El hilo definitivo de las anécdotas en la milicia...

Retraso Deluxe

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4 Abr 2021
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Pues en otro hilo se nombró el trato de prisioneros y después de describir cómo suele ser expondré a mis hermanos foreros dos anécdotas.
¿Qué es el trato de prisioneros?
Forma parte de la instrucción como soldado el saber que te espera si te trinca el enemigo y cómo actuar.
La formación S.E.R.E (supervivencia, evasión, resistencia y escape) se encarga de eso, sobre todo (lo puse bien comedme el nabo) a elementos más proclives a la captura al trabajar en zona enemiga (paracaidistas, pilotos y operaciones especiales).
La única ginebra que conoce el enemigo es la que se bebe, te darán de hostias y te vejarán hasta que seas un guiñapo y cantes todo lo que sepas.
Porque esa es otra hablar hablamos todos, la cuestión es cuánto tardarás en romperte y si dará tiempo a no comprometer a las fuerzas propias.
Nombre, empleo y nacionalidad, eso es lo que hay que decir, hasta ahí la teoría.
La verdad es que cuando te empiecen a torturar cantaras lo que sea, por eso unidades concretas entrenan eso con gente a la que han torturado.
Ejemplos El S.A.S. británico tiene una fase bastante jodida en Belice, en la fase de jungla, en la que paracaidistas y miembros de la Unidad te están sacando información como se la sacaron a ellos (en la película Bravo Two Cero se ve como las pasan en una prisión en Irak).
La Legión Francesa tiene varias fases pero en la del periodo de instrucción te lo hacen pasar mal de verdad.
Anécdotas:
Sólo conozco a una persona capturada en combate
Un cubano en Angola, no habla mucho del tema le arrancaron todos los dientes con unos alicates, como no decía nada (o eso dice) empezaron a torturar a otros delante de él, a un negro de allí le vaciaron los ojos con una cuchara así que cantó todo loque tenía que cantar.
Le dieron una botella de bebida y 2 putas negras, según él si lo llega a saber antes lo hubiera dicho a la primera.
En España en soldado regular tiene un entrenamiento muy light : Ojos vendados, de rodillas pegados unos a otros y repetir constantemente el número que te asignan y después interrogatorio gritándote y tirándote al suelo...
Anécdota:
Soldado con más mili que cascorro, teniente recién salido de la academia bastante empalmado con la situación.

- DIME DÓNDE ESTÁN!!
- Mi teniente, si me da un bocadillo de pollo y una Cocacola.le digo quién fuma porros en la compañía ( todo esto tranquilísimo)
- ... Qué... Que me digas dónde están los tuyos y que armamento tienen...
- Un bocadillo de pollo y una Cocacola, piénselo.
-...
Sale de la caseta y al rato vuelve a entrar y le quitan la venda y las bridas de los brazos.
- Bueno, he habado con el capitán y está de acuerdo,¿ a ver quienes son?
- Mi bocadillo de pollo y mi Cocacola...
- Bueno, si yo se lo doy, pero bueno adelante algo..
- Si no hay bocadillo, no hay nombres...

El hijo de puta tomó el control de la situación sin ponerse rojo y se comió un puto bocadillo y una Coca cola tranquilamente mientras un montón de mandos lo miraban fijamente.
Y cuando termina dice:
- Apunte mi teniente, apunte...
Y les empieza a decir a compañeros que ya de habían ido del cuartel.
y ante el descojono general salió por la puerta de la caseta tranquilamente a fumar...
@CURRO tiene que tener mil historias de estas.
 
Supongo que muchos os acordáis del gran revuelo que hubo en Mallorca al escaparse unos cuantos soldados que estaban haciendo el servicio militar en la COE.

Las noticias que salieron por la tele fueron un lol:

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Supongo que muchos os acordáis del gran revuelo que hubo en Mallorca al escaparse unos cuantos soldados que estaban haciendo el servicio militar en la COE.

