A mí, me gusta el fútbol, de hecho lo practico y no soy nada malo. Verlo me gusta menos, exceptuando los partidos del Real Madrid. A la selección la sigo menos, en algún mundial o eurocopa (recuerdo ver partidos de la selección puesto de cocaina hasta arriba en un mundial no hace muchos años que se jugaba a las 6 o las 7 de la mañana, hora española).
Ahora bien, me repatea la actitud pedante de los antifutbol. El manido argumento de los millonarios tras el balón, etc. Y no quiero entrar a discutirme con ninguno. Tienen ustedes toda la razón del mundo.
También, discrepando con mi buen amigo Main Man, considero lo de ayer de José Tomás Arte con mayúsculas. También practico ese noble arte. Y recuerdo con honda emoción cuando con diecisiete años cogí los aperos y hice todo un verano de maletilla por las más variopintas plazas de toros de Castilla la vieja. Ahora, y por prohibición expresa de mi mujer y mi madre (ambas santas) no puedo bajar al ruedo ni en capeas de poco monte.