Anécdotas hospitalarias, intentos locos de follar con enfermas, colonoscopiadas y similares

Un urólogo al que fui porque me dolía un huevo, me palpó los cojones sin guantes ni nada. El tío era famoso por ser el mentor y maestro de la mitad de los urólogos de Aragón, pero era algo viejo y tenía los dedos gordos.

Cuando vi que se ponía guantes, habiéndome tocado las gónadas sin ellos, supe lo que iba a pasar. Medio kilo de vaselina y un dedo como la chorra de redpo hurgando en mi ohio.

Ni me invitó a un trago ni me dio un beso ni nada.

La historia es que podría haber elegido un urólogo más joven y con dedos menos gordos, pero desde entonces me gusta Locomía y el haagen dazs de dulce de leche.

Sólo era una hernia.

@FlorianSotoPeña, no dejes pasar lo de tu cuñado, que estas cosas se enquistan.
 
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En mi estancia hospitalaria tras operarme el año pasado cuando un Range Rover me sacó de la vía porque unos balaseadores quisieron darme la vueltica, recibí una semi gallofla por parte de una auxiliar dominicana de unos veintipocos y follable.

El primer día entró con otra gorda a asearme, me levantaron el camisón ese de mierda y me cogió el gran badajo mientras me pasaba una esponja por el escroto. Sentí a la par del gustito en los huevos (@haba seca ) un gran alivio porque me intranquilizó bastante al verla entrar su ascendencia panchita, temía que debajo del camisón sacase una Filarmónica y me rebanase las pelotas. Pero no, fue muy suave en su tocada de huevos y polla.

Al día siguiente volvió ella sola muy simpática y dicharachera y fue directa a los bajos, no dio tantos rodeos como el primer día. Mientras me descapullaba me miraba con cara de zorra y mientras pasaba la esponja con una mano, no cesaba un leve movimiento con la otra.

La verdad es que estaba un poco paralizado, entre el shock post traumático del accidente, que en cualquier momento podía abrirse la puerta y entrar mi acompañante o cualquier personal del hospital, que no podía creerme que esa golfa me la estuviera casi pelando en aquella situación, y la epidural que me tenía la polla en un continuo estado morcillón, aquello no iba a tener mucho recorrido y tampoco di pie a mucho más, pero estoy seguro de que si lo hago, la mona come morcón esa mañana.

Al día siguiente tenía pensado soltar un poco el carrete, pero era fin de semana y en su lugar apareció por allí un tarugo con el cometido de realizar la misma labor y le dije que no se preocupase, que dejase por allí los trastos de limpiar culos y que ya si eso me ayudaba mi señora.
 
Un urólogo al que fui porque me dolía un huevo, me palpó los cojones sin guantes ni nada. El tío era famoso por ser el mentor y maestro de la mitad de los urólogos de Aragón, pero era algo viejo y tenía los dedos gordos.

Cuando vi que se ponía guantes, habiéndome tocado las gónadas sin ellos, supe lo que iba a pasar. Medio kilo de vaselina y un dedo como la chorra de redpo hurgando en mi ohio.

Ni me invitó a un trago ni me dio un beso ni nada.

La historia es que podría haber elegido un urólogo más joven y con dedos menos gordos, pero desde entonces me gusta Locomía y el haagen dazs de dulce de leche.

Sólo era una hernia.

@FlorianSotoPeña, no dejes pasar lo de tu cuñado, que estas cosas se enquistan.
Qué era lo del huevo al final?
 
Sólo era una hernia.

Qué era lo del huevo al final?

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Hace un par de años tuve celulitis. Una celulitis, es una infección en la pierna, también es lo que a las chicas les sale en el culo, pero son cosas diferentes. Tenía heridas en un dedo pie producido por un eczema, y por ahí entró el bicho. Rascarse un eczema es lo más parecido a un orgasmo que puede haber, da un gusto de la puta hostia.


Bueno, pues la pierna se me puso rollo cenobitico, y mi pareja me llevó al Hospital. Era de noche, así que ya iba allí preparado para pasarla hasta el fin de los tiempos, y rezando para que no hubiera una piara de gitanos exigiendo que trataran a su patriarca o a alguna mascota familiar. Bueno, llego allí, me tumban en una camilla, me hacen análisis y me dicen que me espere. Me visita una doctora al cabo de 2 horas. Era pequeña, con su bata, se notaban sus pechitos y tal, era un objetivo. Me dice que la puerta de entrada para el virus pudo haber sido una herida y tal. Mi pareja le comenta lo del pie. Yo con los pies soy muy maniático, no tengo garras rollo @Darkiano, pero prefiero enseñar el agujero del culo o las pelotas que los pies. Cosas mías.


