Vida en un psiquiátrico

Más cosas:

Mi compañero de cuarto se metía de todo en las salidas, claro que después controlaban con análisis de orina si te drogabas o no. Él evitaba esto trayendo dentro de condones orina de terceros que estaba limpia de drogas y era ésta la que metía en los botes de análisis.

También había un panchito:

Era colombiano, padecía de psicosis. Era muy blanco, rubio, de ojos azules pero achaparrado y con cara de simio. No paraba de dar vueltas inclinándose a los lados a cada paso mientras mostraba una mirada perdida y unos ademanes temblorosos. Un día que estaba jugando al guiñote con otros tres pacientes nos encaró el panchito y sin venir a cuento nos dijo: "Es que yo si quiero voy y los mato a todos ustedes porque soy muy macho". Yo me le quedé mirando fijamente y le dije con acento andaluz aspirando las eses: "¡Ole tuh cojoneh!". Entonces el desgraciado de él agarró un vaso lleno de agua que teníamos para apagar y depositar las colillas y me lo estampó en los morros. Yo no me lo pensé dos veces y agarré la silla y con ella le abrí la cabeza. Esto nos costó a ambos dos días en la celda de castigo, atadicos a una camilla en una habitación con las paredes acolchadas. Allí hice muy mala uva, tan mala uva que me llegué a poner de pie con la camilla atada y todo de la fuerza que hice para intentar liberarme. Recuerdo que la enfermera que me descubrió de esa guisa se quedó atónita, dijo: "Jamás había visto a alguien con tanta fuerza en mi vida como para ponerse en pie con camilla incluida mientras está atado a ésta". Después de esto el panchito estuvo muy, muy suave conmigo. Si es que estas razas inferiores el único lenguaje que entienden es el de la violencia.
 
Si estabais vigilados como os apañabais para las pajillas?
Entiendo que muchas medicaciones quitan las ganas pero de vez en cuando alguna caería no?
En la cama en silencio? Mientras veía la TV bajo el pantalón?
Curiosidad.
Me sigue extrañando mucho que no os separaran por sexos. Es que joder, es la gran ocasión a hartarte de liarte con unas y otras. No sé...

En teoría no te vigilaban en la habitación y la medicación me bajaba la líbido. Eso sí, el día que me soltaron pille speed e hice un trío memorable, comentándole a mi padre mis aviesas intenciones durante el viaje de vuelta al pueblo para que se diera puta cuenta que salía peor que entré.:twisted:

Lo de estar separados por sexo no creo que se dé, y en las veces que estuve había tías realmente atractivas, aunque la mayoría eramos maromos.
 
Justico al lado de donde nos poníamos a jugar al guiñote estaba siempre un tío de unos dos metros diez al que le faltaba un brazo, jamás hablaba salvo apenas unos balbuceos incomprensibles. Le faltaba el brazo derecho, estaba siempre de pie salvo cuando se servía la comida. Muy moreno y calvo, le temblaba la cara continuamente y tenía una mira extraviada y llena de sufrimiento. Cuando a nosotros los fumadores se nos caía alguna minúscula partícula de ceniza al suelo cogía él y la recogía con el dedo índice de la mano izquierda y se la llevaba al espantoso muñón del otro brazo, que estaba de mierda de ceniza que daba gusto. Un horror. Buff, anda que no puedo contar espantos de lo que vi allá....
 
A mi me sucedió una historia un poco rara.

Llevando unos días hice mi camarilla y les dije que si no querían huir de alli aprovechando el ir y venir de obreros que pululaban por allí.
Decidimos que lo mejor sería reptar por el conducto del aire acondicionado del techo desde la habitación más cercana a la salida, la mía. Aflojamos la chapa, subimos y cabiamos justo por el conducto.

Cuando ya teniamos preparado todo para ser "los cuatro de Logroño" esa misma noche, me avisaron de que tenía revisión con el psiquiatra.
Todo fue normal hasta que, cuando ya me iba me dijo:

-"Spizo, no creo que sea buena idea organizar una fuga, y más cuando no te queda mucho tiempo aquí".

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Más cosas:

Mi compañero de cuarto se metía de todo en las salidas, claro que después controlaban con análisis de orina si te drogabas o no. Él evitaba esto trayendo dentro de condones orina de terceros que estaba limpia de drogas y era ésta la que metía en los botes de análisis.

