arriba en la cama, cogió un preservativo, se lo puso en 2 dedos y me dijo: “¿has probado esto?” Mientras me miraba con malicia nuevamente.
“Ya verás como te va a gustar”
Yo no dije nada, estaba tan cachondo que ni podía hablar, cosa que aprovechó ella para después de lubricarme mi culito, empezar a meter suavemente los dedos al tiempo que me chupaba la polla, suavemente primero y con cierta intensidad después, sin dejar de hacerlo alternándolo con unos diestros meneos de su mano derecha sobre ella (la izquierda ya tenía entonces 2 dedos metidos en mi culo), cosa esta que sinceramente me puso a 100.
A los pocos segundos ya estaba yo intentando no explotar, y le pedí que por favor me dejara follarla. Verónica paró, me puso un preservativo, se subió a la cama quedándose en la posición del perrito mientras me decía: “¿Qué quieres bebé? ¿Culito? ¿Coñito? ¿O los dos?”
Joer que pregunta más fácil de responder me hizo!! Quiero todo!!
Empecé primero a darle por su chochito, que tenía caliente y extremadamente humedo, pero a los pocos minutos cambié de opinión, la saqué y le dí de lleno en su hermoso agujero negro, que se abrió sin problemas dejándome pasar.
¡Madre mía! ¡No duré ni 30 segundos creo!
Porque con sus meneos de cadera, comentarios y cara de gusto, Verónica hizo que mi orgasmo ya estuviera listo para salir, pero es tal su destreza, que se retiró inmediatamente cuando estaba casi a punto de conseguirlo, me sacó la goma, empezó a chupármela y recibió toda mi leche sobre su boca, escupiendo y dejando caer parte de la misma sobre sus tetas.
Me quedé tan satisfecho y cansado, que parecía como si todo me diera vueltas.
Verónica empezó a hablarme dulcemente mientras limpiaba tranquilamente la leche derramada sobre sus tetas y boca.
Descansamos un ratito para que yo me recuperase, me permitió ducharme nuevamente y salí agradecido de haber visitado a una de las mejores lumis que actualmente creo tenemos en España.
¿Qué si repetiré? ¡Ni lo dudéis!
Teléfono de contacto: 628866022
Lugar del encuentro: Un pequeño y coqueto apartamento de la calle Ayala de Madrid.
Salida de Metro más próxima: Serrano.
Aspecto físico de la chica: Mujer guapa, de cabello largo y rubio, ojos claros con muy buen tipo, bonito culo (nalgas muy duras), hermosas tetas y una piel muy suave.
Link de su página web: [URL="https://www.veronicayala.es/"]www.veronicayala.es[/URL]
Links de los anuncios que he visto de ella:
[URL]https://www.linternaroja.com/es/es/Madrid/Modelos/1823[/URL]
[URL]https://www.anunciox.com/persondetails.asp?personid=1793[/URL]
Tiempo contratado: 1 hora. 130 Euros. Parece ser que Verónica también tiene un servicio de 30 minutos por 80 Euros en el que también hace griego y francés natural. En tiempos de penurias económicas o cuando uno tiene prisa, es de agradecer dicha opción, creo yo.
Fotos que he visto y me gustan de Verónica:
RELATO DE MI EXPERIENCIA:
Llamé a Verónica para citarme, además de confirmar sus tarifas y servicios. Le comenté que desearía concertar una cita de 1 hora y me dijo que de acuerdo, pero que hasta dentro de 1 hora no estaría disponible, porque había quedado en 20 minutos con otro cliente.
Estaba impaciente por verla, porque había leído aquí en el foro tantos comentarios positivos de vosotros hablando de Verónica, que ardía en deseos de catarla.
A la hora y diez minutos ya estaba yo en un bar que hay enfrente de su edificio de apartamentos de la calle Ayala, tomándome un pelotazo para relajarme un poquito ante la excitante aventura de conocer a una chica nueva, cosa esta que siempre me pone a mil debo deciros.
Le llamé por teléfono, me dio el número de su apartamento y me dijo que subiera en 15 minutos.
El edificio tiene un tío en la recepción, pero pasé tranquilamente y el hombre no dijo nada. Me da que incluso si hubiera preguntado por el piso de la chica, seguramente me lo habría dicho sin problemas creo yo.
Se abrió la puerta, entré y apareció detrás de ella esta preciosidad de mujer, mostrando una sonrisa encantadora, muy arreglada y sexy, con un vestido de mallas rojo (creo) y hablando conmigo como si me conociera de toda la vida.
Yo que soy muy lanzado, pese a no conocerla intenté besarla y ella no me puso reparos. Nos dimos un beso profundo y muy rico que consiguió se me levantara la polla inmediatamente, porque además yo apretaba sus nalgas al mismo tiempo y eso, mis queridos compañeros puteros, era demasiado excitante como para intentar controlarse uno, porque la tía tiene unas cachas duras como piedras.