Bueno, pues la doctora me hizo descalzar, y empezó a mirarme los pies. Mientras hablaba con mi pareja, la doctora empezó a acariciarme los dedos, algo que no hago ni yo mismo con los míos, pues esa mujer estaba acariciando el pie mientras hablaba de no se que mierdas de pastillas, inyecciones o amputaciones, y me empecé a poner berraco perdido. Empecé a imaginar que me chupaba los pies y de ahí al culo mientras la otra me hacía una mamada y bueno, pues lo normal. Cuando acabó ella misma me puso el calcetín... la madre que la parió, salí de allí con un calentón de la ostia.


La otra mierda anécdota fue una vez que a mi madre le operaron las almorranas del culo, era verano. Clínica privada. Las enfermeras iban con la batita esa. No se transparentaba nada, evidentemente, pero yo estaba al quite, atento a cualquier momento en que asomara un muslito, una tetilla, unas braguitas... vamos, lo normal. Al segundo día ya sabía como funcionaba la dinámica. Mi madre salió al pasillo por la mañana a dar una vuelta, y yo le dije que tirara que tenía que hacer gestión con el ordenador. Era la hora en que las enfermeras fulanas entraban para hacer la cama. Gestión ni mierdas, entró la auxiliar para empezar su trabajo técnico, y yo ya estaba con los ojos de enfermo preparado. Yo allí haciendo ver que escribía no se que en el portátil y la chica ahí haciendo la cama, al hacer los bajos se le veían todos los idems, unos muscalos bien torneados y musculosos. A punto estuve de ver braga, de llegar al éxtasis en un fatality que ni los del Mortal Kombat. Ni que decir tiene que cuando acabó me fui al lavabo a cascarme un sendo pajote. Luego ya fui a por mi madre. Los románticos somos asín.

Historia 1. Empty words sufre una infección en la pierna, la enfermera examina el pié de manera eficiente

Historia 2. Madre de Empty se opera, Empty ve enfermeras. Aprovecha la ocasión para espiar a una que hace la cama. Se excita y cae paja.

En una ocasión comencé a notar tirones bastante molestos y grimosos en la ingle. Asustado después de investigar en Google, fui al médico de cabecera para que me redirigiese a un experto más especializado. Este médico de cabecera supuso que se trataría de varices entre la ingle y los cojones, una mierda que puede ir empeorando con los años y dejarte sin capacidad de engendrar, aunque se pueden operar también.

Total que me metió en el sistema para que me diesen cita, y al poco tiempo llegó una carta para acudir al hospital, concretamente a urología.

La carta la interceptó mi padre. Y eso fue una tremenda cabronada porque yo era muy hermético con él, no le contaba nada personal y no le tenía ni un ápice de confianza, mucho menos si se trataba de mis gónadas. Mi vida era un misterio para él. Es muy importante esta parte de mi personalidad para comprender la anécdota.

Total que ante una carta del hospital se empeñó en acompañarme, porque no sería ninguna tontería. Yo por aquella tendría 22 años o así, me creía muy listo cuando en realidad era un completo imbécil, y cuando me vino con la carta le dije que se trataba de molestias sin importancia en el antebrazo que el médico de cabecera se había empeñado en exagerar.

Llegó el día y yo estaba lívido, porque si no se me había ocurrido contárselo al principio, ni cuando llegó la carta, no iba a reconocer el embuste hasta que cayese por su propio peso o salvase el lío, convertido en bola de nieve creciente, por milagro espontáneo.

El caso es que llegamos tras un trayecto en el que no dije ni palabra, y nos sentamos frente al letrerito de UROLOGO durante un buen rato.

En este punto yo confiaba en que mi padre, a sus sesenta años o por ahí, no estuviese familiarizado con la palabra, o que se confundiese en su cabeza con podólogo, oftalmólogo y términos similares. Era el clavo ardiendo al que me agarraba. Que se descubriese la mentira era algo intolerable que no concebía ni podría afrontar de ninguna manera.

Llegó el momento en que me llamaron. Ahí ya un sudor frío me humedecía la frente. Pretendí convencer a mi padre de que esperase fuera, pero no le dio la puta gana, lo cual hizo que mi ya de por sí alta presión arterial se disparase hasta niveles de muerte por patatazo.