También había un panchito:

Era colombiano, padecía de psicosis. Era muy blanco, rubio, de ojos azules pero achaparrado y con cara de simio. No paraba de dar vueltas inclinándose a los lados a cada paso mientras mostraba una mirada perdida y unos ademanes temblorosos. Un día que estaba jugando al guiñote con otros tres pacientes nos encaró el panchito y sin venir a cuento nos dijo: "Es que yo si quiero voy y los mato a todos ustedes porque soy muy macho". Yo me le quedé mirando fijamente y le dije con acento andaluz aspirando las eses: "¡Ole tuh cojoneh!". Entonces el desgraciado de él agarró un vaso lleno de agua que teníamos para apagar y depositar las colillas y me lo estampó en los morros. Yo no me lo pensé dos veces y agarré la silla y con ella le abrí la cabeza. Esto nos costó a ambos dos días en la celda de castigo, atadicos a una camilla en una habitación con las paredes acolchadas. Allí hice muy mala uva, tan mala uva que me llegué a poner de pie con la camilla atada y todo de la fuerza que hice para intentar liberarme. Recuerdo que la enfermera que me descubrió de esa guisa se quedó atónita, dijo: "Jamás había visto a alguien con tanta fuerza en mi vida como para ponerse en pie con camilla incluida mientras está atado a ésta". Después de esto el panchito estuvo muy, muy suave conmigo. Si es que estas razas inferiores el único lenguaje que entienden es el de la violencia.

En Logroño dormíamos solos y las habitaciones eran igual de amplias que las de plantas inferiores, en las que duermen dos, con un baño individual de puta madre. No teniamos que hacer ni la cama.

Yo también tuve un conato de violencia con un vasco al que todos temían. Resulta que este tío extorsionaba a media planta, incluido a un viejecilllo desvalido con el que hice amistad.
Me percaté que le cogía la comida y yo, que no tolero las injusticias, salté a por él y lo enganché del cuello diciéndole:

-¿Por qué no me robas la comida a mí?

Hubo una desbandada general ante la pelea de dos osobukos de más de 120 kilos hasta que aparecieron dos seguratas armados y nos separaron.

Desde ese día enfermeras e internos me trataron con una mezcla de respeto y admiración.:lol:
 
Jamás olvidaré el día de mi ingreso al gitano aquel siniestro que llevaba la tira de años de ingresos continuos de hospital en hospital porque en ninguno lo aguantaban. Se había pasado de rosca con ls drogas lo cual el había provocado psicosis, pero lo peor no era eso, además era psicópata. Y para colmo perteneciente a una etnia que cultiva la sociopatía como rasgo distintivo, os podéis imaginar la boma de relojería que era el individuo éste. Esa mirada fija, fija, ojos ojerosos por el abuso de la medicación. A ratos lo ataban muy parecido a como hacían a Hannibal Lecter. A pastillazo limpio lo tenían tranquilo, y aún así algunas veces era peligroso. Su familia hacía la tira de años que no iba a verle, y es que a los gitanos la locura es como la bicha, huyen de ella como de la peste.

Añado que era todo un lol cuando el gitano les gritaba a las enfermeras y celadores que él les daba de comer ya que si no hubiera locos ellos no tendrían trabajo.
 
Última edición por un moderador:
Que jodidos los locos, lo que me gustan de sus historias es cómo ven ellos el mundo.
 
Más cosas:

Mi compañero de cuarto se metía de todo en las salidas, claro que después controlaban con análisis de orina si te drogabas o no. Él evitaba esto trayendo dentro de condones orina de terceros que estaba limpia de drogas y era ésta la que metía en los botes de análisis.

También había un panchito:

Era colombiano, padecía de psicosis. Era muy blanco, rubio, de ojos azules pero achaparrado y con cara de simio. No paraba de dar vueltas inclinándose a los lados a cada paso mientras mostraba una mirada perdida y unos ademanes temblorosos. Un día que estaba jugando al guiñote con otros tres pacientes nos encaró el panchito y sin venir a cuento nos dijo: "Es que yo si quiero voy y los mato a todos ustedes porque soy muy macho". Yo me le quedé mirando fijamente y le dije con acento andaluz aspirando las eses: "¡Ole tuh cojoneh!". Entonces el desgraciado de él agarró un vaso lleno de agua que teníamos para apagar y depositar las colillas y me lo estampó en los morros. Yo no me lo pensé dos veces y agarré la silla y con ella le abrí la cabeza. Esto nos costó a ambos dos días en la celda de castigo, atadicos a una camilla en una habitación con las paredes acolchadas. Allí hice muy mala uva, tan mala uva que me llegué a poner de pie con la camilla atada y todo de la fuerza que hice para intentar liberarme. Recuerdo que la enfermera que me descubrió de esa guisa se quedó atónita, dijo: "Jamás había visto a alguien con tanta fuerza en mi vida como para ponerse en pie con camilla incluida mientras está atado a ésta". Después de esto el panchito estuvo muy, muy suave conmigo. Si es que estas razas inferiores el único lenguaje que entienden es el de la violencia.

