ASESINOS EN SERIE... FRIKIS???

Os parezco guapo???? XD

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Albert Fish

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Una de las historias que mas me ha impactado.


Nueva York, 25 de Mayo de 1928, El joven, Edward Budd
hijo mayor de una humilde familia, pone un anuncio en un periódico en busca de empleo ("preferiblemente en el campo") con la intención de mejorar los ingresos familiares. 406 West 15th Street.

- Al lunes siguiente, la casa de los Budd recibe la visita de un anciano en relación con el anuncio. Se presenta como Frank Howard, casado y padre de 6 hijos. Afirma tener una granja en Farming Dale (Long Island) y necesitar un empleado. Tras charlar brevemente llegan a un acuerdo económico: 15 dólares semanales.

- Domingo 3 de Junio de 1928, la señora Budd invita a Frank Howard a comer; tras el almuerzo, Howard solicita el permiso de los padres para llevar a su hija pequeña, Grace, de 10 años a la fiesta de cumpleaños de su sobrina. Promete que estará de vuelta antes de anochecer. Deja la dirección de su hermana: Columbus and 17th Street. Los padres dudan pero finalmente acce-den a confiarle a su hija al amable y generoso señor Howard.

- Ésa sería la última vez que verían a la pequeña Grace con vida. La familia denuncia la desaparición de su hija; más tarde, la policía les informa que la dirección es falsa y que no existe ningún Frank Howard que coincida con esa descripción.


-11 de Noviembre de 1934, la señora Budd recibe una carta:

"Estimada señora Budd:

- En 1894 un amigo mío servía como marinero de puente en el buque Tacoma, con el capitán John Davis. Salieron de San Francisco con destino a Hong Kong. Una vez llegados a puerto, él y dos compañeros bajaron a tierra a emborracharse. A su regreso, el buque había salido ya sin ellos. En esa época, el hambre reinaba en la China. Cualquier clase de carne se vendía entre 1 y 3 dólares la libra. Los más pobres sufrían tanto que vendían a los carniceros a sus hijos de menos de 12 años para que los despedazaran y los revendieran. En cualquier carnicería se podían obtener, así, bistec, costillas y filetes. A la vista del comprador, los cortaban del cuerpo desnudo de una niña o un niño. Las nalgas, que es la parte más tierna se vendía como ternera y era el pedazo más caro.
- John se quedó tanto tiempo en Hong Kong que se aficionó a la carne humana. A su regreso a Nueva York secuestró a dos niños, de 7 y 11 años, que llevó a su casa. Los desnudó, los ató dentro de un armario y quemó sus trajes. Muchas veces, de día y de noche, los apaleaba y torturaba para hacer más tierna su carne. Mató primero al mayor, pues su culo era el más carnoso. Coció y devoró cada parte de su cuerpo excepto la cabeza, los huesos y los intestinos. El niño fue asado en el horno (su culo) cocido, hervido, frito y guisado. El niño menor pasó a su vez por lo mismo. -En esa época, yo vivía en el 409 de la calle 100 Este, cerca del lado derecho. John me hablaba tan a menudo de la delicadeza de la carne humana que me decidí a probarla. El domingo 3 de Junio de 1928 fui a casa de usted, en el 406 de la Calle 15 Oeste. Llevé queso y fresas. Comimos juntos. Grace se sentó sobre mis rodillas para darme un abrazo. Decidí comérmela. Me inventé un cumpleaños y ustedes me dieron permiso para que me acompañara. La llevé a una casa abandonada de Westchester en la que me había fijado. Al llegar, le dije que se quedara fuera. Cogió flores silvestres. En el primer piso, me desvestí completamente para evitar las manchas de sangre. Cuando lo tuve todo listo, me acerqué a la ventana para decirle a Grace que subiera. Me oculté en un armario hasta que llegó. Cuando me vio desnudo se echó a llorar y quiso huir. La alcancé y me amenazó con decírselo todo a su mamá. La desnudé. Se defendió mucho, me mordió y me hizo algunos rasguños. La estrangulé antes de cortarla en pedacitos para llevarme a casa su carne, cocinarla y comérmela. No pueden imaginar cuán tierno y sabroso estaba su culito asado. Tardé 9 días en comérmela por completo. No me la tiré, aunque hubiese podido hacerlo, de haberlo querido. Murió virgen".
- Después de esto, la familia aterrorizada informa a la policía. El caso de la desaparición de Grace estaba cerrado y sólo quedaba un hombre pendiente de él: el detective William F. King. La policía reabrió el caso e inicia una investigación. Se compara la letra de la carta con la letra de la nota que contenía la dirección falsa dejada por Frank Howard; ambas coinciden, pertenecían a la misma persona. El sobre de la carta contenía una pista: las iniciales de una compañía de correos. El detective King compara la letra con las fichas de inscripción de dicha compañía, averiguando que Howard estaba inscrito y que recibía periódicamente dinero de su hijo. Se dirigen a la dirección de Howard y el propietario les dice que hace dos meses tuvo un inquilino que encajaba con la descripción, su nombre era Albert Fish .

- Al poco tiempo, la oficina de correos informa a la policía que hay una carta a nombre de Albert Fish y que esperan que venga a recogerla. El detective King monta guardia en la oficina hasta que aparece Fish. Al verle, le pregunta si es Albert Fish, éste, enfurecido, saca una navaja; pero el señor King consigue reducirle y es detenido. Por entonces Fish era un anciano de 64 años de aspecto inofensivo. Pero tras su apariencia se ocultaba uno de los asesinos más monstruosos de la historia. Una extraña persona que confesó haber practicado todo tipo de perversiones sexuales: pedofilia, sadismo, coprofagía, canibalismo...

- Fish declaró tener material adecuado para desmembrar y asesinar niños: un cuchillo, una navaja y una sierra .Dicho material, lo había envuelto entre papeles con la intención de dejar de matar. Pero fue la imagen de la encantadora Grace la que le incitó de nuevo .

- Una vez salió de casa de los Budd, con la pequeña Grace de la mano, cogió un tren y se dirigió al Bronx. Allí caminaron hasta una zona en construcción. Mientras Grace jugaba en el jardín, Fish preparaba en el primer piso sus utensilios y se iba desnudando. Una vez listo avisa a Grace para que suba. Ésta, al verle, se asusta y empieza a gritar. La agarra y la estrangula, acto seguido la decapita y trocea en filetes su cuerpo. Envuelve todo en papel, dejando la mayoría en el lugar y llevándose un poco para consumirlo. En los días siguientes regresaría para llevarse el resto del cadáver.
-A parte de Grace, Fish había matado a otras 5 niñas, sólo en Nueva York. Según su confesión: "desde Montana a Nueva York he tenido niños en todos los estados". No se puede concretar el número de víctimas, pero el propio Fish dice haber abusado de más de 100 niños y asesinado, al menos, a 15.

- El lunes 11 de Marzo de 1935 se inicia uno de los juicios más escalofriantes de la historia. Las declaraciones de Fish son increíbles. Su actividad criminal comienza en 1890, desde entonces, ha practicado los actos más repulsivos, que los miembros del jurado escuchan boquiabiertos sin poder siquiera imaginarlos. Confesó tener la necesidad de matar niños. Maníaco religioso dice hacerlo en nombre de Dios. No sólo le gustaba torturar e infringir dolor a otras personas, también disfrutaba produciéndose dolor a sí mismo. Dichas prácticas iban desde golpearse el escroto hasta introducirse agujas en los órganos genitales.

- Una inspección médica reveló un total de 29 agujas introducidas en el escroto y en la base del pene, algunas en proceso de oxidación.

- A lo largo de su vida estuvo arrestado por robo y por enviar cartas obscenas a conocidos dando rienda suelta a sus más oscuros deseos, también ha estado en varias instituciones mentales.

- El juicio, de 10 días de duración, acaba con veredicto unánime: culpable de todos los cargos. Al comunicarle que moriría en la silla eléctrica exclama : " Qué alegría, una nueva sensación a experimentar ".

- El 16 de Enero de 1936 en la prisión de Sing Sing, Nueva York, todavía quedaba una anécdota que apuntar a la vida de Albert Fish. Al recibir la descarga se produjo un cortocircuito a causa de las numerosas agujas que tenía introducidas, hizo falta una segunda y más potente para que finalmente muriese.
 
joder!,QUE MAL ROLLO ME ACABA DE DAR ESTA ULTIMA HISTORIA.Se me han puesto los pelos del nastro de punta,me vopy a tener que hacer un pajote pa aliviar tensiones.
¿Cappicci?............
HS!
 
Albert King era tremendo....... a mi me impresionó mucho.

