Hoy he tenido que ir al centro. Todas las tiendas abiertas y la hostia de borregos cargados con bolsas de todo tipo, el espectáculo me ha resultado deleznable al instante de mezclarme con ellos. Yo iba escuchando a Zeke y esquivándolos como podía, les miraba a todos el careto y es como si llevaran un luminoso en la frente con la palabra IMBECIL; juro que lo he sentido muy intensamente. He pensado por un momento: "Hits, venga, no seas tan prejuicioso, seguro que entre toda esta turba hay gente interesante y guay", pero no, acabé totalmente convencido de que todos y cada uno de ellos era gilipollas irreversible.
Era increíble, me daban ganas de gritarles: "¡Que soy forero de Putalocura, dejadme pasar!", pero me contuve no sé muy bien por qué. El colmo fue ya cuando pasé por la puerta del Taiguer de la calle San Eloy, estaba abarrotadísimo de gente haciendo cola para pagar las estupideces inservibles que venden en ese antro. Tenían todos una cara que, joder... Menudos anormales. Me he sentido un sociópata de campeonato incapaz de interactuar con el común de la sociedad y en consecuencia un pelín frustrado, pero también como si estuviera en posesión de la razón al desearles lo peor a todos ellos, y sobre todo, me he sentido orgulloso como nunca de ser forero (aunque tengamos entre nuestros hermanos a alguno que otro que le mola el blac fraidei y gastar dinero mongoloidemente)
Espero que todo lo que haya comprado todo el mundo les salga malo y se rompa, o mejor, que les den el palo a todos antes de que puedan llegar a sus kelis para disfrutar de sus compras de mierda.
Veterano
Baneado
Muerto por dentro
Leyenda