Entré a la consulta cómo gorrino en el matadero, resignado a ser descubierto, y a que mi padre montase algún numerito frente al alucinado urólogo y la enfermera que tenía de ayudante. Recordemos que yo estaba ahí por unos dolores sin importancia en el brazo.

Después de saludar el tipo se puso a hablar, y ya en una disparatada y desesperada paja mental recé a todos los dioses que conocía para que de la boca del médico no saliese ninguna palabra delatora, tipo testículos o pene. En este momento yo ya tenía que estar poniéndome azul, de apretar los dientes y aguantar la respiración. Total que el tipo rajó durante unos minutos, sin que yo o mi padre emitiesemos ni media palabra, luego sacó un dibujo de venas y arterias* en el que no me pareció que se adivinase un pollote, rajó un poco más, y finalmente dijo si teníamos alguna pregunta. Cuando vi la oportunidad de terminar aquello respondí que ningún pregunta, que todo claro y que hasta luego, y escapé de allí sin mirar atrás y teóricamente sin que se hubiese desvelado el engaño. El tipo no usó, en siete u ocho minutos de monólogo, ni una palabra que yo pudiese relacionar con el aparato masculino.

De vuelta al coche y del coche a casa hubo casi completo silencio, porque así ha sido siempre la relación con mi padre, y ya desde entonces no acabo de recordar si llegó a preguntar en algún momento por mi brazo o por si me había vuelto a doler. Por lo tanto a día de hoy no sé si escapé de aquel disparate o si mi padre lo sabía y prefirió callarse, tal vez porque le resultaba incómodo el tema.

La verdad me cuesta ahora creer que no se diese cuenta porque años después cenando con mi tío mi padre reveló como si tal cosa y ante mi asombro que después de nacer yo se hizo la vasectomia. Así que digo yo que la palabra urólogo le será familiar.

Ya veis que la historieta a ojos de cualquiera es una tontada. Pero dado mi hermetismo con él aquello fue como caminar varias horas por un campo de minas.

Por cierto hace ya años que no detecto ni rastro de aquellas varices. No volvieron a molestarme.

*nota editada: acabo de recordar no era un dibujo, sino una radiografía de mis pelotas que me habían hecho pocos días antes como parte del proceso.

Lechuck tiene cita con el Urólogo, el padre intecepta la carta y le acompaña, pese a que Empty no quiere que se entere. El padre posiblemente si se enteró
 
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Ingresado nunca he estado, pero sí me tuvieron que atender en urgencias en una ocasión porque me dieron una paliza. No se dejen llevar por la primera impresión, paliza de varios contra uno pero porque no podían pararme. No quedé inconsciente sino que acabé saliendo por patas lleno de sangre a la vez que recibía un último golpe con un objeto contundente en la región parieto-occipital que me hizo tambalear pero no caer. Previamente me habían pateado la cabeza en el suelo por detrás pero me levanté. Total que llegué a urgencias lleno de sangre y me hicieron entrar al momento porque aquello era un cuadro.

"Un mapa", dijo quien debía de ser un enfermero, celador o algo por el estilo. Pero cuando empezaron a limpiar la sangre vieron que no era tan grave. De hecho era bastante leve, porque aunque presentaba unas brechas que requerían tres grapas cada una eran muy superficiales. "parece que hay pérdida de sustancia" dijo una médico (a la que le olía fatal el aliento) al ver el estado de mi pómulo izquierdo, pero al final también resultó ser leve. También me dieron una patada en un tobillo que me provocó un esguince, pero fue de grado 1 el más leve de todos. Me miraron las pupilas y vieron que no tenía conmoción cerebral. "Ahora estarás un poco atontado" me dijeron. Seguí un poco la corriente pero la verdad es que fui plenamente consciente de todo y me encontraba bastante bien dentro de lo que cabe. " Es aconsejable que vayas a tu centro de salud y te hagas un TAC porque te han dado en la cabeza" No fui. En resumen no hubo daños reseñables.
 
A mí también me metió los dedos por el culo una médico. Sin piedad, me los metió y se puso a hurgar. Yo creo que era feminazi, vio a un jovencito con pinta de follador y dijo 'a verás cabrón...'. Una maravilla.

Pero eso no fue lo mejor, tras la operación las curas me las hacía una chavalita que estaba fetén. Joder, qué placer me daba ir, bajarme los pantalones delante de ella y ponerme boca a bajo en la camilla. Tendríamos la misma edad, y en circunstancias normales le habría atacado con mis mejores trucos y muy probablemente me la habría follado. Pero en esa ocasión me conformé con que manipulara mi ano.