Don Vito, supongo que te refieres a

Anatoli Onoprienko


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El lunes 23 de noviembre de 1998, se iniciaba en la ciudad de Zhitomir (ex Unión Soviética), el juicio de un ucraniano acusado de haber asesinado a 52 personas, ante la celosa mirada de un público enloquecido que reclamaba la cabeza del acusado. Su calma contrastaba con la emoción de todos los presentes en la sala, en su mayoría jóvenes.

Después de confesar en una declaración entregada a la prensa por su abogado antes de la apertura del juicio, que no se arrepentía de ninguno de los crímenes que había cometido, Anatoli Onoprienko respondía dócilmente a las preguntas del juez; reconoció haber asesinado a 42 adultos y 10 niños, entre 1989 y 1996.

La parte acusadora ha pedido la pena de muerte, cuyo mantenimiento apoyan tres de cada cuatro ucranianos, según las encuestas, pero el verdadero problema en este complicado juicio, es impedir que el público linche al acusado. Complicado por su envergadura y duración (más de 400 testigos y por lo menos tres meses de declaraciones por delante), por sus gastos, pero también por la tensión que se respira entre los familiares de las víctimas, obligados a pasar cada día por un arco detector de metales, algo no tan corriente en ese país, mientras el acusado, encerrado en una jaula metálica, está prudentemente separado de la ira del público...

Las autoridades le describen como el asesino más terrible de la historia en Ucrania y de la antigua Unión Soviética, mientras que las familias de las numerosas víctimas lo califican de "animal", "ser monstruoso" y "bestia demoníaca".

Los hechos se producían entre octubre de 1995 y marzo de 1996. En aquellos seis meses, la región de Zhitomir vivió aterrorizada por una serie de 43 asesinatos que Onoprienko había ido sembrando. La Nochebuena de 1995 se produjo el ataque a la aislada vivienda de la familia Zaichenko. El padre, la madre y dos niños muertos y la casa incendiada para no dejar huellas fue el precio de un absurdo botín formado por un par de alianzas, un crucifijo de oro con cadena y dos pares de pendientes. Seis días después, la escena se repetía con otra familia de cuatro miembros. Víctimas de Onoprienko aparecieron también durante aquellos seis meses en las regiones de Odesa, Lvov y Dniepropetrovsk.

Estas matanzas incitaron a la segunda investigación delictiva más grande y complicada en la historia ucraniana (la primera había sido la de su compatriota Chikatilo). El gobierno ucraniano envió una buena parte de la Guardia Nacional con la misión de velar por la seguridad de los ciudadanos y, como si el despliegue de una división militar entera para combatir a un solo asesino no fuera bastante, más de 2000 investigadores de las policías federal y local. Los policías empezaron a buscar a un personaje itinerante y elaboraron una lista en la que figuraba un hombre que viajaba frecuentemente por el sudoeste de Ucrania para visitar a su novia.

Con la policía tras su pista, Onoprienko puso tierra de por medio en 1989 y abandonó el país ilegalmente para recorrer Austria, Francia, Grecia y Alemania, en dónde estaría seis meses arrestado por robo y luego sería expulsado.

De regreso a Ucrania sumó a los nueve otros 43 asesinatos, y poco después, ante las pruebas encontradas por los agentes en los apartamentos de su novia y su hermano (una pistola robada y 122 objetos pertenecientes a las víctimas), hallaron una razón para arrestarlo. Cuando la policía le pidió los documentos en la puerta de su casa, Onoprienko no les quiso facilitar la tarea, e hizo un esfuerzo vano por conseguir un arma y defenderse. Cuando los policías por fin lo detuvieron, Onoprienko se sentó silenciosamente cruzando los brazos y les dijo sonriendo: "Yo hablaré con un general, pero no con ustedes". Aun así, no le quedó más remedio que confesar sus crímenes y dejar que aquellos le arrestasen.

En su declaración al juez, aparecerían otros nueve cadáveres cosechados a partir de 1989 en compañía de un cómplice, Sergei Rogozin, (quien también comparecería en el juicio).

Anatoli Onoprienko siguió los pasos del legendario Andrei Chikatilo. Ambos mataron al mismo número de víctimas, pero son muy diferentes. Chikatilo, ejecutado en 1994, era un maniaco sexual. Sólo mataba mujeres y niños, cuyos cuerpos violaba y mutilaba. A veces se comía las vísceras. Nada de esto aparece en el expediente de Onoprienko, un ladrón que mataba para robar, con inusitada brutalidad y ligereza, pero sin las escenas del maniaco sexual. Onoprienko supera a Chikatilo por el corto periodo en que realizó su matanza: seis meses frente a doce años.

Cuando ejecutaba a sus víctimas, el asesino seguía un mismo ritual: elegía casas aisladas, mataba a los hombres con un arma de fuego y a las mujeres y a los niños con un cuchillo, un hacha o un martillo. No perdonaba a nadie, después de sus asesinatos cortaba los dedos de sus víctimas para sacarles los anillos, o a veces quemaba las casas. Incluso mató en su cuna a un bebé de tres meses, asfixiándolo con una almohada.

Onoprienko, de 39 años, estatura media, aspecto de deportista, racional, educado, elocuente, dotado de una excelente memoria y desprovisto de piedad. Soltero, padre de un niño, reconoció haber tenido una infancia muy difícil: su madre había muerto cuando él tenía 4 años, y su padre y su hermano mayor lo habían abandonado en un orfanato. De adulto, para ganarse la vida, se había embarcado como marino y había sido bombero en la ciudad de Dneprorudnoye (dónde su ficha laboral le describe como un hombre "duro, pero justo"). Luego había emigrado al extranjero para trabajar de obrero durante ese tiempo, pero confesó que su fuente primaria de ingreso era criminal: los robos y asaltos.

El peritaje médico lo ha calificado como perfectamente cuerdo que puede y debe asumir las consecuencias de sus actos. El mismo se define como un "ladrón" que mataba para robar: "Mataba para eliminar a todos los testigos de mis robos"

Por este motivo puede ser condenado a la pena capital por crímenes premeditados con circunstancias agravantes. El presidente ucraniano, Leonid Kuchma, dijo que dará explicaciones al Consejo de Europa para violar en este caso la moratoria de ejecución de la pena de muerte que su país mantiene desde marzo de 1997. Gracias al convenio con el Consejo de Europa, 81 penas de muerte dictadas últimamente en Ucrania no se han ejecutado. La declaración del presidente Kuchma anuncia que se va a hacer una excepción con Onoprienko.
 
Y Ted Bundy o algo así? Y el tío brasileño aquél que se comía a las víctimas?
 
hexe cariño, de donde sacas esas cosas tan raritas¿?¿?
 
Bueno el hilo!

Hexetrone o alguien a ver si puede ayudarme

Hace tiempo vi un reportaje de asesinos en serie y salio un tal PITUSO (Norteamericano)

Busque por internet pero sin resultado

A ver si alguien sabe algo de el, me interesa bastante
 
Por partes, chicos, no se me acumulen.

Habrá asesinos para todos los paladares :D

Chikatilo es un clásico, al comentar Don Vito que era un caso reciente no pensé que pudiera referirse a él.

Andrei Romanovich Chikatilo

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conocido como La bestia de Rostov

Es considerado uno de los mayores asesinos en serie de la historia, en los diez años que actuó como depredador en las estaciones ferroviarias de la ex Unión Soviética cometió 53 crímenes.

Nació en una pequeña aldea ucraniana en tiempos de hambruna, cuando morían millones de personas cuyos cadáveres se amontonaban en las calles y campos; lo más cruel para el pequeño Andrei fue escuchar en el regazo de su madre cómo su hermano mayor había sido raptado y devorado. Aunque no era un caso aislado en aquellos duros años treinta, el hecho marcaría notablemente al niño, quien se sentía en esos momentos más solo que nunca.

En la escuela era muy introvertido y arrastró multitud de complejos que le atormentaban, era incapaz de aceptar su miopía (sus primeras gafas las tuvo a los treinta años) y hasta los doce se orinó en la cama. Siempre era humillado por los otros compañeros, cualquiera podía decirle lo que fuese, él se limitaba a escuchar y a aguantar... no es de extrañar que con el tiempo, su ánimo se llenase con las lágrimas contenidas y con todas esas injurias.

Conforme fue creciendo, se hacía más tímido con las mujeres, hasta el punto de hacer fracasar su primer intento sexual, por eyacular en pocos segundos mientras abrazaba una chica... de ahí surgieron los primeros rumores de su impotencia.