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Sí, salió un reportaje en Interviú
 
Sí, salió un reportaje en Interviú
Uno de los cabo 1° entrullados hizo el curso de cabo conmigo, en Alicante.

Yo renuncié al empleo y sueldo porque me tocaba en Huesca, menudos tres meses nos hicieron pasar en el cefive, eso yes.
 
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Entiendo evasión es evitar la captura y escape salir del lugar donde estás recluido.

Que estaban puteando a todo Dios pasando hambre y este escapó comido a cuerpo de rey para no darles una mierda.

Evasión del cuchitril donde se están administrando las judiadas y escape (salir por patas hasta que digan basta).

Solía ocurrir en un día rutinario. Un día en el campo de tiro, por la mañana quemando carchutos y haciendo topografía como es habitual. Al mediodía, tras la comida, comienza el show. Todos formados, gorro de lana en la cabeza, despojados de ceñidor, machete, armamento y demás cachivaches. Un oficial se erige y arranca con un discurso falso acusando a la Compañía de ser unos chorizos, de tener nombres, al suelo, cincuenta flexiones, etc. En un momento dado, ayudado de otros oficiales y suboficiales, bajan el gorro de lana hasta tapar los ojos y con cinta de embalaje se rodea la cabeza a la altura de los hogos. No se ve absolutamente nada.

A base de gritos, patadas y puñetazos se hace subir a los camiones a todos, hacinados, de rodillas, unos encima de las piernas de otros. Comienza un viaje largo y pesado por pistas rurales que acaba en algún remoto barracón. Una vez ahí, todos abajo y pa'dentro, donde se vuelve a adoptar esa maldita postura.

A todo trapo y de forma machacona, un radio-cassette con auto-reverse reproduce una grabación insufrible. Los tortazos y los gritos de terror (que seguramente profieren los anfitriones para acojonar más) son lo que se sucede ininterrumpidamente durante largas horas. En unos bidones van metiendo la cabeza de los invitados, haciéndoles preguntas como "quién es tu capitán, cómo se llama tu comandante", etc.

Ya bien de noche, sobre la una de la madrugada, se saca a todos a la calle y se les dice que se quiten el gorro. La desorientación es máxima, aunque el soldado instintivamente busca indicios en el horizonte y en la bóveda celeste para orientarse. Un oficial explica en qué consiste el escape: un rumbo dado, que se debe seguir aproximadamente por medio de los astros, una ruta de vuelta al campo de tiro por una pista forestal que recorre "el enemigo" en vehículos arriba y abajo. Si una patrulla (4 soldados) es capturada, se les lleva al punto de partida donde se les estuvo torturando, se les imparten más judiadas y vuelven a empezar el escape.

Durante el trayecto ocurre de todo: Caídas en zanjas al esconderse de la vista del enemigo, cortes con alambradas de púas de los campos vecinos, momentos de perderse por completo buscando un atajo, y sed, sobre todo MUCHA SED, en mayúsculas, porque desde el mediodía anterior no se ha ingerido absolutamente nada.

Por el camino se van topando con pruebas que hay que superar. El no conseguirlo supone volver al inicio. Por ejemplo, sobre una manta hay todo tipo de piezas de armas diversas. Un sargento ordena montar por completo una pistola o un fusil, completamente a oscuras y cronometrados. Superada la prueba, continúa el escape.

Con los primeros rayos de luz se comienzan a reconocer las formas de los montes del entorno. El final de la maniobra es, simplemente, llegar al punto de inicio, que es el campo de tiro. Allí cada uno coge sus trastos y, sin pena ni gloria, a los camiones y vuelta al cuartel.
 
¿Y el problema de una mili en Huesca es?

Porque yo soy un Cazador de montaña que sirvió en Huesca.
Sí, lo sé.