PULGA EL FORZUDO :121:
 
Me la envaino entonces,las pirulas no son lo mio :lol:
La sertralina, como cualquier antidepresivo basado en inhibidores de la recaptación de la serotonina como el Prozac (fluoxetina), causa adicción. Así pues, sí, hay un mercado negro de sertralina. No porque sea divertida, sino porque es adicitiva. No es el mismo mercado, claro está: si no la venden los dealers de drogas porque a ver con qué cara te venden un producto que te lo tienes que estar tomando tres semanas o cuatro hasta que te empiece a hacer un efecto :lol:
 
Extiéndase en ello, nos interesa.
Pues eso, que es curioso que todos los locos que habéis estado en un psiquiátrico siempre veáis la paja en el ojo ajeno. Como si en vuestro mundo los locos fuesen los otros. Me hacen gracia las historias que contáis porque lo hacéis desde vuestro punto de vista de perturbados, sin ser consciente de ello. Veis cosas raras en los demás, comportamientos extraños en los otros, anomalías en las conductas de terceros; pero a saber el equipamiento que lleváis cada uno.
 
Pues eso, que es curioso que todos los locos que habéis estado en un psiquiátrico siempre veáis la paja en el ojo ajeno. Como si en vuestro mundo los locos fuesen los otros. Me hacen gracia las historias que contáis porque lo hacéis desde vuestro punto de vista de perturbados, sin ser consciente de ello. Veis cosas raras en los demás, comportamientos extraños en los otros, anomalías en las conductas de terceros; pero a saber el equipamiento que lleváis cada uno.
Oiga usted, yo no estoy loco, estoy diagnosticado con sindrome de Asperger y eso no es una enfermedad mental sino un trastorno del desarrollo
 
Acabo de leer que los camellos no pasan "pastillas del psquiátrico" ¿?

Pero si las farmacias del Polígono de La Paz, La Fama y alrededores son saqueadas día sí y día también: gitanacas que se llevan de todo con sus recetas de los payos, para revender benzodiacepinas para el mono o toda clase de estimulante terminado en - ina.

Le he comentado lo del hilo a mi amigo imaginario y ha recordado la paranóia que cogió con un celador, siempre que iba a mear se ponía cerca suyo:

-¿Qué pasa?¿no puedo ir al baño sin que estés mirando maricona?
-Es por si te suicidas.
-Ah, yo solo, no hay más internos a los que vigilar.

Y le meó encima haciendo una parábola que mojó al señór celador y parte del pasillo.
Reducción por parte de dos celadores que lo tiran al suelo al más puro estilo policía de Detroit, pinchazo de algo que le hizo dormir diez horas y una semana aislado.
 
¿Quién quiere pastillas de contrabando cuando se las puede recetar el mismo? Dos millones y medio de funcionarios avalan esta respuesta. Control 0, te las firma la recepcionista; las rellenas tú mismo y nadie dice nada. Si quisiera, en dos días, sí dos días, tendría la todos los medicamentos que han salido en los hilos de todo el foro.
 
En teoría no te vigilaban en la habitación y la medicación me bajaba la líbido. Eso sí, el día que me soltaron pille speed e hice un trío memorable, comentándole a mi padre mis aviesas intenciones durante el viaje de vuelta al pueblo para que se diera puta cuenta que salía peor que entré.:twisted:

Lo de estar separados por sexo no creo que se dé, y en las veces que estuve había tías realmente atractivas, aunque la mayoría eramos maromos.

Fue tu padre quien te metió ahí? Qué pasó?
 
¿Quién quiere pastillas de contrabando cuando se las puede recetar el mismo? Dos millones y medio de funcionarios avalan esta respuesta. Control 0, te las firma la recepcionista; las rellenas tú mismo y nadie dice nada. Si quisiera, en dos días, sí dos días, tendría la todos los medicamentos que han salido en los hilos de todo el foro.
Pida carfentanilo. Es pa un hamijo himajinario que aún no conozco.
 
Última edición:
¿Quién quiere pastillas de contrabando cuando se las puede recetar el mismo? Dos millones y medio de funcionarios avalan esta respuesta. Control 0, te las firma la recepcionista; las rellenas tú mismo y nadie dice nada. Si quisiera, en dos días, sí dos días, tendría la todos los medicamentos que han salido en los hilos de todo el foro.

De qué recepcionista hablas?

Explica cómo lo haces, por favor.
 
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