Sirvió en el ejército como todos los ciudadanos soviéticos y luego se dedicó a los estudios, obteniendo tres títulos: en lengua y literatura rusa, en ingeniería y en marxismo-leninismo. En 1971, un diploma universitario le dio el grado de maestro. Sentía una creciente atracción por las menores de doce años, y se colaba en los dormitorios para verlas en ropa interior mientras se masturbaba con la mano dentro del bolsillo. Más tarde Chikatilo se refugió en el comunismo, pero su fijación con el dogma político rayaba en la demencia.

A pesar de su problema pudo encontrar una esposa, y aunque era incapaz de mantener una erección, sí podía eyacular. Logró alcanzar en contadísimas ocasiones la suficiente erección para dejar embarazada a su esposa, pero no dejaba de pensar que la naturaleza lo había castigado castrándolo al nacer. A pesar de todo, era un marido de carácter estable y trabajador, un padre que nunca levantaba la voz ante los hijos, un respetado miembro del partido comunista que leía los periódicos y se mantenía al corriente de la actualidad. Discreto, vivía con la rigurosa austeridad que corresponde a un verdadero soviético.

Para su frustración, en la escuela en la que trabajaba, sus alumnos se reían de él, le apodaban "el ganso" porque sus largos hombros encorvados hacían que su cuello pareciese alargado. El no hacía nada por remediarlo, tampoco cuando le empezaron a llamar "maricón", ni cuando le pegaban arrojándole una manta por encima o cuando lo sacaban de las aulas a patadas.

Su primer crimen lo cometió el 22 de diciembre de 1978 cuando abordó en la calle a una niña de nueve años de edad, y la convenció para que se fuera con él a una cabaña que poseía en las afueras de la ciudad. Sabía cómo hablar a los niños, él mismo había sido maestro y tenía a sus dos hijos. Una vez allí la desvistió con violencia. Accidentalmente, le hizo un rasguño del que brotó sangre, hecho que le propició una erección inmediata, estableciendo el vínculo fatal entre sangre y sexo. Luego, sacó un cuchillo y se lo clavó en el vientre. Con cada puñalada notaba que se acercaba más al orgasmo, por lo que no cesó de hacerlo hasta la eyaculación.

Chikatilo había intentado satisfacer su necesidad sexual movido por la esperanza de llegar a ser igual que los demás, pero no lo era. Las burlas de las mujeres por su impotencia era más de lo que podía aguantar. Descubrió que su placer no consistía en acariciar los genitales ajenos, sino en maltratarlos. Dos días después de este crimen, la policía encontró los restos de la niña en un río cercano, y cerca de la cabaña de Chikatilo una gran mancha de sangre. Los policías interrogaron al hombre, pero acabaron inculpando a otro agresor sexual, Alexander Kravchenko.

Chikatilo era, por las paradojas que marcaban sus actos, más dual que nunca. Era el típico marido sumiso y asexual. Hacía todo lo que su mujer le ordenaba... o casi todo. Ella solía desear los placeres sexuales con más frecuencia que él, y eso les llevaba a frecuentes discusiones, en las que ella le recordaba lo impotente e inerte que era.

Los dos primeros asesinatos de Chikatilo tuvieron cierto carácter fortuito. Es posible que, en ambos casos, sus intenciones fueran solamente de índole sexual. Los gritos de terror le excitaban, pero era el asesinato en sí lo que presentaba para él el acto sexual supremo. Sus víctimas eran niños, niñas y chicas jóvenes. La mayoría eran escapados de casa y retrasados mentales, pues se dejaban convencer más fácilmente y agradecían su ayuda en el laberinto del sistema de transporte local, con el que no estaban familiarizados. Chikatilo los elegía entre la multitud en estaciones ferroviarias y en paradas de autobús, y con algún pretexto, los convencía para que lo siguieran a alguna zona boscosa. Una vez allí les infligía numerosas puñaladas -entre treinta y cincuenta.

Las víctimas sufrían la mutilación de los ojos. A las adolescentes o chicas jóvenes les seccionaba los pechos o los pezones, ya fuera con sus afilados cuchillos o con los dientes. El útero era extirpado con tal precisión que se inculpó a todos los cirujanos de la provincia de Rostov. Mientras las violaba, se enfurecía tanto por llegar rápidamente al orgasmo que les destrozaba la cara a golpes. Para ocultar su impotencia, a veces, con la ayuda de una ramita, colocaba el semen en la vagina de la víctima.

En el caso de los niños, los atacaba en cuanto estaba a solas con ellos en el bosque: les propinaba un golpe para aturdirlos después de atarles las manos y les daba golpes de cuchillo poco profundos para establecer su dominio sobre ellos. Posteriormente los mutilaba a mordiscos, les cortaba los genitales o solamente extirpaba los testículos, mismos que guardaba a modo de trofeo. También arrancaba los ojos de todas sus víctimas, quizás para evitar encontrarse con sus miradas.

En algunas ocasiones realizaba estas amputaciones cuando la víctima se hallaba aún con vida, -aunque no consciente-. En ninguno de los casos se encontraron las partes del cuerpo seccionadas en las cercanías de la escena del crimen. También practicaba actos de canibalismo, en sus declaraciones confesaría que le gustaba tragarse las partes del cuerpo más blandas.

En 1981 se convirtió en funcionario de abastecimiento de una fábrica, este trabajo le obligaba a recorrer una buena parte de la región, y a la vez le proporcionaba la coartada perfecta. El 3 de septiembre de 1981, asesinó a su segunda víctima. Una vez en el bosque, perdió el control, estranguló a la mujer y eyaculó sobre el cadáver. Luego, comenzó a lanzar aullidos mientras bailaba una danza de guerra alrededor del cuerpo. En esos momentos supo que volvería a matar. ¡Y vaya si mató!: en los doce años siguientes, Chikatilo asesinaría a 53 personas en total.

Chikatilo tenía un aspecto de lo más inofensivo, y los niños veían en él un hombre amable e indefenso. El Instituto Serbsky de Moscú diseñó el perfil de un hombre visiblemente normal, probablemente casado, con un trabajo regular, y por esperma hallado en los cuerpos de sus víctimas se supo que su sangre era del grupo AB. El 14 de septiembre de 1984 detuvieron a Chikatilo en el mercado de Rostov, pues en líneas generales encajaba con la descripción del asesino, pero no pudieron demostrar nada más. Chikatilo parecía un hombre respetable, y tras hacerle un análisis de sangre, ésta resultó ser de grupo A. enseguida fue puesto en libertad sin cargos. En ese tiempo los archivos de la policía contenían datos de unos 26,500 sospechosos.

Cuando apareció el cadáver número treinta, los periódicos empezaron a difundir noticias del posible asesino en serie, a quien todos creían un retrasado mental, a pesar de que la policía no estaba de acuerdo, pues la amplia dispersión del asesino indicaba que éste disponía de un vehículo, factor que en Rusia era eliminativo.

El 17 de octubre de 1990, volvió a matar en un bosque cercano a la estación de Donlesjoz. Este crimen absorbió a toda la policía local y a una fuerza antidisturbios de 100 hombres. Pero dos semanas después, Chikatilo volvió a actuar, y ésta vez fueron unos 600 detectives los encargados de investigar a lo largo de la línea de los bosques, en dónde montaban guardia tres o cuatro oficiales en los apeaderos más aislados. El 6 de noviembre de 1990, uno de estos detectives, el sargento Igor Rybakov, vio surgir del bosque un hombre con traje y corbata. Mientras éste se lavaba las manos en la fuente advirtió que tenía un dedo vendado y una mejilla manchada de sangre. Le pidió sus documentos y transcribió un informe de rutina. Cinco días después encontrarían un nuevo cadáver en ese mismo lugar, el cual estimaron que llevaba ahí más o menos una semana. El homicida tenía que haber pasado por la estación, y el culpable no podía ser otro que el sospechoso del informe de Rybakov.

Lo arrestaron el 20 de noviembre, sospechoso de haber asesinado a 36 víctimas, todos ellos mujeres y niños. Su esperma, aunque no su sangre, sí era AB. El fiscal general de la provincia de Rostov emitió una orden de detención contra Chikatilo, efectiva a partir del 20 de noviembre de 1990. Y ese mismo día fue detenido por la KGB, mientras éste con paso lento y senil decía: "¿cómo pueden hacerle esto a una persona de mi edad?". En los interrogatorios, afirmó que simplemente era un ciudadano normal, que no había cometido ningún tipo de delito, y que era objeto de una persecución absurda.