El problema es que nosotros éramos la primera avanzadilla de lo que ahora es la tropa profesional, pero organizada de otra manera y con unas condiciones mucho más ventajosas:

Contrato inicial tres años:

- Pruebas iniciales en Zaragoza.
- 3 meses en un cefive.
- Incorporación a destino con empleo de soldado y unas 55.000 pelas del 91.
- Ascenso automático a cabo al año (creo recordar) con unas 85.000 pelas de sueldo.
- Ascenso automático a cabo 1° con un sueldo de 113.000 pelas al cabo de otro año.
- 50% de las plazas de la academia de suboficiales reservadas para nosotros.

Antes de alistarte rellenabas un formulario en el que podías elegir tres destinos, y te aseguraban uno de ellos. Por escrito.

También elegías especialidad, en mi caso, jefe de pelotón.

Yo puse Mallorca, Barcelona y Bilbao por este orden. La entrega del despachos fue una chapuza y la mitad de la promoción nos quedamos sin nuestros destinos. A mí no me gusta la nieve y en Huesca no veía viable prepararme por las tardes para la academia de suboficiales, así que renuncié al igual que muchos otros. Hubo muchos llantos.

Además, siendo cabo 1° instructor de cazadores de montaña no sales de ahí ni de coña. En cambio, lo mismo pero en la COE te puedes mover por cualquier provincia.

Las risas fue que el capitán decía que nosotros ya habíamos aprobado y que no podíamos renunciar. Allí acabó interviniendo hasta el páter a nuestro favor. En fin.
 
Sí, lo sé.

El problema es que nosotros éramos la primera avanzadilla de lo que ahora es la tropa profesional, pero organizada de otra manera y con unas condiciones mucho más ventajosas:

Contrato inicial tres años:

- Pruebas iniciales en Zaragoza.
- 3 meses en un cefive.
- Incorporación a destino con empleo de soldado y unas 55.000 pelas del 91.
- Ascenso automático a cabo al año (creo recordar) con unas 85.000 pelas de sueldo.
- Ascenso automático a cabo 1° con un sueldo de 113.000 pelas al cabo de otro año.
- 50% de las plazas de la academia de suboficiales reservadas para nosotros.

Antes de alistarte rellenabas un formulario en el que podías elegir tres destinos, y te aseguraban uno de ellos. Por escrito.

También elegías especialidad, en mi caso, jefe de pelotón.
¿Eso no sería lo de las especialidades del ejército ? Que eran 2 años de academia en Calatayud y salías con especialidad y empleo de Cabo 1
Los que pedían Ceuta o Melilla se la mamaban y el título de especialista a la taquilla y pegar barrigazos, los que hicieron especialidad de mantenimiento aeronáutico fueron la gran triunfada porque hasta en la maniobras te quedas en hotel/apartamento cerca del aeropuerto/aeródromo.
 
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¿Qué clase de música te pusieron?
Porque conozco gente con música árabe, latina (de mierda), tecno chungo a toda hostia...

Era una especie de Tecno pero mal hecha, y mal mezclada con trozos de diálogos extraídos de la radio o la televisión.

"Seguidamente, entrevistamos a Alberto Camelini", se escuchaba machaconamente en la grabación. Todavía lo recuerdo. Y hostia que va, hostia que viene :lol:
 
Sí, lo sé.

El problema es que nosotros éramos la primera avanzadilla de lo que ahora es la tropa profesional, pero organizada de otra manera y con unas condiciones mucho más ventajosas:

Contrato inicial tres años:

- Pruebas iniciales en Zaragoza.
- 3 meses en un cefive.
- Incorporación a destino con empleo de soldado y unas 55.000 pelas del 91.
- Ascenso automático a cabo al año (creo recordar) con unas 85.000 pelas de sueldo.
- Ascenso automático a cabo 1° con un sueldo de 113.000 pelas al cabo de otro año.
- 50% de las plazas de la academia de suboficiales reservadas para nosotros.

Antes de alistarte rellenabas un formulario en el que podías elegir tres destinos, y te aseguraban uno de ellos. Por escrito.

