A mi lo que me paso fue que tras una pequeña fuga de agua del vecino, vino el que reparaba la escayola, un barbas muy mocetón poniendo caritas... y yo “vale, tú termina que yo me voy a la otra sala a trabajar” y él todo el rato llamándome con chorradas, que si tráeme un vaso de agua, que si un trapito, que si puedo dar la luz... a cada petición el tipo me rozaba la mano, me ponía caritas etc...
Cuando se fue con la ñapa hecha ( la de la escayola), se fue como despechado, altivo.
Después al rato, recogiendo el pifostio que me había montado el hijo de puta en el pasillo que ni se dignó a limpiar vi un papel de libreta dobladito, lo desdoblé y ahí había nombres, domicilios, contactos y comentarios personales de tipo “Javier, Leganés, muy peludo, posibilidad, llamar”
“Pedro, Usera, muy guapo pero no intentar”
“Miguel, Hortaleza, fogoso, volver a contactar”
Era una lista de como 20 o 30 contactos, todos hombres y sorprendentemente había bastante porcentaje de maricones que follaron en medio de la ñapa.
Arrugué la nota y la tiré a la basura satisfecho porque sabía que le había jodido algún futuro polvo sodomita. Después pensando en la jugada podría haberle chantajeado o trolear a los contactos con sacar a la lulz sus susios secretos.