Es la ampliación del campo de batalla, como decía Houellebecq. El capitalismo que ha invadido todas la esferas de nuestra puta vida. Antes era tanto tienes, tanto vales. Ahora no vale sólo con tener, ahora, además, hay que follar o que te follen (aunque sólo sea con la mirada).
Quién no folla es porque no quiere, sólo hay que establecerse unos parámetros.
Ir de putas es como cobrar el paro. Hay quien prefiere vivir del paro y otros trabajar, aunque sea en un trabajo de mierda. Follar es tan necesario como el dinero. Cuando no tienes sexo o dinero es cuando empiezan los problemas.
Contratos de mierda, trabajos basura, sueldos ínfimos, jornadas agotadoras. En eso se ha convertido el ligar. El mercado del sexo está igual que el mercado laboral. Demasiado trabajo para, en la mayoría de los casos, obtener una recompensa mínima.
Se puede ser feliz sin sexo y sin dinero, pero eso sólo esta al alcance de unos pocos elegidos. Bienaventurados sean.