También elegías especialidad, en mi caso, jefe de pelotón.

Yo puse Mallorca, Barcelona y Bilbao por este orden. La entrega del despachos fue una chapuza y la mitad de la promoción nos quedamos sin nuestros destinos. A mí no me gusta la nieve y en Huesca no veía viable prepararme por las tardes para la academia de suboficiales, así que renuncié al igual que muchos otros. Hubo muchos llantos.

Además, siendo cabo 1° instructor de cazadores de montaña no sales de ahí ni de coña. En cambio, lo mismo pero en la COE te puedes mover por cualquier provincia.

Las risas fue que el capitán decía que nosotros ya habíamos aprobado y que no podíamos renunciar. Allí acabó interviniendo hasta el páter a nuestro favor. En fin.
Añado:

El contrato decía que uno se podía dar de baja en cualquier momento de la formación en el cefive, y en el caso de no haber hecho la mili, le restarían de la misma los días que hubiera estado.

En mi compañía, que era la de la especialidad de jefe de pelotón, empezamos unos doscientos once que habíamos pasado el filtro de Zaragoza.

Desde el primer día, y hasta el día a 60 aproximadamente, nos preguntaban cada mañana a ver quién renunciaba: teníais que haber visto mi cara cuando vi que el primer día se daban de baja voluntaria 11 tipos. Y cada día caía alguno. Acabamos unos 100 de mi especialidad. Gente que había aguantado ya un mes, pero que un buen día petaban y pedían la baja.

Yo aguanté, y no fácilmente...para que luego se me torcieran los destinos. Literalmente. Porque ahí empezó de verdad a torcerse mi vida.

Ale, que pase la siguiente anécdota.
 
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¿Eso no sería lo de las especialidades del ejército ? Que eran 2 años de academia en Calatayud y salías con especialidad y empleo de Cabo 1
Los que pedían Ceuta o Melilla se la mamaban y el título de especialista a la taquilla y pegar barrigazos, los que hicieron especialidad de mantenimiento aeronáutico fueron la gran triunfada porque hasta en la maniobras te quedas en hotel/apartamento cerca del aeropuerto/aeródromo.
Nope. No era eso aunque todo eran especialidades y la mía jefe de pelotón.

Fue un invento que se llamó voluntario especial.

Paulatinamente los cabos primeros solo podían ser profesionales y ya no mediante militares de reemplazo.

Si rebuscas por el BOE podrás encontrar la publicación. De hecho, los centros de formación se llamaban cefive: centro especial de formación de IMEC y voluntarios especiales.

Duró muy pocos años, creo que no más de cinco, pero no lo podría asegurar. Hay muy poca gente que sepa de la existencia de esa etapa del ejército.
 
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A mí según llegué a Jaca un sargento me dio un par de hostias, el primer día. No tuve ni que esperar al entrenamiento de trato de prisioneros.
Lo confundí con un soldado y le dije que pasaba de hacerle caso.

A los pocos días descubrí que cuando no hacías caso a las ordenes de un soldado antiguo las hostias eran más fuertes y abundantes.
 
A mí según llegué a Jaca un sargento me dio un par de hostias, el primer día. No tuve ni que esperar al entrenamiento de trato de prisioneros.
Lo confundí con un soldado y le dije que pasaba de hacerle caso.

A los pocos días descubrí que cuando no hacías caso a las ordenes de un soldado antiguo las hostias eran más fuertes y abundantes.
A mí eso no me achantaba, que yo iba para cabo primero instructor de la COE, cojones.

Lo que pasa es que la nieve no me gusta un pito y además era imposible que luego me destinasen a Mallorca.

Joer, que los mandos del cefive eran todos voluntarios, todos con el curso de la emoe y mi sargento primero de los regulares por ejemplo.

¿Lo peor de todo? El estrés hídrico con la mochila y el fusa a cuestas montaña arriba, montaña abajo, en bucle.

