Pues claro que sí, pero ahí tienes a quienes necesitan una justificación externa a su decisión para no ser tachados de mentirosos, que es de lo que va la peli. Ahí les tienes, confundiendo monogamia con fidelidad, obviando que los impulsos que podamos tener son modulados por la parte racional del hombre y, lo que es más gracioso, atribuyendo a animales el manejo de conceptos como promesas o fidelidades para, ay, verse libres de culpa.
No, no ha explicado una mierda bien. Ha cogido el término fidelidad, algo que sólo manejamos los humanos, y lo ha hecho sinónimo con monogamia, algo aplicable a algunas especies y que nada tiene que ver. Después, tras hacerlos sinónimos, ha puesto a animales a prometerse cosas (!!!!!!), lo cual equivale a dotarles de pensamiento racional, y a los hombres a seguir instintos casi sin filtro. Te juega al trile en tu puta cara y tú te lo tragas.
Y tampoco te enteras de lo que digo yo, por lo que se ve. Te lo explico. El ser humano es una especie racional. Y a través de esta razón hemos elaborado una cosa llamada civilización y cultura. En casi todas las sociedades humanas, por no decir en todas, mentir está mal. Ser infiel, poner los cuernos, etc., es que un día le dices a una persona que vas a tener una exclusividad sexual y al final, racionalmente, decides pasarte tu promesa por el forro y actuar en consecuencia y follarte a otras. Ser infiel no es que te pique la polla y busques follarte a gente, eso es tener una pulsión sexual que todos tenemos. Ser infiel es que te follas a gente después de haber dicho que no lo ibas a hacer. La fidelidad, por tanto, no es innata, ni biológica. Es un constructo social humano porque sólo los humanos pueden manejar el concepto de exclusividad sexual de manera consciente y el concepto de promesa, juntarlos racionalmente en un compromiso que cumplir y luego voluntariamente romperlo. No está en los genes, no está en la biología, no está en nada más que tu decisión de quebrar la palabra dada, de mentir y de actuar en contra de lo que has dicho que ibas a hacer. Y eso esta sociedad lo sanciona negativamente, y te llama infiel y te mira mal y otras sociedades no lo hacen. Por eso es un constructo social, un constructo humano y por eso no cabe hablar de infidelidad en los animales ni en los seres irracionales.
Y claro, como a nadie le gusta que le llamen mentiroso, pues a tirar de trilerismos, de batiburrillos de ideas, de biologías inventadas y de genes imparables que te obligan a instalarte Tinder secretamente o a ponerte en el camino de conocer a tías con ánimo sexual para no reconocer que todo ello son decisiones voluntarias, racionales, que requieren además de un esfuerzo consciente para ser llevadas a cabo y que se ha traicionado a quien se supone que no se iba a traicionar.
Todo infiel lo es adrede. Porque racionalmente lo elige. Porque primero elige prometer y luego elige no cumplir. Y que te pique MUCHO la polla no justifica que lo que has hecho ha sido romper tu promesa. Si tanto te pica la polla, no prometas, no te emparejes, o si lo haces dile a la persona de turno que tú te vas a follar a otras y nadie podrá acusarte de romper ninguna promesa ni de ser infiel, ya que no hay una promesa ni un pacto al que serlo.
Pero nada, nada, que no lo verás, porque como tú sólo tienes un norte en la vida, que es el de tirarte a cuantas más mejor, no entenderás que esto no va de tener pulsiones, sino de no decir que se va a hacer lo que luego no se hace.