El 27 de noviembre dijo estar dispuesto a aportar pruebas de sus crímenes si no continuaban atosigándole con los interrogatorios que le recordaban los detalles, y dos días después se derrumbó ante un psicólogo a quien acabó confesando 53 asesinatos. Posteriormente guió a los investigadores a los distintos lugares con la esperanza de que el número de muertes lo convirtiera en un "espécimen de estudio científico". Escribió una declaración firmada para el fiscal general, que decía:

"Me detuvieron el 20 de noviembre de 1990 y he permanecido bajo custodia desde entonces. Quiero exponer mis sentimientos con sinceridad. Me hallo en un estado de profunda depresión, y reconozco que tengo impulsos sexuales perturbados, por eso he cometido ciertos actos. Anteriormente busqué ayuda psiquiátrica por mis dolores de cabeza, por la pérdida de memoria, el insomnio y los trastornos sexuales. Pero los tratamientos que me aplicaron o que yo puse en práctica no dieron resultado.

Tengo esposa y dos hijos y sufro una debilidad sexual, impotencia. La gente se reía de mí porque no podía recordar nada. No me daba cuenta que me tocaba los genitales a menudo, y sólo me lo dijeron más tarde. Me siento humillado. La gente se burla de mí en el trabajo y en otras situaciones. Me he sentido degradado desde la infancia, y siempre he sufrido.

En mi época escolar estaba hinchado a causa del hambre e iba vestido con harapos. Todo el mundo se metía conmigo. En la escuela estudiaba con tanta intensidad que a veces perdía la conciencia y me desmayaba. Soy un graduado universitario. Quería demostrar mi valía en el trabajo y me entregué a él por completo. La gente me valoraba, pero se aprovechaba de mi carácter débil.

Ahora que soy mayor, el aspecto sexual no tiene tanta importancia para mí, mis problemas son todos mentales. En los actos sexuales perversos experimentaba una especie de furor, una sensación de no tener freno. No podía controlar mis actos. Desde la niñez me he sentido insuficiente como hombre y como persona. Lo que hice no fue por el placer sexual, sino porque me proporcionaba cierta paz de mente y de alma durante largos períodos. Sobre todo después de contemplar todo tipo de películas sexuales. Lo que hice, lo hice después de mirar los vídeos de actos sexuales perversos, crueldades y horrores".


De esta declaración la policía dedujo que el asesino trataba de buscarse una posible salida alegando enfermedad mental, una obsesión de tratamiento psiquiátrico. Los psiquiatras del Instituto Serbsky, no obstante, lo veían como un sádico prudente que no sufría ningún trastorno que pudiera impedirle reflexionar que sus actos estaban mal, que eran premeditados. Por esa razón, en octubre de 1991, dieron a conocer sus conclusiones, diagnosticaron que el asesino estaba "legalmente cuerdo".
El juicio de Andrei Chikatilo se inició en abril de 1992, y duró hasta octubre de ese mismo año. Este, con la cabeza rasurada, presenció su juicio desde un cubículo de metal. El primer día deleitó a los fotógrafos mostrando una revista porno, pero más tarde, abatido, se quitó la ropa y meneó el pene gritando: "Fíjense que inutilidad, ¿qué piensan que iba a hacer con esto?".

Los jueces no dudaron en anunciar el veredicto que habían nominado, y así el 15 de octubre de 1992 fue sentenciado a la pena capital.


Para quien quiera profundizar mas, se ha escrito mucho sobre él


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Qué mal rollo que, cuando se trata de asesinos en serie, aquí se pone tan completa información... :shock:
 
Deicide rebuznó:
Hace tiempo vi un reportaje de asesinos en serie y salio un tal PITUSO (Norteamericano)
No me suena en absoluto. No tienes algun dato mas? seguro que ese era el nombre? :?
 
Mi asesino en serie favorito es... ¡NINGUNO!

Mejor hablamos de sexo y folleteo en serie ¿No?

Hala a cascarla!
 
Ted Bundy

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El 24 de Noviembre de 1946, nació Theodore Robert Cowell, su madre era Eleanor Louise Cowell, quien decidió mudarse con sus padres debido a que era una madre soltera y quería evitarse los prejuicios de la gente. Proviene de una familia puritana y rechaza a su hijo durante unos años y lo hace pasar por su hermano.

Ted creció creyendo que sus abuelos eran sus padres y que su madre era en realidad su hermana mayor.
Eleanor se casó con Johnnie Bundy, cuando Ted tenía apenas 4 años, este fue el apellido que Ted adoptaría por el resto de su vida. Ted nunca acepto a su nuevo padre, siempre se sintio mas Cowell que Bundy, aun cuando su padre intentaba hacer actividades con el, Ted nunca fue cercano a él.

Durante su niñez, Ted era muy tímido y calmado, aún así mantenía altas calificaciones, (promedio de B), en la secundaria Ted cambio esa timidez por algo de popularidad, ya que era extremadamente bien hablado y se vestía impecablemente, fue en la secundaria donde el interés por la política empezó a crecer. Cuando Ted era a un un pequeño, parecía que no iba a ser un niño normal, ya que escondía cuchillos de carnicero abajo de su cama

Después de que se graduó de la preparatoria, Ted se fue a la Universidad the Puget Sound a estudiar, tuvo varios trabajos durante esta época pero no duraba en ninguno debido a su falta de concentración.
En 1967, conocería a la mujer que cambiaria su vida para siempre, Stephanie Brooks, ella era lo mejor que le había pasado a Ted, además el no comprendía como una mujer de esa clase se interesara en alguien como él, aún recibiendo todo el amor de Ted. Stephanie no estaba enamorada de él, después de la graduación de la universidad ella rompió con Ted, esté nunca se recupero de este ruptura y muchos opinan que este evento lo convirtió en el Ted Bundy que estremeció a todo el mundo con sus actos.

Su primer crimen, tendría lugar en Washington en 1974, cuando ataca a una mujer mientras duerme golpeándola con una barra de hierro .
Un mes mas tarde asesina a una chica en el mismo campus universitario, a sus víctimas una vez muertas las sodomizaba con el miembro o con el objeto más a mano que tenia mientras mordía sus cuellos.

Era un asesino en serie, psicópata no solo por, haber sufrido una infancia traumática si no que su aspecto siempre daba confianza a sus víctimas. Tras sus crímenes Bundy, comienza a viajar por una buena parte del país, Utha, Colorado, Florida...

Fue llamado el "Picasso" de los asesinos multiples. Sus víctimas preferidas eran chicas guapas de cabellos oscuros. Con su encanto personal atraía a sus víctimas que le seguían de buen grado. Las conducía a su coche y viajaba a un lugar seguro. Una vez allí las atacaba con objetos cortantes, destripándolas mordiéndolas y violando los cadáveres.

Su primer arresto el 16 de agosto de 1974, en Utah tras ser identificado por una mujer que meses antes estuvo a punto de secuestrar. Condenado en Colorado pero se escapo antes de que lo encerraran, y cometió más asesinatos una de las jóvenes solo tenia doce años
Lo detienen en Florida tras un juicio largo, lo condenan al corredor de la muerte por 14 asesinatos en primer grado.Pero él seguró no haber matado 14 personas, si no a más de 20.

Se le atribuyen unos 20 asesinatos en Estados Unidos y más de 28 en Canadá.Declaró que toda la rabia que tenia era contra su madre y por eso mataba mujeres. Los psiquiatras lo trataron de esquizofrenia, cambio de humor repentinos complejo de inferioridad impulsivo sin emociones y ataques de histeria.

Fue ejecutado en la silla eléctrica, 9 años después de su sentencia, el 24 de Enero de 1989.

El año pasado se hizo una peli basada en su vida, dirigida Matthew Bright.
 
a mi me ha dado morbo la de la condesa bathory sobre todo la parte de relaciones lesbicas con sus doncellas ummmm

Cradle of filth tienen un disco conceptual dedicado a las andanzas de esta mujer muyyyy recomendabvle
 
Lo que salia en el reportaje:

Su nombre era Pituso (totalmente seguro.. a lo mejor es una traduccion que hicieron del inlges los del reportaje, pero dijeron Pituso)

Se dedicaba a matar bebes que sus madres dejaban descuidados un momento en la calle, normalmente en la cuna.

Su sistema era clavarles un clavo grande en el craneo.

Vivia en EEUU, principios siglo XX

Tenia una cara bastante peculiar, muy friki

Cuando lo cogieron lo mandaron a una isla/carcel donde mandaban a lo peor.


eso es todo, a ver si alguien consigue mas informacion
 
Olé que gente mas lista !!

aquí tienes una web dedicada a la joyita esa
https://www.petisorejudo.com.ar/

Cayetano Santos Godino

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A los 16 años, Cayetano Santos Godino, conocido como el ´petiso orejudo´, se convirtió en el primer criminal en serie en la historia policial argentina.