Con decirte que cuando renuncié y me fui a hacer la mili a Mallorca, como soldado raso en infantería, aquello me parecío un paseo.

Eso sí, para mí los cazadores de montaña son de los tipos más duros que hay en este país.
 
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Sólo recuerdo 1 hostia como tal, un pechazo, de un brigada fundido perdido que venía del MOE en Rabasa.
Llegó a empezado el CFOR y lo vimos presentarse de bonito con más chapas en el pecho que su puta madre.
El hombre estaba fundido después de pasar una vida bastante jodida en la milicia voluntario en la Legión de crio y fué ascendiendo en distintas unidades hasta acabar en las antiguas COEs provinciales y ahí ya se quedó en Operaciones Especiales.
Estábamos acojonados con él y era un PUTO PADRE así de claro, con bastante mala hostia, borracho, pero un padre.
De correr por las mañanas y acercarse a comerle la polla los mandos del puto cuartel (que seguían corriendo porque el ritmo de carrera continua era penoso el del pobre hombre)
En las maniobras durmiendo en el suelo con nosotros, su mochila con todo lo que tenía que llevar (que pesaba lo suyo), un fusil en la mano (no como el resto de mandos que iban sin nada) y mimetizado.
Era el primero para todo y tenía una paciencia infinita para explicar lo que fuera, pero una vez aprendido te apretaba.
Pues un día en unas maniobras se habían repartido la unidad dos mandos el teniente y él, y en eso que viene y nos empieza a preguntar uno por uno que de grupo éramos
- TÚ, ¿DE DÓNDE ERES?
- DE USTED MI BRIGADA!!
- TÚ, ¿DE DÓNDE ERES ?
- DEL TENIENTE MI BRIGADA
- TÚ, ¿DE DÓNDE ERES ?
-¡ DE LA LAGUNA, MI BRIGADA !
Me pegó un viaje que me tiró de espaldas el puto viejo.
Mira que me dolió, pero le guardo un respeto a ese hombre como a pocos.
Se duchaba con nosotros, comía en las mesas con nosotros, un grande dando ejemplo siempre.
 
A mí eso no me achantaba, que yo iba para cabo primero instructor de la COE, cojones.
Lo que pasa es que la nieve no me gusta un pito y además era imposible que luego me destinasen a Mallorca.

Cuando yo estuve el curso de operaciones se hacía en Jaca, en la escuela (emoe, escuela militar de montaña y operaciones especiales).
Nosotros teníamos más fácil acceder al curso.
Joer, que los mandos del cefive eran todos voluntarios, todos con el curso de la emoe y mi sargento primero de los regulares por ejemplo.

¿Lo peor de todo? El estrés hídrico con la mochila y el fusa a cuestas montaña arriba, montaña abajo, en bucle.

Los viernes (de empalme y medio borrachos nos subíamos corriendo una de los dos montes que hay en Jaca, el Oroel y el Rapitan. Tengo el Oroel tatuado en el pecho).

Eso sí, para mí los cazadores de montaña son de los tipos más duros que hay en este país.

Después de ver distintas unidades (y distintas unidades de montaña) puedo decir que es muy difícil encontrar en el ejército gente más dura y más preparada que la de Jaca. Era una puta animalada lo que allí nos reventaban, cosa de la que estaré eternamente agradecido.
 
Supongo que muchos os acordáis del gran revuelo que hubo en Mallorca al escaparse unos cuantos soldados que estaban haciendo el servicio militar en la COE.

Las noticias que salieron por la tele fueron un lol:

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Los privilegios históricos del patriarcado son estos, ¿no?
 
Si rebuscas por el BOE podrás encontrar la publicación. De hecho, los centros de formación se llamaban cefive: centro especial de formación de IMEC y voluntarios especiales.
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Evasión del cuchitril donde se están administrando las judiadas y escape (salir por patas hasta que digan basta).