Yo tuve que ir a urgencias en una ocasión hace unos años, cuando tuve una pareja medio fija, con la que estuve follando gostosamente durante unos meses. Pues bien, se me terminó de poner en carne viva el prepucio y la totalidad del glande, un dolor bastante intenso que me obligó a ir a urgencias en fin de semana porque no soportaba ni el roce de los calzoncillos.

Para mi sorpresa, lo que allí me encontré fue de lo más desagradable, porque me atendió una puta negra, negra como el tizón, que por el acento diría que cubana, y tras una conversación algo tensa, porque no estoy acostumbrado a hablar de mi cipote con simios, me hizo mostrarle la tercera pierna para magrearme un poco el asunto y determinar una solución al problema y tal.

Menos mal que se puso guantes y no me tocó directamente con las pezuñas ni mucho menos intentó mamármela o mordisquearme el glande (hubiera muerto del dolor y el asco, todo junto). Al terminar la tipa y tras ocultar yo al pajarraco, me recetó betadine para cubrirme la punta de la morcilla durante unos días. He de reconocer que la cosa fue bien y a los 3-4 días ya apenas me dolía aunque por miedo estuve algo más sin hincarla.

Nunca he estado en el urólogo, y lo de meterte dedos por el culo es bastante más humillante que para la mujer cuando acude al ginecólogo y deja a toda la patata al descubierto, a disposición del degenerado de turno.
 
Historia 1. Sotopeña entabla conversación con jaquetona en la sala de espera. La paciente entra antes y se va.

Historia 2. Un sujeto lee la camiseta de Sotopeña, hay tensión

Historia 3. Sotopeña entabla conversación con excompañera, ahora enfermera, durante las últimas horas de su abuela

Pero está muy bien contado, un 8 en filmaffinity

En PL se valora poco la sinceridad, si hubiese querido inventarme que me folle a la enferma y a la enfermera en un menage a trois lefandolas hasta la coronilla con el jugo de mis pelotas o alguna deriva enloquecida por el estilo la historia sería buenísima, pero falsa.
 
En PL se valora poco la sinceridad, si hubiese querido inventarme que me folle a la enferma y a la enfermera en un menage a trois lefandolas hasta la coronilla con el jugo de mis pelotas o alguna deriva enloquecida por el estilo la historia sería buenísima, pero falsa.

Yo lo valoro, tiene que haber espacio para todo.

Hay historias tan malas y tan mal contadas (este no es el caso) que son hasta buenas

Esto es mas bien como un senfield, eran anécdotas cotidianas y simples que entrenían, lo contrario que la comedia española.
 
Cuando llega el verano, padezco una dermatitis en ingles y axilas.
Un día no soportaba mas el dolor y me fui a Urgencias.

Me recibe la Doctora Conejero (True like the real life) y seis enfermeritas de practicas de unos 18 - 23 años.

Le explico el problema y me espeta, "bájese los pantalones y túmbese en la camilla".
Empieza la Doctora conejero a explorar la zona inguinal y comienza a tocarme el muslamen acercándose peligrosamente a la huevera bajo la atenta mirada de las enfermeras jovencitas.
Si, era el peor momento para que eso se empalmara dado que me cogía la huevera para que mi pene no rozara esas manos que andaban por mis muslos. Ya para terminar de rizar el show, saco la cámara de fotos e hizo unas cuantas fotos. Jamas sabre si eran por motivos médicos o yo que se...
 
se me terminó de poner en carne viva el prepucio y la totalidad del glande, un dolor bastante intenso que me obligó a ir a urgencias en fin de semana [..] me recetó betadine para cubrirme la punta de la morcilla durante unos días. He de reconocer que la cosa fue bien y a los 3-4 días ya apenas me dolía
¿De verdad? ¿De verdad alguien acude a urgencias para que le "receten" betadine y reposo? ¿Y para esto pagamos una sanidad pública?
 
¿De verdad? ¿De verdad alguien acude a urgencias para que le "receten" betadine y reposo? ¿Y para esto pagamos una sanidad pública?
Depende. Si en vez diagnosticar una gonorrea con chancro, sífilis y sidra combinado, se valora y resulta que es una simple uretritis, pues sí.

En la medicina a veces ocurre lo mismo que con la metáfora del fontanero y el tornillo. Se paga el conocimiento.
 