Es un caso de una criminalidad horrenda, un hombre a quien le faltan aquellas condiciones de propio controlador que dominan los instintos y diferencian de las bestias a los individuos pertenecientes al género humano.

La primera denuncia presentada contra él fue presentada por su propio padre, en 1906, cuando el petiso tenía 9 años. Se presentó a la comisaría para decir que su hijo... ´es absolutamente rebelde a la represión paternal, resultando que molesta a todos sus vecinos, arrojándoles cascotes o injuriándolos´.

A esa edad, Godino ya presentaba una de las extrañas características de su personalidad: los actos de crueldad contra los animales. Su padre, en la denuncia, añadió que su hijo se había entretenido matando a unos pájaros domésticos. El padre quería que la policía se hiciera cargo de su hijo, y Petiso acabó encerrado en un reformatorio. Pero no sirvió de nada, ya que en cuanto recobró la libertad en 1911, se dedicó a su carrera criminal.

Mas adelante, se convirtió en un objeto de estudio psiquiátrico. Éstos destacaron que se trataba de un imbécil, en el sentido estricto de la palabra: alguien despojado de inteligencia.

Sin embargo, el Petiso cometía sus crímenes aprovechándose de su aspecto de idiota, ganándose la confianza de las víctimas, y engañar a quienes pudieran amenazar sus oscuros placeres.
El escenario de sus crímenes eran conventillos del barrio Parque Patricios (Bs As).

Por lo general, el Petiso atraía a chicos menores que él, ofreciéndose a jugar, o con golosinas, y entonces era cuando los llevaba a casas abandonadas para cometer sus crímenes.
Una de sus primeras víctimas fue un chico de 17 meses. Lo golpeó y lo arrojó contra un cerco de espinas. Esto lo advirtió un agente de policía, pero el Petiso dijo que había encontrado al niño, e insistió en llevarlo hasta su madre; ésta lo recompensó con unas monedas.

En otra ocasión engañó a un niño de 2 años, y lo intentó ahogar en una pila para caballos. Los ruidos llamaron la atención del propietario, y cuando le preguntaron por lo que estaba ocurriendo, el Petiso, mientras acariciaba al niño, dijo que se acababa de ir una mujer vestida de negro y baja, y que por suerte había llegado a tiempo para salvarlo. Su siguiente intento también fracasó, intentó quemarle los ojos a un chico de 22 años, pero sus gritos atrajeron a su madre.

Mientras, el Petiso se saciaba con su crueldad hacia los animales, llegando a matar a un caballo con un cuchillo, y un gran impulso piromaniaco. Incendió 2 casas, una fábrica de ladrillos, una estación de tranvías y un almacén. Cuando se le pidieron explicaciones, respondió: ´Me gusta ver trabajar a los bomberos… es lindo ver como caen en el fuego.´

Así es como cometió su primer asesinato. Fue en 1912, le prendió fuego a las faldas de una niña de 3 años, que falleció tras 16 días en agonía. Meses mas tarde, llevo al pequeño Arturo Laurora a una casa abandonada. Le tapó la boca con un pañuelo, y tras atarle un piolín de hilo trenzado al cuello, lo llevó arrastras a una habitación. Allí lo denudó, lo golpeó y finalmente lo estranguló.
Su siguiente víctima fue un vecino suyo, de 3 años. Tras comprarle caramelos de chocolate, se lo llevó y lo ató de pies y manos con un piolín y lo ahorcó, pero no llegó a morir. Al marcharse, se encontró con el padre del pobre niño, buscándolo con desesperación, y el Petiso le aconsejo ir a poner una denuncia; seguidamente regresó al lugar donde el pobre niño ya agonizaba, y le clavó un clavo en la sien.

Por la tarde, acudió a la casa del niño, donde los padres estaban velando al cadáver encontrado. Se acercó a contemplarlo, y antes de irse le movió la cabeza. -´Quería ver si aún llevaba el clavo´… dijo en sus declaraciones. Una mujer declaró haber visto al niño en compañía de un joven con unas grandes orejas y unos brazos largos, desproporcionados para su estatura. Gracias a esta declaración, al día siguiente el Petiso fue detenido en su domicilio. En un bolsillo llevaba restos de piolín, y un recorte con la crónica del asesinato del pequeño Laurora.

En noviembre de 1915, fue condenado a cadena perpetua, y en 1923 se le trasladó al penal de Ushuaia, la provincia más austral de la Argentina, a la ´Cárcel del Fin del Mundo´. En 1927 los médicos del penal le hicieron una cirugía estética en las orejas, porque creían que allí radicaba su maldad. Obviamente no sirvió de nada.

En 1936 pidió la libertad y se la negaron: ´es un imbécil o un degenerado hereditario, perverso instintivo´ indicaron los médicos. Su conducta mejoro y le permitieron integrarse a la banda de música del penal para tocar el bombo.

Los presos lo mataron a golpes el 15 de Noviembre de 1944, porque mató al gato del penal arrojándolo junto con los leños al fuego.

Nota:

Cayetano Santos Rodino, alias el Petiso Orejudo, tenía todos los estigmas de la degeneración, el tipo del criminal nato descrito por Lombroso, y según la opinión de los peritos que dictaminaron su causa por aquel entonces, ´es un loco moral, un antisocial que pertenece a otra época y está dominado por otros sentimientos, se ve como un extraño en un mundo que no acierta a comprender de una manera completa, es un salvaje perdido en la civilización…´

¿Cómo puede caracterizarse la locura moral?

En su obra ´locura y crimen´, Maudsley nos ofrece la siguiente respuesta: ´A despecho, dice, de las preocupaciones contrarias, hay un cierto desorden del espíritu, sin delirio, sin alucinaciones, en el que los síntomas consisten, sobre todo, en la perversión de las facultades mentales llamadas comúnmente facultades activas y morales: los sentimientos, las afecciones, los pensamientos, el carácter, las costumbres y la conducta. La vida afectiva del individuo está profundamente perturbada; y esta perturbación o desarreglo se muestra en su manera de sentir, de querer y de obrar. Es incapaz de sentido moral verdadero: todos los pensamientos, todos los deseos a que cede sin resistencia son egoístas, su conducta parece gobernada por motivos inmorales en los cuales se complace y cede sin el menor deseo aparente de resistir. Hay en él una insensibilidad moral admirable. Su inteligencia está a menudo desviada; está sin duda viciada por los sentimientos mórbidos bajo la influencia de los cuales el individuo piensa y obra, pero ella no es turbada de otra manera´.
´No hay´, sigue poco después, ´probablemente ser razonado más sutil, aparentemente, puesto que todas las facultades intelectuales son aplicadas a la justificación y a la satisfacción de sus deseos egoístas. No sería verdadero decir entonces que la inteligencia está perfectamente lúcida y perfectamente sana´.
´Además´, agrega algunas líneas más adelante, ´la razón ha perdido su imperio sobre las pasiones y sobre las acciones, el hombre no puede ni dominar ésta, ni abstenerse de aquellas; por contrarias que sean las unas y las otras a sus obligaciones y deberes sociales; por desastrosas que puedan ser para él y por mas mal que causen a las personas mas íntimas y que le son mas queridas. Es incapaz de dar a su vida una dirección regular, de reconocer las reglas vulgares de la prudencia y del interés personal; de apreciar, en fin, el mal que se ocasiona con esta manera de obrar. Tiene tan poca confianza en los otros como él mismo es poco digno de la confianza de los extraños. Imposible hacerle reconocer sus faltas que niega con persistencia, que excusa o justifica; no tiene el menor deseo sincero de portarse bien; su naturaleza afectiva está profundamente desarreglada y todo lo lleva á sus satisfacciones funestas, que deben conducirlo á una degeneración más completa y concluirán por hacer de él un elemento mórbido que el cuerpo social deberá eliminar, ó que será necesario secuestrar y poner fuera de estado de dañar´.