Solía ocurrir en un día rutinario. Un día en el campo de tiro, por la mañana quemando carchutos y haciendo topografía como es habitual. Al mediodía, tras la comida, comienza el show. Todos formados, gorro de lana en la cabeza, despojados de ceñidor, machete, armamento y demás cachivaches. Un oficial se erige y arranca con un discurso falso acusando a la Compañía de ser unos chorizos, de tener nombres, al suelo, cincuenta flexiones, etc. En un momento dado, ayudado de otros oficiales y suboficiales, bajan el gorro de lana hasta tapar los ojos y con cinta de embalaje se rodea la cabeza a la altura de los hogos. No se ve absolutamente nada.

A base de gritos, patadas y puñetazos se hace subir a los camiones a todos, hacinados, de rodillas, unos encima de las piernas de otros. Comienza un viaje largo y pesado por pistas rurales que acaba en algún remoto barracón. Una vez ahí, todos abajo y pa'dentro, donde se vuelve a adoptar esa maldita postura.

A todo trapo y de forma machacona, un radio-cassette con auto-reverse reproduce una grabación insufrible. Los tortazos y los gritos de terror (que seguramente profieren los anfitriones para acojonar más) son lo que se sucede ininterrumpidamente durante largas horas. En unos bidones van metiendo la cabeza de los invitados, haciéndoles preguntas como "quién es tu capitán, cómo se llama tu comandante", etc.

Ya bien de noche, sobre la una de la madrugada, se saca a todos a la calle y se les dice que se quiten el gorro. La desorientación es máxima, aunque el soldado instintivamente busca indicios en el horizonte y en la bóveda celeste para orientarse. Un oficial explica en qué consiste el escape: un rumbo dado, que se debe seguir aproximadamente por medio de los astros, una ruta de vuelta al campo de tiro por una pista forestal que recorre "el enemigo" en vehículos arriba y abajo. Si una patrulla (4 soldados) es capturada, se les lleva al punto de partida donde se les estuvo torturando, se les imparten más judiadas y vuelven a empezar el escape.

Durante el trayecto ocurre de todo: Caídas en zanjas al esconderse de la vista del enemigo, cortes con alambradas de púas de los campos vecinos, momentos de perderse por completo buscando un atajo, y sed, sobre todo MUCHA SED, en mayúsculas, porque desde el mediodía anterior no se ha ingerido absolutamente nada.

Por el camino se van topando con pruebas que hay que superar. El no conseguirlo supone volver al inicio. Por ejemplo, sobre una manta hay todo tipo de piezas de armas diversas. Un sargento ordena montar por completo una pistola o un fusil, completamente a oscuras y cronometrados. Superada la prueba, continúa el escape.

Con los primeros rayos de luz se comienzan a reconocer las formas de los montes del entorno. El final de la maniobra es, simplemente, llegar al punto de inicio, que es el campo de tiro. Allí cada uno coge sus trastos y, sin pena ni gloria, a los camiones y vuelta al cuartel.
¿Y todo eso ya se hacía en la época de Nabudonosor II?
 
Evasión del cuchitril donde se están administrando las judiadas y escape (salir por patas hasta que digan basta).

Solía ocurrir en un día rutinario. Un día en el campo de tiro, por la mañana quemando carchutos y haciendo topografía como es habitual. Al mediodía, tras la comida, comienza el show. Todos formados, gorro de lana en la cabeza, despojados de ceñidor, machete, armamento y demás cachivaches. Un oficial se erige y arranca con un discurso falso acusando a la Compañía de ser unos chorizos, de tener nombres, al suelo, cincuenta flexiones, etc. En un momento dado, ayudado de otros oficiales y suboficiales, bajan el gorro de lana hasta tapar los ojos y con cinta de embalaje se rodea la cabeza a la altura de los hogos. No se ve absolutamente nada.