Destapé sus hermosas tetas, y me lancé disfrutarlas. Las chupaba y lamía con deleite, notando como se iban endureciendo los pezones de manera progresiva, una vez cansado de ello, me deslicé hacia abajo besando su vientre, y arrodillado separé el tanguita para empezar a comerle su coñito.
Así estuve un par de minutos con mi boca y lengua perdidas dentro de su interior, y en eso que Verónica me dijo casi en un susurro: “para bebé” “ven, ven aquí”
Me cogió de la mano, se sentó ella en el sofá separando al máximo sus piernas y abriéndose su coño con sus manos, coño que ya notaba los efectos de mis caricias porque se veía hinchado y ligeramente húmedo. Entonces Verónica me dirigió una mirada llena de provocación, con esos intensos ojos claros, mientras me decía: sigue aquí anda!
Me volví a poner de rodillas, chupando, lamiendo y bebiendo todo lo que salía de tan rica hendidura, mientras Vero no paraba de retorcerse de placer. Estaban mis labios y boca empapados con sus fluidos que sabían riquísimos, mientras con mi mano libre (la derecha) aprovechaba para menearme la polla, que tenía casi a punto de explotar del gusto que todo eso me provocaba.
Verónica me pidió parar, se levantó mirándome fijamente a los ojos con cara de gusto, me cogió de la mano y pasamos a la ducha. Iba yo camino a ella empalmado de manera brutal con Vero tirando de mi polla, mientras nos partíamos de risa por la escena tan curiosa que representábamos: Una mujer llevando a un tío a ducharse asido de la polla. ¡Ja, ja, ja!
Amablemente, entre comentarios graciosos y picardías de Vero, me duché con su inestimable ayuda, no desaprovechando yo la ocasión para palpar esas 2 preciosas tetas que tiene o tocar su increíble culo.
Me dejó sólo secándome, y decidió esperarme Verónica de rodillas en la cama, ya prácticamente desnuda.
Yo me subí, puse a su altura también de rodillas, le abracé con fuerza y empecé a cebarme con sus gordos pezones mientras de vez en cuando subía hasta su cuello para besarlo y hacía lo mismo después con su boca, mientras ella me cogía de los huevos suavemente y luego acariciaba mi polla de manera muy hábil, consiguiendo que nuevamente llegase hasta el máximo de su dureza.
Entonces Vero me tumbó boca arriba en la cama, cogió un preservativo, se lo puso en 2 dedos y me dijo: “¿has probado esto?” Mientras me miraba con malicia nuevamente.
“Ya verás como te va a gustar”
Yo no dije nada, estaba tan cachondo que ni podía hablar, cosa que aprovechó ella para después de lubricarme mi culito, empezar a meter suavemente los dedos al tiempo que me chupaba la polla, suavemente primero y con cierta intensidad después, sin dejar de hacerlo alternándolo con unos diestros meneos de su mano derecha sobre ella (la izquierda ya tenía entonces 2 dedos metidos en mi culo), cosa esta que sinceramente me puso a 100.
A los pocos segundos ya estaba yo intentando no explotar, y le pedí que por favor me dejara follarla. Verónica paró, me puso un preservativo, se subió a la cama quedándose en la posición del perrito mientras me decía: “¿Qué quieres bebé? ¿Culito? ¿Coñito? ¿O los dos?”
Joer que pregunta más fácil de responder me hizo!! Quiero todo!!
Empecé primero a darle por su chochito, que tenía caliente y extremadamente humedo, pero a los pocos minutos cambié de opinión, la saqué y le dí de lleno en su hermoso agujero negro, que se abrió sin problemas dejándome pasar.
¡Madre mía! ¡No duré ni 30 segundos creo!
Porque con sus meneos de cadera, comentarios y cara de gusto, Verónica hizo que mi orgasmo ya estuviera listo para salir, pero es tal su destreza, que se retiró inmediatamente cuando estaba casi a punto de conseguirlo, me sacó la goma, empezó a chupármela y recibió toda mi leche sobre su boca, escupiendo y dejando caer parte de la misma sobre sus tetas.
Me quedé tan satisfecho y cansado, que parecía como si todo me diera vueltas.
Verónica empezó a hablarme dulcemente mientras limpiaba tranquilamente la leche derramada sobre sus tetas y boca.
Descansamos un ratito para que yo me recuperase, me permitió ducharme nuevamente y salí agradecido de haber visitado a una de las mejores lumis que actualmente creo tenemos en España.
¿Qué si repetiré? ¡Ni lo dudéis!