Las características que más han llamado la atención de los sujetos estudiados son:

a) Precocidad en el despliegue de conductas antisociales


Para algunos expertos, quienes se adhieren a la teoría del carácter congénito de la locura moral, el mal ´se manifiesta ya desde la infancia. La niñez del idiota moral es algo que llama desde luego la atención de los padres y de los maestros´, observándose en el pequeño una brutalidad tal ´que sólo en un estado patológico puede encontrar disculpa´. ´Por sus reacciones violentas, sus venganzas, celos, mentiras, crueldades, desidia, ocio, obscenidades, puede asegurarse la falta de sentido moral en la vida infantil de estos hombres´.


b) Impulsividad


Este rasgo alcanza en algunos autores una importancia tal, que acaban por hipertrofiarlo elevándolo virtualmente a patognomónico de la locura moral. Así, el impulso puede manifestarse bajo múltiples formas, bajo una u otra tendencia, pero siempre con ese sello morboso de la conciencia relativa al acto y la falta absoluta de voluntad, que pone al sujeto bajo el completo dominio de la impulsividad mórbida.


c) Anomia


La irreductibilidad a toda norma que caracteriza estas personalidades constituye otra de las notas comunes a los autores estudiados, pudiendo concluir que ´las reglas y la disciplina son para ellos letras muertas, y la reprensión a que se hacen acreedores por violarla en vez de corregirlos, los incita a su repetición´.
Luego de examinar al Petiso Orejudo, llegan a la conclusión que no comprende el alcance de los conceptos morales. ´La palabra virtud no tiene sentido para él. Le falta, por consiguiente, una de las características que distingue a la razón humana de la de los animales´. Asimismo, ´no siente temor alguno a la aplicación de la ley en ningún caso´.


d) Imprevisión


Este curioso rasgo se presenta como común al despliegue criminoso de los locos morales, al decir que él mismo ´termina por delatarse y entregarse a la justicia; en sus planes nótase siempre algo de imperfecto y acaban por traicionarse a sí mismos, no ya por insignificantes detalles, sino por considerables errores´. Lombroso dice que ´lo que parece en los delincuentes el desarrollo razonable de un hecho, no es más que astucia´.


e) Vanidad


La vanidad criminal atrapa también a los ´locos morales´, quienes no parecen escapar a ese inconsciente afán de trascendencia en cuyo altar se sacrifica a veces hasta la misma libertad. Se recuerda al respecto que aún el desdichado Cayetano Santos Godino llevaba en su bolsillo, al ser detenido, un recorte del diario ´La Prensa´ con la crónica de uno de sus crímenes
 
Al leer la historia de este chico argentino me ha venido a la mente un artículo en el que se habla de la relación de los asesinos en serie con los maltratadores de animales. O de cómo algunas personas que empiezan a maltratar animales siguen por las personas.

Aquí teneis el artículo, pongo solo el enlace para que aquellos a quienes les interese especialmente pinchen :) (yo creo que es muy interesante)+

https://www.jobs.ge/gevha/articulos1.htm
 
Mastuerzo, es por eso y por otras cosas que las vidas de estas personas resultan muy interesantes......

Otra mujer,

Anna Margaretha Zwanziger


Nació en 1776 en una pequeña posada que su padre poseía en Nuremberg (Alemania). Éste falleció año y medio después, y cuando Anna contaba tan sólo con cinco años de edad, pierde además a su madre y a su único hermano.
Una vez huérfana pasó al cuidado de una vieja sirvienta de su madre, y al poco tiempo su tía se hace cargo de ella.
A los diez años fue adoptada por un adinerado comerciante, pero cuando cumplió quince años la prometió en matrimonio con el notario Zwanziger, mucho mayor que ella. Se casó con él a los diecinueve, en contra de su voluntad y tuvo dos hijos.

Los problemas continuaban para la joven Anna y para sus hijos, pues al igual que su madre, tuvieron que soportar el alcoholismo crónico del notario, que lo llevaría a la tumba pocos años después.
A partir de entonces las cosas empeoraron a nivel económico para la desafortunada mujer, viéndose obligada a emigrar a Viena a trabajar como doncella. Allí mantendría relación con un escribiente de la Cancillería, con el cual tendría un hijo ilegítimo. La relación fue muy breve, pues el hombre terminó por abandonarla... ¿error fatal? Curiosamente, él también fallecería a las pocas semanas.

En 1807, la viuda Nannette Schoenleben (nombre de soltera), que contaba ya con 47 años, comienza a ganarse la vida trabajando como ama de llaves en diversos hogares. Es contratada para el servicio doméstico por Wolfang Glaser, poderoso juez recién separado, en su mansión de Kasendorf (Alemania).
Glaser, termina por reconciliarse al poco tiempo con su esposa, quién falleció a las cuatro semanas de su llegada después de sentirse mal súbitamente desarrollando diarreas y vómitos crónicos.
Al poco tiempo, Schoenleben se despide y se hace contratar como ama de llaves por otro juez llamado Grohmann. A los seis meses, el juez comienza a sentir dolores abdominales, vómitos y diarrea... que le llevarían a la tumba en pocos días.

Tras quedarse de nuevo sin empleo, es contratada como sirvienta por la esposa del presidente de una de las cámaras de la ciudad. Su nueva ama tiene un bebé al poco tiempo, y a los tres días de dar la luz, comienza a su vez a sentir intensos vómitos y ansiedad que la llevarían a la tumba una semana después...
El viudo, decide conservar a la sirvienta para que cuide el bebé, y en una cena con amigos de la familia, todos los convidados comienzan a sentir los mismos síntomas que la fallecida esposa en su agonía. Sospechosamente esto sucede con cada convidado del viudo Gebhard. Cada vez, tras cada comida o cada vaso de vino en su casa, los invitados se veían obligados a guardar cama a causa de violentos ataques de náuseas.

Las primeras sospechas vinieron por parte del mozo de una tienda, que tras tomarse medio trago de un vaso de aguardiente después de una comisión, observa en el fondo de la taza una extraña substancia blanca a medio disolver.
Otra sirvienta de la misma casa que había discutido con Zwanziger también enfermó tras tomarse una taza de café que ésta le ofreció.

En una reunión celebrada por el dueño de la casa en el que se sirvieron jarras de cerveza, todos los invitados y el dueño de la casa comenzaron con vómitos y dolor de estómago. Tras este suceso, la mujer fue despedida, pero antes de partir fue sorprendida por una compañera de servicio colocando en el recipiente de la sal un líquido blanquecino. Luego ofreció a dos de las criadas con una taza de café en el que anteriormente edulcoró con un azúcar procedente de un cartucho que llevaba en su bolso.
Al niño, de con cinco meses de edad, le dio un poco de leche con un trocito de bizcocho mojado en esta sustancia. A la media hora de su partida el bebé comenzó a vomitar, cayendo gravemente enfermo.

Informado el amo de casa de lo sucedido, le llevó a un farmacéutico el recipiente de sal, que dictaminó la existencia de una gran cantidad de arsénico en el mismo.
Fue en ese momento que el señor Gebhard se decidió a denunciar los hechos a las autoridades, y se llevó a cabo la exhumación del cadáver de la esposa del juez Glaser, cuya piel había adquirido un color pardo oscuro y estaba endurecido como si de una momia se tratase. Posteriormente fueron también desenterrados los cadáveres de la señora Gebhard y del señor Grohmann, que ofrecían idénticos signos que el anterior. El análisis químico evidenció la presencia de arsénico en todos los cuerpos...

El 18 de octubre de 1809 la envenenadora tenía 49 años cuando fue detenida y encarcelada mientras se hallaba en Nuremberg, su ciudad natal. Se descubrió que Schoenleben era su nombre de soltera; tras su matrimonio con un notario apellidado Zwanziger, se la conocía como Anna Zwanziger.
La presunta asesina inicialmente negó todos los hechos, pero la verdad se hizo evidente cuando hayaron en el interior de su bolso dos saquitos que contenían, en uno un potente insecticida y en el otro arsénico.

Había asesinado a la señora Glaser con la idea de casarse en segundas nupcias con su esposo, para asegurarse una vejez tranquila y segura.
En la casa del magistrado Grohmann sucedió lo mismo que en los demás hogares en dónde había estado trabajando: vio en él un posible esposo y se vio perturbada por su enlace con la hija de un colega, por lo que decidió acabar con su vida.
Lo mismo pasó en casa de los Gebhard, al albergar de nuevo la esperanza de un fructífero matrimonio tras envenenar con insecticida la cerveza que tomaba la mujer de éste.

El 7 de julio de 1811, el Tribunal de Apelación del Distrito de Main, en Bamberg, confirmó la sentencia que condenaba la envenenadora a morir mediante la separación de la cabeza del tronco de un golpe de hacha, y a que su cuerpo fuera sometido al tormento de la rueda.
Anna, con una sorprendente integridad y sangre fría declaró ante el juez instructor que su muerte sería una suerte para la humanidad, ya que le hubiera resultado imposible renunciar al veneno en su vida.

El día de su ejecución, el 17 de septiembre de 1811, solicitó que se le tapase la cara con el paño de los condenados. Luego se despidió con gran entereza y amabilidad de los asistentes y del verdugo...
 