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A lo mejor es que la prueba que me hicieron a mi, biopsia para la puta úlcera, es distinta a lo de la hernia. Ni puta idea, pero fueron 5 minutos porque me lo dijo un amiguete que me acompañaba por si salía grogri. Seguro que @stavroguin 11 lo aclara.
Lo que sí le garantizo es que me hicieron la endoscopia. Es más, intentaron meterme la manguera por el buche a las bravas y no había cojones, me asfixiaba como una oca tragando pienso para engordar.
De esas, viendo que me debatía por mi vida como una cucaracha panza arriba, el fenómeno del dostol llamó al de las anestesias a que me metiera un viaje bueno. Vive Dios que casi salgo toxicómano del gusto que me dieron, qué placer más grande. El éxtasis de la relajación.
Eso sí, el culo, intacto. Es verdad que en las esperas estábamos los de la penetración del buche y los de la del ojete. Y que, por lo que pude ver antes de mi turno,los del ojete salían más para allá que para acá.
Una paisana con ganas de palique me vino a decir que a su paisano le habían hecho tantas penetraciones que se estaba volviendo maricón, pero que no se acordaba más que de bajar del tasis y ya hasta el día siguiente. O sea, que no era mi dronja buena, que debía de ser una tipo burundanga.
Es más o menos lo mismo, inspección visual y toma de biopsia en ambos casos. Según dificultad de meter el tubo, ver con claridad y acceso a la zona a biopsiar puede tardarse un poco más o menos.
 
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Endoscopia es la técnica.
Colonoscopia: Por el culo.
Gastroscopia: Por la boca.
Y se usa propofol en ambos casos.

OK a lo primero, pero lo de la dronja no lo pillo.
Las buenas gentes no se acuerdan de nada, al parecer. Se les flashea el coco Men in Black style desde un rato antes, hasta varias horas después.
Mi viaje fue todo placeres, y guardo recuerdos no positivos, sino increíbles. La mayor relajación de mi vida. Es más, tanto recuerdo, que a la salida por los ascensores íbamos otro pájaro y yo, ambos llevados en volandas por nuestros respectivos acompañantes. De la que esperábamos al ascensor, nos miramos, pero no con La Mirada del Diablo. Era una mirada de complicidad, pura, de "lo sé, "¿eh?. De dos amigos íntimos, de colegas de la mili, de divorciados frente al cubata.

Qué grande era la puta dronja.
 
Aquí se usa propofol, entras con la camilla, te lo meten, te hacen un deep throat o un bull masge según tercie, te sacan con la camilla y hasta que no se te quita el colocón no te vas. No te dejan ni sentarte, la seguridad del paciente ante todo.
Lo que pasa mucho son gente cabreada porque no les han hecho la prueba y concierto de pedos :lol::lol:
 
Con lo que me gusta a mí que me escarben en el ano si llegado el día que me tengan que hacer un tacto rectal me toca una señorita limpia y simpática lo mismo pego un escopetazo que salgo engrilletao de allí
 
Con 13 años me operaron de apendicitis. Llegué a urgencias y me metieron a hacerme las pruebas previas, tocar aquí y allí y esas cosas. Total que dicen de operarme y antes de subirme al quirófano había que quitar la pelambrera que tanto tiempo me había costado crear. La enfermera empezó a rasurar la zona y a cogerme el pito con dos dedos para que no cayera sobre la zona que había que rasurar. Hacía calor y ella llevaba solo el pijama blanco y el sujetador blanco también . Al cabo de unos segundos (porque tampoco es que tuviera mucho que rasurar) ya no hacía falta que me sujetara el pito porque aquello se había convertido en un pollón tieso y erguido, aún sin descapullar, al verle las tetas todo el rato que se agachaba.

Así que @Tocha #yositecreohermano
 
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Con 13 años me operaron de apendicitis. Llegué a urgencias y me metieron a hacerme las pruebas previas, tocar aquí y allí y esas cosas. Total que dicen de operarme y antes de subirme al quirófano había que quitar la pelambrera que tanto tiempo me había costado crear. La enfermera empezó a rasurar la zona y a cogerme el pito con dos dedos para que no cayera sobre la zona que había que rasurar. Hacía calor y ella llevaba solo el pijama blanco y el sujetador blanco también . Al cabo de unos segundos (porque tampoco es que tuviera mucho que rasurar) ya no hacía falta que me sujetara el pito porque aquello se había convertido en un pollón tieso y erguido, aún sin descapullar, al verle las tetas todo el rato que se agachaba.

Así que @Tocha #yositecreohermano
Te dijo algo al ver tu colita tiesa?
 
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