Doc_Triviño
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- 22 Abr 2004
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Si hay algo que me gusta mucho es leer o escuchar historias nativas de gente de otros países, sean mitológicas, religiosas o puro folklore.
A ver si se anima el foro a contar alguna historia o leyenda medio tenebrosa, la mejor que tengan de su localidad. Sé que España y todos los otros países tienen cuentos que relatar, alguna leyenda que le contaron de niños para asustarlos, o que se escucha en algún bar, ¿por qué no revivirlas en este foro?
Así que yo pongo la primera roca:
El Hullachisca:
Dicen que en la capital, Quito, en la época colonial, antes que cantara el gallo, para las 5 o 6 de la mañana, en ciertos lugares se podían escuchar un llanto agudo y constante. Una mujer que oyó los llantos salió de su casa y buscó el origen del sonido.
Tras caminar un poco, encontró en medio de un callejón un bultito. Envuelto en trapos. Un bebito abandonado. Que lloraba y lloraba. Ella, compasiva, levantó el bultito y decidió darle un poco de calor poniéndolo en su pecho. El bultito estaba todo tapado, así que le descubrió la cara para vérsela.
Al destaparla aparece un rostro horrible
que dice gruñendo: "DIENTES TENGO", abre la boca repleta de colmillos y se le lanza a la aterrorizada mujer. Horas más tarde encuentran el cuerpo de la mujer. Los pezones arrancados de cuajo, el vientre abierto y el útero devorado. Dicen que el Hullachisca es un demonio que ataca a las mujeres embarazadas o aptas para embarazarse. Razones? No se sabe.
No me lo he inventado, esto está escrito.
Ahora colaboren con su propia leyenda.
Entre más tenebrosa, mejor.
Chao.
A ver si se anima el foro a contar alguna historia o leyenda medio tenebrosa, la mejor que tengan de su localidad. Sé que España y todos los otros países tienen cuentos que relatar, alguna leyenda que le contaron de niños para asustarlos, o que se escucha en algún bar, ¿por qué no revivirlas en este foro?
Así que yo pongo la primera roca:
El Hullachisca:
Dicen que en la capital, Quito, en la época colonial, antes que cantara el gallo, para las 5 o 6 de la mañana, en ciertos lugares se podían escuchar un llanto agudo y constante. Una mujer que oyó los llantos salió de su casa y buscó el origen del sonido.
Tras caminar un poco, encontró en medio de un callejón un bultito. Envuelto en trapos. Un bebito abandonado. Que lloraba y lloraba. Ella, compasiva, levantó el bultito y decidió darle un poco de calor poniéndolo en su pecho. El bultito estaba todo tapado, así que le descubrió la cara para vérsela.
Al destaparla aparece un rostro horrible

No me lo he inventado, esto está escrito.
Ahora colaboren con su propia leyenda.
Entre más tenebrosa, mejor.
Chao.