A mi me puede la perplejidad. No deja de sorprenderme que alguien se pueda sentir tan ofendido por lo que se diga en un foro de internet.
Personalmente creo que es una cuestión de actitud. Uno decide el límite a partir de cual las cosas le hacen daño. En mi caso, el foro me sirve unas veces para leer opiniones inteligentes, otras para reírme leyendo auténticas salvajadas, y en conjunto, como un entretenimiento sin más.
Hay que optimizar recursos y poner el corazón solamente en lo que lo merece. Que aunque no lo parezca, es muy poco.