A base de gritos, patadas y puñetazos se hace subir a los camiones a todos, hacinados, de rodillas, unos encima de las piernas de otros. Comienza un viaje largo y pesado por pistas rurales que acaba en algún remoto barracón. Una vez ahí, todos abajo y pa'dentro, donde se vuelve a adoptar esa maldita postura.

A todo trapo y de forma machacona, un radio-cassette con auto-reverse reproduce una grabación insufrible. Los tortazos y los gritos de terror (que seguramente profieren los anfitriones para acojonar más) son lo que se sucede ininterrumpidamente durante largas horas. En unos bidones van metiendo la cabeza de los invitados, haciéndoles preguntas como "quién es tu capitán, cómo se llama tu comandante", etc.

Ya bien de noche, sobre la una de la madrugada, se saca a todos a la calle y se les dice que se quiten el gorro. La desorientación es máxima, aunque el soldado instintivamente busca indicios en el horizonte y en la bóveda celeste para orientarse. Un oficial explica en qué consiste el escape: un rumbo dado, que se debe seguir aproximadamente por medio de los astros, una ruta de vuelta al campo de tiro por una pista forestal que recorre "el enemigo" en vehículos arriba y abajo. Si una patrulla (4 soldados) es capturada, se les lleva al punto de partida donde se les estuvo torturando, se les imparten más judiadas y vuelven a empezar el escape.

Durante el trayecto ocurre de todo: Caídas en zanjas al esconderse de la vista del enemigo, cortes con alambradas de púas de los campos vecinos, momentos de perderse por completo buscando un atajo, y sed, sobre todo MUCHA SED, en mayúsculas, porque desde el mediodía anterior no se ha ingerido absolutamente nada.

Por el camino se van topando con pruebas que hay que superar. El no conseguirlo supone volver al inicio. Por ejemplo, sobre una manta hay todo tipo de piezas de armas diversas. Un sargento ordena montar por completo una pistola o un fusil, completamente a oscuras y cronometrados. Superada la prueba, continúa el escape.

Con los primeros rayos de luz se comienzan a reconocer las formas de los montes del entorno. El final de la maniobra es, simplemente, llegar al punto de inicio, que es el campo de tiro. Allí cada uno coge sus trastos y, sin pena ni gloria, a los camiones y vuelta al cuartel.
Y si les daban ganas de cagar, como hacían?
 
A mi me mandaron para melilla ya siendo cabo, a una unidad en la que básicamente teníamos que cavar zanjas, y pelar gallinas para comernoslas.

Al segundo día de estar allí les dije que había que ponese las pilas cavando. Me vino el mas veterano de mis muchachos y me dijo, puedo hablar con usted? Nos arrimamos a un acantilado y me dijo, mire mi cabo, ve la altura que tiene esto? Pues el último cabo que estuvo aquí se mató

Capte el mensaje, no volvimos a mover tierra.
 
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A mi me mandaron para melilla ya siendo cabo, a una unidad en la que básicamente teníamos que cavar zanjas, y pelar gallinas para comernoslas.

Al segundo día de estar allí les dije que había que ponese las pilas cavando. Me vino el mas veterano de mis muchachos y me dijo, puedo hablar con usted? Nos arrimamos a un acantilado y me dijo, mire mi cabo, ve la altura que tiene esto? Pues el último cabo que estuvo aquí se mató

Capte el mensaje, no volvimos a mover tierra.
Le tendrías que haber dicho, a que no hay huevos.
 
A mi me mandaron para melilla ya siendo cabo, a una unidad en la que básicamente teníamos que cavar zanjas, y pelar gallinas para comernoslas.

Al segundo día de estar allí les dije que había que ponese las pilas cavando. Me vino el mas veterano de mis muchachos y me dijo, puedo hablar con usted? Nos arrimamos a un acantilado y me dijo, mire mi cabo, ve la altura que tiene esto? Pues el último cabo que estuvo aquí se mató

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Yo iba a entrar en la legión pero me dijeron que no me querían porque era demasiado agresivo.
 
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