Fritz Haarmann


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Nació en Alemania en 1879. Desde muy pequeño, su madre le había educado con demasiada permisividad, era muy caprichoso y poco inteligente. El hecho de que mostrase desviaciones de tipo sexual y que su afición preferida fuese el jugar con muñecas desesperaba a su padre, quién se esforzaba en "endurecerlo", hasta el punto de enviarlo a una escuela militar a los dieciséis años. Fritz nunca le perdonaría, odiándolo toda su vida.
A los 17 años lo acusaron de corrupción de menores, y tras un examen psiquiátrico fue llevado a un manicomio. Pese a sus antecedentes, su conducta fue ejemplar y lo soltaron en 1903, año en que regresó a Hannover. Desde esa fecha pasó varias temporadas en prisión por la comisión de diversos delitos que iban desde abusos a menores, hasta hurtos y robos.

Fue puesto en libertad en 1918, y se unió a una banda de contrabandistas
Haarmann, además, se convirtió en confidente de la policía, lo que le daba mayor confianza y le dejaba libre de sospechas para seguir cometiendo los más diversos delitos.
Solía acudir a la vieja estación central de la ciudad, principalmente hacia la madrugada y haciéndose pasar por inspector de policía, abordaba a adolescentes que se habían fugado de casa o que procedían de algún tren de refugiados por la guerra. Les ofrecía unas palabras amables, un cigarrillo, una comida caliente y alojamiento por una noche... pero 24 horas después la carne de la víctima estaba siendo hervida, asada o frita en muchas de las cocinas de la ciudad, sin que los inocentes cocineros se percatasen que no se trataba de cerdo precisamente...

Uno de los primeros en aceptar su oferta fue un joven de 17 años llamado Friedel Rothe. A los pocos días sus padres denunciaron la desaparición a la policía, y ésta llevó a cabo un registro en la vivienda de Haarmann, pues se le había visto en compañía del chico.
Sin resultado. Haarmann había escondido detrás de la cocina la cabeza del joven Friedel envuelta en un periódico.

El Carnicero de Hannover volvió a escapar de las garras de la ley cuando una de sus clientas acudió a las autoridades con un poco de carne que le había comprado y se quejó de que parecía humana. El analista de la policía se limitó a informarle de que podía considerarse afortunada, ya que corrían tiempos difíciles y no todo el mundo estaba en condiciones de adquirir un trozo de cerdo de semejante calidad...

Poco después, el macabro personaje fue detenido y condenado a nueve meses de cárcel por "conducta indecente". Cuando salió, en septiembre de 1919, se instaló en un piso continuando su actividad de carnicero "clandestino". Por aquellas fechas se asoció con otro homosexual, Hans Grans, con el que trabajó desde entonces en complicidad, tanto para asuntos de negocios, como en la satisfacción de sus instintos sexuales y en la comisión de nuevos crímenes, siendo Grans el encargado de escoger a las víctimas, sólo porque le gustaba una camisa en particular, o los pantalones que llevaba puestos en ese momento.

La pareja se trasladó a un piso, en el cual los vecinos vieron entrar con frecuencia a muchos jóvenes, pero nunca veían salir a ninguno.

Por extraño que parezca, no se empezó a sospechar de la conducta de Haarmann hasta el año 1924. En mayo de este año, unos niños que jugaban en las orillas del río Leine encontraron un cráneo humano, y más tarde, al cabo de unas semanas, aparecieron otros dos junto a un estremecedor hallazgo: un saco lleno de huesos humanos entre los que se encontraba otro cráneo...

Comenzaron a correr siniestros rumores por la ciudad: se sabía que muchos jóvenes habían desaparecido sin dejar el menor rastro; por otra parte, había indicios razonables para afirmar que se había estado vendiendo carne humana en el mercado clandestino. La policía, muy alarmada, hizo dragar el río... siendo extraídos en un solo día más de 500 huesos humanos.
Por si fuera poco, el examen de éstos reveló, que sin duda alguna pertenecían a 22 cuerpos distintos, todos ellos de jóvenes adolescentes.

La noche del domingo 22 de junio, Haarmann fue de nuevo detenido bajo la acusación de corrupción de menores. Cuando registraron su piso, los agentes pudieron observar que las paredes estaban manchadas de sangre que resultó ser humana, y no de reses como él trataba de justificar. Además se encontraron ropas y algunos objetos personales de las víctimas, pertenecientes a algunos jóvenes que se consideraban desaparecidos y que el asesino y su cómplice no habían podido vender.
Ante las evidencias, Haarmann decidió confesar, y se dio inicio a un juicio en Hannover que conmocionaría a toda Europa y constituiría tema de conversación y artículos de prensa durante bastante tiempo.

Empezaría el 4 de diciembre de 1924 en el Tribunal de Hannover, prolongándose durante 14 días y en el que prestaron declaración más de 130 testigos.
Se le acusó de 27 delitos de asesinato. La lista de las víctimas, entre los doce y los dieciocho años, era tan larga que cuando se la leyeron a Haarmann, este se vio obligado a admitir en varias ocasiones que "no estaba seguro de ese". El cálculo de las víctimas efectuado por el propio detenido era mucho más elevado, él estimaba que habían sido unas cuarenta, pero no pudo recordar el número exacto...

Haarmann, al parecer, debió excederse en sus declaraciones mientras que los jueces se esforzaban en disipar la reputación de ciudad homosexual que tenía Hannover.
Por su parte, los acusadores públicos intentaban desviar la atención sobre la acusación que recaía en casi todos los habitantes de la ciudad: la acción conjunta de canibalismo, en tanto no habían tenido reparos en adquirir los géneros del carnicero clandestino Haarmann...

Fritz Haarmann, pese a las escenas dolorosas cuando unos padres identificaban algún objeto que había pertenecido a su hijo muerto, no expresó emoción alguna sino su más profundo desprecio. Según las propias manifestaciones del asesino: "mis crímenes no eran para sacar un beneficio con la venta de carne humana, sino que estaba motivado en un momento de frenesí erótico que me conducía a matar para satisfacer mis irrefrenables deseos..."

Lo que finalizaría de asquear a todos los presentes en el juicio, fue cuando narró la manera con la que acababa con los jóvenes: un fuerte mordisco en la garganta, para después separar la carne de los huesos, vender la carne al mercado y arrojar los huesos sobrantes al río Leine.

Haarmann temía que se le considerase un loco y se le enviase a un centro psiquiátrico, por lo que pidió ser condenado a muerte, y el 15 de Abril de 1925, como era costumbre en Alemania, fue decapitado. En cuanto a su cómplice Hans Grans, se le condenó a cadena perpetua, pena posteriormente reducida a sólo doce años de prisión.

Durante el juicio y hasta el momento de su ejecución, expresó su último deseo: que en su tumba figurase la inscripción "Aquí descansa el Exterminador".
 
cual es el asesino en el q esta inspirado Hannibal Lecter?

p.d: Borovnia, te lo estas currando :wink:
 
Es que me apasiona el tema, se nota no? :D me sale la vena freak....

Verás, Thomas Harris (el autor de las novelas en las que después se han basado para hacer las pelis de Hannibal Lecter) se basó en varios asesinos en serie para crear sus personajes. No sólo Hannibal sinó también el asesino transformista que aparece en El Silencio de los Corderos.

Uno de ellos fue Ed Gein (que también inspiró el personaje Norman Bates de Psicosis). Creo que hexethrone ya ha posteado su historia, si no, lo hago yo luego :wink:

También tomo algunos elementos del modus operandi de Ted Bundy, del cual ya he escrito tb la historia.

Se rumorea también que el escritor tomó algunos elementos de los crímenes cometidos por William Coyne, quien vivió en Cleveland durante los años 30, cometiendo varios asesinatos y actos de canibalismo. Otra inspiración fue el japonés Tsutomu Miyazaki, quien enlos años 80-90 mató a varias niñas y se comió sus manos cocidas (el tipo tenía una deformación en sus manos y por ello estaba obsesionado con las manos de sus víctimas)
 
Muy bueno este hilo, os lo curráis mucho, boro y hexethrone

Yo tenía un librico por ahí de asesinos en serie, y otro de envenenadoras, en cuanto los encuentre os posteo algo :)
 
En España no nos quedamos cortos... ya he escrito la impresionante historia del Arropiero.

Francisco García Escalero

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Nació en Madrid, el 24 de mayo de 1954, y vivió la infancia junto a su hermano mayor entre las chabolas de un barrio madrileño a 200 metros escasos del cementerio de la Almudena. Fue un niño raro, de carácter oscuro y taciturno. Tubo una educación deficiente, era un niño melancólico, enfermizo, solitario, al que gustaba pasearse por las noches entre las tumbas del cementerio.

