Pontecorvo
Freak
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En un alarde de originalidad sin igual y como si fuera un agente de la TIA interrogando y escupiendo luz a la cara, os voy a preguntar qué estabais haciendo aquel día. Cuáles fueron vuestros pensamientos en ese preciso y peculiar momento.
¿Ha cambiado mucho el mundo desde entonces según vuestra opinión? ¿Celebrasteis con ahínco la caída de las torres y el posible jaque mate al imperio pitiyanki? ¿Todavía seguís teniendo las pancartas olímpicas utilizadas para puntuar a la gente que se tiraba al vacío?
En mi caso, opino que su importancia es relativa aunque es tentador establecer que la decadencia occidental que vivimos comenzó ahí. Yo había llegado a casa de estudiar y tenía una pequeña pausa para comer pues había que volver pronto, así que pusimos la tele. Otra de las diferencias por cierto, todavía veíamos la tele. Eran las 3 y ahí experimentamos toda la fiesta y la parafernalia en directo.
Minutos más tarde me fui al servicio y entonces escuché un grito.
-¡Jose! ¡Corre! LA TORRE SE CAYÓ.
Estaba convencido que no había oído bien así que volví a preguntar. Y la misma respuesta, más clara, pero no me cuadraba. Era demasiado irreal. Antes de salir, hasta la puerta se había convertido en un extraño umbral a sabe Dios qué.
Rediós, quién me diera tener este foro en aquel momento.
¿Ha cambiado mucho el mundo desde entonces según vuestra opinión? ¿Celebrasteis con ahínco la caída de las torres y el posible jaque mate al imperio pitiyanki? ¿Todavía seguís teniendo las pancartas olímpicas utilizadas para puntuar a la gente que se tiraba al vacío?
En mi caso, opino que su importancia es relativa aunque es tentador establecer que la decadencia occidental que vivimos comenzó ahí. Yo había llegado a casa de estudiar y tenía una pequeña pausa para comer pues había que volver pronto, así que pusimos la tele. Otra de las diferencias por cierto, todavía veíamos la tele. Eran las 3 y ahí experimentamos toda la fiesta y la parafernalia en directo.
Minutos más tarde me fui al servicio y entonces escuché un grito.
-¡Jose! ¡Corre! LA TORRE SE CAYÓ.
Estaba convencido que no había oído bien así que volví a preguntar. Y la misma respuesta, más clara, pero no me cuadraba. Era demasiado irreal. Antes de salir, hasta la puerta se había convertido en un extraño umbral a sabe Dios qué.
Rediós, quién me diera tener este foro en aquel momento.
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