Con frecuencia sufría impulsos suicidas y tubo varios intentos fallidos tratando de echarse a la carretera cuando pasaba un coche. Este comportamiento irritaba a su padre, quién a menudo le correspondía con brutales palizas.

A los 16 años pisó los primeros pabellones psiquiátricos. Para subsistir, se dedicaba a cometer pequeños robos, y se divertía explorando casas abandonadas o espiando a mujeres y parejas por la ventana mientras se masturbaba


En 1973 es ingresado en un reformatorio tras haber robado una motocicleta, y justo al salir de allí, a los 21 años comete su primer delito de importancia: junto a unos amigos atraca a una pareja en las inmediaciones del cementerio de la Almudena. Violan a la joven en presencia de su novio, por lo que fue condenado a 12 años de cárcel. En la prisión se cubre el cuerpo con tatuajes, algunos con frases tan significativas como: “Naciste para sufrir”.

“Cogía los pájaros y animales muertos que me encontraba y me los llevaba a la celda. Me encontraba más a gusto.” “Me veía raro, me veía mal, me ponía nervioso de pasear por los pasillos, de estar con gente”.

Al salir de prisión, con treinta años, sin amigos ni formación alguna, le resulta imposible encontrar un empleo y comienza a vagabundear y a practicar la mendicidad en los alrededores de la parroquia de Nuestra Señora de Fátima.

Le gustaba beber en enormes cantidades mezclando pastillas con el alcohol, por lo que a veces muestra un comportamiento agresivo y muy violento.

También sufre alucinaciones auditivas, una serie de voces que le piden que cometa nuevos crímenes y que profane cementerios.

“Las voces se ríen de mí. Me dicen que quieren sangre. Entonces le saqué el corazón. Y mordí un trozo...”

“Iba por la calle como si no existiese, no chocaba con la gente, era como si no tuviera cuerpo. Me miraba a los espejos como si no fuera yo, no me reconocía. Llegué a pensar que podría ser un espíritu, otra persona que se había metido en mi. Oía voces interiores, me llamaban, que hiciera cosas, cosas raras, que tenía que matar, que tenía que ir a los cementerios”.

Atormentado por las voces, Francisco inicia su desenfrenada carrera asesina. No fue muy lejos en busca de sus víctimas, sino que las eligió entre mendigos y prostitutas. Su primera víctima es Paula Martínez, una prostituta toxicómana con la que contacta en la calle Capitán Haya, de Madrid. En agosto de 1987, Paula aparece en las afueras de Madrid decapitada y calcinada. “No sé si estaba en un sueño o algo que me pasó por la cabeza. No recuerdo mucho.

La cogí en la Castellana y luego la maté y le corté la cabeza”. Nueve meses después, en marzo del 88, Francisco asesina a un mendigo llamado Juan, le apuñala por la espalda y le aplasta la cabeza con una piedra. Apenas unos meses después otro sin techo que compartió muchas jornadas con él en los comedores de la beneficencia, aparece quemado y muerto junto a la tapia del cementerio de Aluche. Así continúan nuevos asesinatos.

Sus víctimas son cada vez más numerosas, y sus crímenes más brutales sin dudar en cometer las más diversas atrocidades: cose los cuerpos a cuchilladas por la espalda, les machaca el cráneo con piedras o los decapita sin más, a algunos incluso les saca las vísceras o el corazón con una navaja (a veces incluso probando un bocado de estas partes mutiladas). Luego, para borrar el rastro, quemaba lo que queda de los cadáveres, les cortaba las yemas de los dedos.

Los asesinatos los alternaba con macabras orgías de necrofilia y profanando las tumbas de los cementerios. De vez en cuando saltaba las tapias del cementerio de la Almudena y bajo el efecto de la mezcla de alcohol y drogas, rompía algún nicho, sacaba los cuerpos de la fosa y abusaba de ellos sexualmente. Así, se creyó, y posiblemente aún se siga creyendo, que profanaciones tan conocidas en dicho cementerio, como la del 10 de abril de 1986 o la del 13 de noviembre de 1986, eran obra de una secta satánica o algún adorador del Diablo, cuando se trataba de la obra de un asesino en serie psicótico...

En marzo de 1989, un mendigo llamado Ángel, aparece semidecapitado y con las yemas de los dedos amputadas. Dos meses después, en mayo, un indigente de 65 años por nombre Julio, aparece con el cuerpo cosido a puñaladas, el pene amputado y su cuerpo carbonizado. La policía de homicidios de Madrid, cree que entre estas muertes no existe conexión alguna...

Escalero, no ceja en su impulso asesino, sus siguientes cinco víctimas aparecen también mutiladas, quemadas y decapitadas. La investigación criminal no encuentra solución a este macabro rompecabezas. Hasta que pasados siete años desde el primer crimen, la policía se pone en la pista cuando Francisco y su amigo y compañero de correrías Víctor Luis Criado se fugan juntos del hospital psiquiátrico Alonso Vega de Madrid.

Juntos se dedican a beber. Cuarenta y ocho horas más tarde, Víctor aparece muerto con el cráneo hundido y quemado entre papeles y mantas en la tapia de la iglesia de los Sagrados Corazones.

Después de cinco años cometiendo asesinatos, un día esas voces le inciden a suicidarse, y Escalero se arroja delante de un coche, pero sólo se fractura una pierna. Una vez en el hospital, confiesa sus crímenes a las enfermeras y les suplica que le detengan porque no quería seguir matando.

Escalero es detenido por la policía, y confiesa: “Compré bastante vino, y él también bebió. Recuerdo que le di con una piedra en la cabeza y... luego lo quemé...” En Abril de 1994, en Madrid, saltó a los medios de comunicación la noticia de que un mendigo de 39 años, Francisco García Escaleno, mató a sangre fría a 11 personas.

Fue la primera confesión, a partir de ella Francisco García Escalero relató a la policía uno por uno, catorce asesinatos. No ahorró detalles, incluyendo la satisfacción que experimentaba cuando mantenía relaciones sexuales con los cuerpos sin vida de las víctimas, o lo que les costaba matarlos. “Lo maté. Estuvimos bebiendo en el parque al lado del cementerio y tomando pastillas.

Me las pedía el cuerpo para poder hablar mejor. Luego le dije dónde íbamos a dormir y en el cementerio sentí las fuerzas, me daba impulsos, cogí una piedra y le di en la cabeza y luego le quemé con periódicos y luego me fui a dormir al coche y al día siguiente al día siguiente al hospital. Ahora me siento con la mente en blanco, como si estuviera muerto”.

Fue juzgado en febrero de 1995. El informe de todos los forenses coincidió en que su peligrosidad continuaba, pero no era responsable de sus actos, el mendigo asesino fue absuelto por enajenación mental, producto de su alcoholismo crónico y su esquizofrenia. En la actualidad, sigue recluido en el psiquiátrico penitenciario de Foncalent en Alicante, y según el personal del centro, no ha vuelto a mostrarse agresivo.


Su abogado está negociando la posibilidad de que lo liberen, aunque los demás especialistas creen que Escalero todavía es peligroso.Desde allí todavía es capaz de relatar sus crímenes, con la frialdad de la inconsciencia que le ha proporcionado una vida de alcohol y drogas además de una esquizofrenia, a los pocos medios de comunicación que de vez en cuando se interesan por su macabra historia

En cualquier momento, las voces que él cree oír en su cabeza podrían ordenarle que mate de nuevo. Según su psiquiatra, “Lo que padece es una enfermedad incurable que surge por brotes, y que es absolutamente irreversible. Puede pasar temporadas más o menos asintomáticas pudiendo llevar una vida completamente normal, pero desde luego, el fondo de su enfermedad siempre está ahí y puede matar en cualquier momento...”

Los mendigos madrileños antiguos compañeros de Escalero, todavía sienten miedo cuando oyen pronunciar su nombre, y piensan que si es dejado en libertad seguirán amenazados, por eso piden que no les suelte nunca.

En sus declaraciones, Francisco García Escalero asegura que la culpa es del alcohol y de las pastillas. Dice que él no tenía nada contra las personas que asesinó, y que algunos de ellos eran compañeros y mendigos que conocía, pero que esas terroríficas voces que le hablaban en su cabeza le obligaban a matarlos.

“Nunca comprenderé mientras esté vivo, por que lo hacía. No lo podré saber nunca. Jamás. Jamás en la vida comprenderé como pude llegar a hacer lo que he hecho
 
En la exposición "cultura basura", inaugurada en Barcelona y actualmente en Vitoria, hay una sección dedicada a la expresión artistica de los criminales en serie: cuadros, dibujos y pinturas de estos personajes durante su estancia en las prisiones.

J.
 
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